Publicado en Diario de León
Cristina Fanjul
La excavación del castro de Mesa, o de la Magdalena, que comienza esta misma semana, podría arrojar nuevos datos acerca de la explotación aurífera romana. Así se desprende de los descubrimientos realizados en los sondeos que se iniciaron hace ahora dos años.
La razón está en la aparición, en el centro del castro, de escorias que hace pensar a los arqueólogos en la existencia de un taller de importante actividad metalúrgica que, hasta el momento, se desconocía. Las fuentes consultadas por Diario de León destacan que las catas permitirán revelar la relación de este yacimiento con Asturica Augusta y si realmente este núcleo tenía relación con la infraestructura de explotación aurífera del oro. Es decir, la investigación podría desvelar que el castro de Mesa era la «fábrica» en la que se realizaban las herramientas de la ingeniería aurífera imperial o, lo que es lo mismo, el área de abastecimiento de herramientas para las minas romanas.
Esta posibilidad se refuerza ante el descubrimiento en la periferia del yacimiento de un núcleo romano de mayor entidad, que podría ser una villa romana o un vicus.
Uno de los propósitos de la investigación es realizar una prospección con georradar en esta zona, donde hace dos años ya apareció una moneda con la efigie de Augusto.
El yacimiento comenzó a ser excavado hace ahora dos años con el fin de llegar a taner un conocimiento más preciso acerca de la población astur. Financiado con los fondos Interreg, esta iniciativa tiene como finalidad el estudio, la investigación y la puesta en valor de las vías romanas del Noroeste. En el caso del castro de la Magdalena, se encuentra en el entorno de las Vías Romanas XVII y XIX a su paso por la provincia de León, en el eje de comunicación Astorga-Braganza (Portugal).
En esta ocasión, la investigación resulta de una subvención de 75.000 euros del ILC y está dirigida por Jesús Celis bajo la coordinación científica de Ángeles Sevillano, arqueóloga de Astorga.
El castro de Mesa, próximo a la localidad de Castrillo de los Polvazares, es un yacimiento pequeño (más o menos de una hectárea) pero que alberga restos importantes, como los de unas cabañas datadas en el primer milenio antes de Cristo (asociadas a una cultura proto-astur) y los de un castro de época romana del cambio de era (siglos I a.C-I d.C), que se relacionan también con pueblos astures romanizados.
En las excavaciones anteriores se realizaron tres sondeos. En ellos se descubrieron vestigios de época romana y, además, en el sur del yacimiento aparecieron hoyos de poste, estructuras pertenecientes a cabañas de la Edad del Hierro o final de la del Bronce. Así lo atestiguan los análisis de carbono 14 realizados, que subrayan que en este yacimiento hay restos con más de tres mil años de antigüedad. Es decir, según los arqueólogos, el castro de Mesa atesora el poblado más antiguo de la provincia de esa fase cultural.
Otro de los hallazgos descubiertos en el castro -que pudo haber tenido algo más de un centenar de habitantes- fue un gran silo con gran cantidad de cereales, sobre todo trigo, lo que demuestra que la población estaba integrada por agricultores.
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