11 enero 2008

Mayólicas de Alcora en La Habana del siglo XVIII

Publicado en la Oficina del Historiador, Ciudad de la Habana
Antonio Quevedo Herrero e Ivalú Rodríguez Gil, director y museológa, respectivamente, del Museo de Arqueología de la OHCH

El presente artículo aborda el estudio preliminar de un conjunto de mayólicas alcoreñas encontradas en contextos arqueológicos del siglo XVIII en La Habana Vieja. Con la búsqueda en fuentes primarias y la bibliografía sobre el tema, nos acercamos a una vajilla “popular” de uso cotidiano, que exportó la metrópoli hacia nuestro continente.

Abordamos un análisis comparativo de las formas y de las variadas temáticas decorativas de las piezas, donde la armonía entre policromía, esmaltes y diseño logra un producto de auténtica sencillez y minuciosidad.

En las excavaciones arqueológicas en contextos del siglo XVIII en La Habana Vieja, se hace frecuente encontrar mayólicas pertenecientes a los servicios de mesa de este período, denominadas “populares”, que podían ser adquiridas a costos asequibles, a diferencia de otras de alto valor artístico manufacturadas en los centros alfareros europeos de la época, de las que no han aparecido evidencias arqueológicas.

Estudios recientes en la casa de Teniente Rey núm.159 esquina a Aguiar, dieron a la luz un importante lote de tiestos –hallados en un aljibe o cisterna para aguas pluviales convertido más adelante en letrina y vertedero de basuras de la casa–, que una vez restaurados nos permitieron ver las formas de estas cerámicas, utilizadas como patrón en el presente estudio. Las unidades estratigráficas exhumadas aportaron cuantiosas evidencias de cerámica y vidrio, además de otros materiales, con una cronología de mediados del siglo XVIII a principios del XIX. Anteriormente ya teníamos noticias acerca de esta cerámica por trabajos efectuados en el solar que ocupó la vivienda de los condes de Fernandina en la calle de Mercaderes, de donde procede una tapa perteneciente tal vez a una azucarera y pequeños fragmentos de otros recipientes. En la vivienda ubicada en Obrapía núms.602-604 esquina a Oficios, también en La Habana Vieja, los arqueólogos de la Empresa de Restauración de Monumentos de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana encontraron ejemplares similares a los de Teniente Rey núm.159, entre los cuales se destaca un precioso plato extendido con ala facetada.

Los tiestos correspondientes a Teniente Rey 159 son piezas levantadas mediante el torno alfarero y se caracterizan por ser muy ligeras, hechas de una pasta de textura compacta y fina, con gamas de colores que van desde un rosa pálido a tonos amarillentos. Su superficie siempre está cubierta por una capa de esmalte estannífero de tono blanco opaco (en ocasiones verdoso y en otras azuloso) con craqueladuras. La decoración –pintada a mano sobre el vidriado usando óxidos metálicos diluidos en agua– se caracteriza por su gran sencillez y minuciosidad en el trazado, y hasta el momento se han podido apreciar dos variantes de un mismo tema dentro de la categoría conocida como “pintura de ramito”.1 La primera –y más frecuente– consiste en una enredadera que enlaza tres grupos independientes de florecillas (ver fig. 1), en ocasiones combinadas con frutas. Un segundo diseño es el de flores que se suceden por ramitos con hojas, también en número de tres (ver fig. 2); estas flores –a veces con más follaje o mayor tamaño– se aprecian en el centro de los platos grandes y medianos, y constituyen su tema central (ver foto 4). Fue hallado otro motivo decorativo que corresponde a la serie del “cacharrero”.2 La pieza presenta dos grupos separados: uno de tres ramitos y el otro de tres ramas con frutos y hojas, que alternan entre sí, muy similar formalmente al de “ramito” (ver fig. 3). De modo general, la policromía se mueve en los tonos ocre, amarillo, azul y verde.



Noticia completa en la Oficina del Historiador, Ciudad de la Habana

No hay comentarios: