Publicado en Aragón Digital
Laura Mucientes Román
Ordenar las obras por su función religiosa y no artística es la apuesta de Pedro Luis Hernando, director del Museo de Arte Sacro de Teruel. Esta galería recibe unos 50.000 visitantes al año y están expuestas alrededor de 250 obras divididas entre esculturas, pinturas y elementos orfebres.
El museo de Arte Sacro de Teruel está compuesto por cinco salas y están ordenadas siguiendo el Antiguo y Nuevo Testamento. La primera estancia comienza por la creación y a continuación se pueden observar obras de San Juan Bautista, San Joaquín y Santa Ana, y por último, la Virgen.
La segunda sala está dedicada a la vida de Cristo, desde su nacimiento, epifanía pasando por todas las escenas de la pasión, muerte y resurrección. La tercera estancia está destinada a los santos y mártires, que viene a simplificar la actitud de estos personajes. La cuarta galería rinde homenaje a la eucaristía que sería el recuerdo mediante la misa de todo lo que Jesucristo enseñó y que aparece en los evangelios.
Por último, la quinta sala se sale un poco del patrón ya que está dedicada a los conventos y monasterios de la provincia. Cuando se cerró el monasterio de Báguena y el de Gea de Albarracín, las monjas cedieron las mejoras obras al museo.
El director del museo es Pedro Luis Hernando y está muy satisfecho con los resultados desde que se unió la entrada de la catedral con el museo porque “hablamos de unos 50.000 visitantes al año por lo que no tiene nada que envidiar a otras galerías de Aragón u otros museos diocesanos de España”.
Las líneas de trabajo que tiene el museo a corto plazo son la realización de una guía, para que la gente pueda saber con exactitud que está viendo, seguir trabajando en la página web para darle más contenidos y seguir con la política de exposiciones, “el objetivo es realizar cuatro muestras al año con los materiales que tenemos custodiados en el almacén”, ha declarado el director.
Un objetivo a largo plazo sería la colaboración con el Museo de la Semana Santa que está previsto que abra sus puertas en el año 2010 como afirmó el alcalde de Teruel, Miguel Ferrer, ya que a juicio de Pedro Luis se podría complementar con piezas que están en el museo.
En cuanto a artistas con nombre, la colección alberga una serie de obras del pintor valenciano Antonio Bisquert, que destacan por su calidad pictórica. Su técnica se puede admirar en los cuadros de la Inmaculada, Santa Teresa de Jesús, San Juan Evangelista o el Anuncio a los pastores. Gracias a una donación de cinco terracotas el museo cuenta con otro autor importante, el escultor Mariano Benlliure.
"El árbol de la vida"
El museo se encuentra ubicado en el Obispado de Teruel y para entrar hay que atravesar un patio cuyo suelo es la antigua madera que había en la nave central de la catedral. En la entrada, los visitantes pueden observar unos azulejos que pertenecen a la cerámica de Manises del siglo XVIII.
En la planta baja se encuentra una de las mayores joyas que tiene este museo, “El árbol de la vida”, que fue traído de Filipinas en el siglo XVII. El Cristo y los medallones están realizados en marfil y la madera está policromada. La obra perteneció a las Dominicas de Albarracín y en opinión de Pedro Luis llama la atención por los detalles que tiene la obra pues “parece que han trabajado con herramientas finísimas”.
Otra de las obras importantes que alberga este museo es la “Virgen de la Misericordia”, una tabla gótica realizada en el siglo XV. En el cuadro están representados los siete pecados capitales y lo más importante del cuadro, a juicio de Juan Antonio Alpuente, consejero del museo, es que la Virgen con su manto protege a todo el conjunto de la sociedad, desde los reyes, obispos, hasta los simples ciudadanos.
En cuanto a la escultura medieval, en la primera sala podemos contemplar tres imágenes románicas de la Virgen con el Niño que son los mejores ejemplos que existen en la provincia de Teruel.
En la sala dos podemos observar el conjunto del Calvario procedente de la parroquia de San Pedro del Sarrión. Esta obra está realizada en madera de sabina y se descubrió gracias a unos niños que estaban jugando en la zona.
La sala del trono
En la planta superior se pueden apreciar varias obras que pertenecen a la pintura medieval. Un ejemplo es “Santa Catalina” que está atribuida a Lorenzo Zaragoza, un pintor de la corte de Pedro IV. En este cuadro se pueden apreciar algunas características del arte medieval turolense que se encuentra entre dos focos de producción artística de primer nivel como son los talleres de Zaragoza y Valencia.
La orfebrería es uno de los elementos característicos de este museo y la mayor parte se encuentra en la Sala del Trono que era la estancia de representación del obispo. Según el director del museo esta estancia es la más rica del museo y es donde se han colocado todos los elementos relacionados con la eucaristía. Asimismo, se pueden contemplar las cruces procesionales como la “Cruz de Torrijas”, del siglo XIII, que es la más antigua de la provincia.
Otra pieza llamativa es un cofre realizado en el taller de los hermanos Embriachi en Florencia. Está realizado en marfil y según los estudios se trata de un cofre amatorio que se regalaba en los matrimonios entre personajes de la nobleza.
El Museo de Arte Sacro de Teruel alberga una gran colección en cuanto a pintura y escultura medieval, sin olvidar la orfebrería, donde se puede contemplar gran parte del patrimonio turolense ya que según su director “hay cosas más interesantes de las que se creía”.
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Más información en la Web del Museo de Arte Sacro de Teruel
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