Publicado en La Nueva España
Saúl Fernández
La fortaleza enclavada en lo más alto del peñón de Raíces era el hito que marcaba la última frontera del Reino de Asturias. Iván Muñiz, codirector de las excavaciones, junto a Alejandro García, explica su importancia acudiendo a la ordenación territorial. El castillo era la sede que acogía el poder delegado del monarca, «una especie de diputación, un órgano superior al de los concilios que se celebraban en todas las villas». Los arqueólogos, en estos dos años, desde 2007, han dejado al descubierto trece siglos de historia regional y de defensa. «Los hallazgos arqueológicos se corresponden miméticamente con la documentación histórica que menciona la fortaleza ya en el siglo X», explicó Muñiz. Los restos cerámicos, las herramientas, los cuchillos, las puntas de las flechas rescatadas del subsuelo demuestran la vida cotidiana bajo las almenas del peñón que defendía la costa avilesina de las incursiones vikingas, los reyes de los océanos de la Edad Media.
«El castillo era como un faro que se veía desde el mar, estaba en primera línea», comentó Muñiz. En la actualidad, la tierra se ha comido el mar y las olas, aunque cercanas, ya no rompen en las laderas del peñón, cuando eran acantilados. «Los descubrimientos arqueológicos describen un microcosmos de la sociedad feudal. A la vez que encontramos piezas cerámicas de lujo, de importación, hemos visto también restos de barro cocido en los hornos cercanos, es decir, que junto a los grandes señores vivían los soldados de baja clase. Caballeros por un lado y siervos por el otro», apuntó el codirector de la excavaciones.
El castillo en la alta Edad Media estaba gobernado por un conde. Cuando llegó la baja Edad Media el titular de la fortaleza fue el encomendero de la Orden de Santiago. Así sucedió hasta los siglos XV y XVI, cuando los documentos hablan de ruinas que el tiempo recubrió de olvido hasta mediados del pasado siglo, cuando se produjo una controversia sobre la ubicación real del castillo. Si se llama Gauzón es posible que se encuentre en Gozón. Juan Uría Ríu zanjó la polémica: el castillo se encontraba en la cima del peñón. Las primeras excavaciones, las de Vicente José González, vinieron a subrayar la tesis de Uría. Los hallazgos de Muñiz y de García demuestran la convivencia bajo las murallas. Realidad, pasado de Asturias.
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