Tamara Crespo
Una excavación arqueológica realizada en un solar de la calle Velarde ha arrojado interesantes resultados, entre ellos, el hallazgo de dos enterramientos que han podido datarse en época bajomedieval, en concreto a partir de comienzos del siglo XV.
Para el arqueólogo responsable de la prospección, José Suárez, de la empresa Arqueotectura, se trata de “uno de los contextos cerrados mejor definidos más antiguos de época medival de la ciudad”. “Además, aparece en la zona de la Almina, lo que indica -apuntó- que desde muy antiguo, incluso en momentos precedentes a la construcción del recinto Omeya, de Abderramán III (siglo X), ya había algún tipo de ocupación en el ámbito exterior al istmo”, lo cual para el experto tiene históricamente “mucha relevancia”.
En lo que respecta a la necrópolis y a la comparación de su importancia con otras halladas, por ejemplo, en la zona de Fructuoso Miaja (cuya datación aproximada es en el siglo XIII), Suárez señaló que ésta es más moderna, pero que al estar situada encima de un pequeño silo con materiales de esa época, ha podido definirse mucho mejor el momento histórico al que corresponde que, como se ha señalado, es “el último período bajomedieval”. Como era costumbre en el caso de tumbas islámicas de esta época, los restos humanos aparecieron en posición lateral, orientados hacia la Meca y sin ningún tipo de ajuar funerario.
Tal como explicó Suárez, en el ámbito objeto de los sondeos se han localizado, dentro del período medieval, dos fases diferentes, una de ellas, perteneciente a un período situado entre los siglos IX y X y que corresponde a un silo de perfil acampanado y colmatado con un conjunto de cerámica de cocina realizada a mano o torneta. Entre las piezas recuperadas se encuentran ataifores (platos) y jarritas con vidriado “de mucha calidad” y decoraciones geométricas. Se trata, especificó Suárez, de producciones que hasta ahora “no estaban bien documentadas en Ceuta” y que tienen sus mejores paralelos en los centros de producción de Almería y Málaga, donde se sabe que se fabricaban en la misma fecha.
Por otra parte, se han podido documentar otros restos de un segundo momento bajomedieval, centrado en el siglo XIV y principios del XV y representado también por silos y aljibes de planta cilíndrica y acampanada. Estos útimos presentaban los característicos revestimientos de ladrillo y enfoscados que permitían aislarlos para almacenar agua. Como suele ser habitual, todos aparecen colmatados o amortizados como basureros.
El arqueólogo subrayó que una vez documentado el hallazgo y remitido el informe al Área de Patrimonio de la Ciudad, se ha informado favorablemente la solicitud de licencia de obra por parte del propietario del solar y patrocinador de la excavación, la promotora Insurabe. El solar objeto de estudio se corresponde con los números 16-18 y 20 de Velarde, que hace esquina con la calle Espino.
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