Publicado en Diario de Mallorca
Tomás Andujar
La máxima responsable de Patrimonio del Consell, Joana Lluïsa Mascaró, arqueólogos de la institución y los expertos que llevan a cabo la excavación coinciden: los muros de unos 2.000 años de antigüedad encontrados en el solar de Son Espases son un hallazgo "único" por su valor histórico y deben ser estudiados y conservados.
La pelota está ahora en el tejado de los técnicos de Patrimonio de la institución mallorquina, que deben elevar a la correspondiente comisión técnica una propuesta sobre qué hacer con el yacimiento, en el que siguen trabajando las dos arqueólogas y el historiador contratados al efecto por la empresa constructora del futuro hospital de referencia de la comunidad. Estos especialistas elaboraron un informe sobre el hallazgo de los fundamentos de varios muros y dos habitaciones en los sectores del solar donde ha de levantarse la zona hospitalaria de urgencias, unos restos que, según sus primeras hipótesis, podrían corresponder a un santuario del talayótico final (cuando Mallorca ya contaba con ocupación romana), aunque otros especialistas apuntan la posibilidad de que formaran parte de una o varias construcciones de uso "industrial" (producción de vino).
En plena zona de urgencias
Los autores del informe resaltaban la singularidad del yacimiento, único en su género en la isla, pero destacaban igualmente que su valor histórico y científico es muy superior a su relevancia estructural. A partir de este criterio, expuesto al Ib-Salut a principios de octubre pero del que no se dio cuenta pública, la conselleria de Salud trasladó al Consell de Mallorca toda la información recabada y solicitó permiso para trasladar los restos a otro lugar del propio solar hospitalario donde se crearía "un área específica de conservación y exposición", ya que el mantenimiento del yacimiento es completamente incompatible con el actual proyecto del hospital y obligaría a rehacer toda la zona dedicada a urgencias, una de las que mayores especificaciones técnicas conlleva.
También la arqueóloga del Consell, Helena Inglada, destacó ayer el carácter históricamente excepcional del yacimiento de Son Espases, aunque aseguró que para determinar qué se hace con él es preciso que concluyan los trabajos de excavación de la zona. "Imposible no hay nada", afirmó sobre la posibilidad de mantener los restos donde están, pero, no obstante, evitó avanzar la propuesta que planteará a la ponencia técnica y a la comisión de Patrimonio. Sí aseguró que esta decisión tendrá en cuenta tanto el valor histórico y material del hallazgo como "los réditos sociales" de su conservación in situ, traslado o análisis y desmontaje.
"Lo que menos nos gustaría es documentar los restos y desmontarlos. Esta sería la peor de las opciones. Volverlo a tapar (una vez estudiado el yacimiento) es una buena posibilidad en cuanto a la conservación, pero no se podría disfrutar, y es una pena", argumentó. Agregó que "mantenerlo in situ y visible es la mejor de las opciones" teóricas, pero recalcó que su departamento carece de toda la información que precisa para adoptar la decisión final. "Todavía se están encontrando restos en la excavación, queda tiempo", prosiguió la arqueóloga de la institución insular, que eludió fijar un plazo para tener listo el informe.
Respecto a la posibilidad de que la recomendación técnica no sea atendida por la instancia política que adoptará la decisión final, la Comisión de Patrimonio, Inglada confió en que se atenderán sus criterios y recalcó: "La autoridad competente somos nosotros".
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