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Pérez Gil
Dos nuevos toros ibéricos han aparecido en el transcurso de las excavaciones iniciadas hace dos semanas a instancias del Ayuntamiento de Monforte del Cid en una parcela situada junto a la futura estación depuradora de aguas residuales que está construyendo la Confederación Hidrográfica del Júcar.
Las dos esculturas, que se han encontrado recostadas en el suelo y sin extremidades, tienen su origen en el siglo V antes de Cristo pero fueron reutilizadas en el siglo II a.C., todavía en plena cultura ibérica, para construir uno de los muros de lo que podría ser un lugar de culto o santuario de planta rectangular y unos 40 metros cuadrados de superficie. Es la principal hipótesis sobre la que trabaja en estos momentos Gabriel Segura, director de las excavaciones y responsable de la empresa eldense Arquealia, que ayer destacaba la importancia de este yacimiento "sobre el que todavía queda mucho por investigar", indicó recordando, además, que este tipo de esculturas tenían un sentido religioso y se colocaban en las sepulturas de los guerreros y grandes personalidades.
La prudencia de Gabriel Segura contrastaba sin embargo con la euforia de la alcaldesa, la popular Antonia Cervera. Esta, tras visitar la zona por la mañana en compañía de Concha Sirvent, directora territorial de Cultura, aseguró que "Monforte del Cid se ha convertido en el lugar de mayor riqueza arqueológica de España en cuanto al descubrimiento de toros ibéricos, de los que ya tenemos quince, aunque nuestro pilar estela y otro de estos toros siguen en el Museo Arqueológico de Elche y continuamos a la espera de que nos lo devuelvan". También Sirvent elogió la recuperación de estas piezas zoomorfas porque "se trata de uno de los hallazgos más importantes de la Comunidad que consagra a Monforte como un lugar de fuerte riqueza arqueológica".
Con este descubrimiento ya son siete los toros ibéricos localizados en los terrenos donde se llevan a cabo las obras de la depuradora, una zona dedicada tradicionalmente al cultivo de uva de mesa y propiedad de Antonio Benito, un monfortino que ha dado permiso al Ayuntamiento para realizar cuantos trabajos se consideren oportunos con el fin de sacar a la luz todos los restos ocultos bajo esta fértil parcela próxima al río Vinalopó. Sin embargo, el yacimiento será enterrado hoy para garantizar su conservación hasta que se obtenga autorización de la Confederación del Júcar para excavar toda la zona en su conjunto.
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