Vía: El Diario Vasco
Luis Alfonso Gámez
La mayor parte de nuestra Historia no está en los libros, sino enterrada. «La arqueología es la principal fuente para conocer el pasado del País Vasco hasta el siglo XV», dice José Luis Solaun, medievalista y miembro del equipo que excava en la catedral de Santa María, en Vitoria. Es arqueólogo. Su ritmo de trabajo no es el de Indiana Jones, el aventurero que siempre resuelve enigmas en segundos. Solaun vive a otra velocidad: la de la lenta excavación -muchas veces, con cuchillo y pincel-, el estudio detallado de las piezas y el contexto en el que han aparecido, los análisis de laboratorio, el examen por parte de especialistas en diferentes disciplinas... El proceso, de años, culmina con la publicación de los resultados. Sólo entonces el pasado llega a los libros.
Las tres diputaciones vascas han autorizado este año más de 250 intervenciones arqueológicas: 150 en Vizcaya, 63 en Álava y 41 en Gipuzkoa. A excavaciones y sondeos han destinado unos 900.000 euros, a los que hay que añadir las aportaciones a proyectos especiales como la catedral de Santa María, la cueva de Santimamiñe y la ferrería de Igartza -entre otros-, así como los gastos de conservación y mantenimiento de yacimientos y materiales.
Noticia completa en El Diario Vasco
No hay comentarios:
Publicar un comentario