Había sospechas, pero ahora son evidencias, o, al menos, indicios muy poderosos: Bajo la superficie de la parroquia de Brandomil, en Zas, esconde uno de los grandes asentamientos romanos de Galicia. Al margen de las grandes ciudades (Lugo, Braga), el núcleo de Brandomil podría equipararse, según el arqueólogo Juan Naveiro López, a los de Brigantium e Iria Flavia, ambos en el actual occidente coruñés. En concreto, en las conclusiones del informe de los trabajos se define como «el núcleo urbano más occidental del área lucense. Sin duda, desde aquí se conectaba con todos los asentamientos costeros del finisterre galaico».
Naveiro es el director de la intervención arqueológica (catas, sondeos, excavaciones) que, a lo largo de dos meses, ha sacado a la luz el pasado de la localidad. Esta intervención ha sido posible gracias al proyecto de cooperación Vías Atlánticas, que en la provincia ha coordinado y gestionado la Diputación de A Coruña, y gestado para sacar a la luz las antiguas vías que atravesaban el noroccidente hispánico.
Ese pasado de Brandomil que ahora sale a la luz revela huellas que datan del siglo I y también del siglo IV (el abanico podría ser incluso más amplio), lo que prueba que el asentamiento se prolongó en el tiempo. La investigación ha permitido delimitar en unas 25 hectáreas la superficie del antiguo núcleo. Ha aparecido una enorme cantidad de material: monedas, cerámicas africanas de diversas épocas; piezas rotas, aunque recuperables, joyas como un anillo de jaspe, vidrios decorados con hilos aplicados...
Pero hay mucho más que materiales. «La arquitectura también muestra estructuras constructivas relevantes, tanto domésticas (pavimentos, puertas, columnas) como públicas (columnata monumental, balneario), además de edificios de carácter religioso o funerario (templete con ara, placas y frontón de mausoleos)», según las consideraciones del informe. Gracias a estos y otros datos, los científicos consideran que, en la antigua Brandomil, pudieron estar establecidos miembros de la Administración imperial.
Además, los trabajos ponen de manifiesto la existencia de un antiguo camino, posible vía romana secundaria, que «fue sin duda fundamental para la conexión con la zona costera, la tierra de los Nerios. Como demuestra el puente medieval, después quedó integrada en el camino de Santiago a Fisterra como una de las principales alternativas.
Ese camino puede verse durante un buen trecho, en el que se han practicado desbroces. La vía pasa por el lugar que en Brandomil conocen como Pedra do Altar, lugar que la memoria histórica ha identificado como zona del «afundimento» del antiguo pueblo, y en el que el hallazgo de restos, incluso en superficie, a lo largo de los siglos, ha sido abrumadora, señala Naveiro en el trabajo que ha presentado en la Diputación.
La mayoría de los sondeos y excavaciones se han realizado en terrenos privados con la autorización de los titulares.
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