13 enero 2011

«El arqueomagnetismo puede ser más preciso que el radiocarbono»

Publicada en El Correo de Burgos
Entrevista a Ángel Carrancho realizada por Marta Casado

Estudiante de Humanidades de la Universidad de Burgos ha realizado su tesis en el Departamento de Física de la Universidad de Burgos. Tras completar estudios en la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona su perfil científico ganó en multidisciplinariedad. Ahora, especialista en arqueomagnetismo ha permitido aplicar las técnicas de estudio del campo magnético como método de datación hasta los 5.500 años. Hasta ahora se aplicaba a materiales con entre 2.000 y 3.000 años de antigüedad.

Pregunta. ¿En qué consiste el estudio que has desarrollado en la tesis?
Respuesta.- Mi trabajo ha consistido en estudiar fuegos arqueológicos, restos de hogares con técnicas magnéticas. Estos materiales arqueológicos quemados cuando se calientan tienen la capacidad de 'memorizar' el campo magnético registrado en ese preciso momento. Este campo magnético terrestre sufre pequeñas variaciones de pocos grados en espacios geográficos pequeños lo que te permite poner edad si la estratigrafía de donde has obtenido esos fumiers están bien datados y conservados.

P.- ¿Para qué han servido estos análisis y dónde los ha realizado?
R.- He trabajado con hogares y restos de fuego en rellenos olocenos de El Mirador y Portalón de Cueva Mayor de Atapuerca y la Cueva del Mirón en Ramales de la Victoria (Cantabria). Los materiales analizados son siempre fumiers, horizontes de ceniza que hay dentro de las estratigrafías y que son materiales que funcionan muy bien en este tipo de estudios. Al tener sedimentos bien datados hemos podido obtener con estos materiales una curva patrón de variación secular.

P.- ¿Qué edad han alcanzado los estudios con su proyecto?
R.- Esa variación secular se ha obtenido con 26 datos arqueomagnéticos sobre materiales inéditos. Son, a día de hoy, los datos arqueomagnéticos más antiguos y los únicos existentes en toda Europa Occidental para un periodo comprendido entre el 5.500 a 4.000 a. C.

P.- ¿Qué utilidad tienen esos datos arqueomagnéticos?
R.- Establecen una base para que cuando se estudien restos arqueológicos quemados comprendidos en esa cronología se puedan datar. Hasta ahora en la península ibérica sólo se podían abarcar entre 2000 y 3000 años de antigüedad. Nuestro trabajo permite obtener datos más antiguos pero si se sigue trabajando con direcciones cada vez más antiguas podremos diseñar una curva patrón de variación secular con más posibilidades.

P.- Estos rangos de edad son similares a los del Carbono 14, ¿mejoran los resultados?
R.- El radiocarbono a día de hoy se aplica casi extensivamente en un rango de aplicación de entre 30.000 y 40.000 años. Pero si conseguimos avanzar con el arqueomagnetismo, algo que ha mejorado mucho en los últimos diez años en España, y trabajamos con materiales de época histórica y si cumplen determinadas condiciones se puede obtener una mayor precisión que con el radiocarbono.

P.- ¿Cómo un estudiante de Humanidades pasa a ser parte de un laboratorio de Física?
R.- Es cierto que mi formación original estaba ligada a la arqueología pero luego estudié el grado superior de Arqueología del Cuaternario en la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona. Después la tesis la he elaborado con el departamento de Física de la UBU. En mi opinión creo que un perfil científico debería caracterizarse por su multidisciplinariedad. No es incompatible tener una formación en un campo y el doctorando en otro. Yo creo que todo suma.

P.- Hay dos grupos de paleomagnetismo en Burgos el de la UBU y el del Cenieh, ¿es positivo?
R.- Yo he tenido mucha suerte porque el grupo de la UBU tiene bastante prestigio nacional y sus equipamientos lo sitúan en la misma línea que otros laboratorios internacionales. Y si demás se suman los laboratorios del Cenieh mucho mejor. Es algo muy positivo y hace de Burgos un punto importante en este tipo de estudios.

P.- ¿Qué relación hay entre los dos equipos el de la UBU y el del Cenieh?
R.- Hay una buena colaboración. Hay interés en participar en proyectos conjuntos, en trabajos de este tipo. Los investigadores de uno y otro lado estamos en contacto.

P.- Y después de la tesis... ¿qué?
R.- Ahora estoy como técnico superior del laboratorio de paleomagnetismo y mi intención es el de seguir desarrollando la investigación en este mismo campo de arqueomagnetismo. Ahora trabajaré otros materiales, además de los fuegos y seguir explorando las aplicaciones del paleomagnetismo.

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