Publicado en La Vanguardia
Ignacio Orovio
En lo que va de año, en Catalunya se han abierto 776 excavaciones arqueológicas, unas cuatro diarias. Obras ferroviarias y en carreteras, parques eólicos, gasoductos y revisiones rutinarias de las cartas arqueológicas locales han propiciado –hasta el 14 de julio pasado– todas estas actuaciones, preventivas o de urgencia y repartidas en 466 municipios: los principales son Barcelona (95), Tarragona (38), Sabadell (21), Tortosa (13), Terrassa y Mataró (9), Girona (8) y Lleida (7).
Estas casi 800 actuaciones dieron trabajo a 361 directores de excavación (algunos en más de una) y 1.562 arqueólogos de apoyo. La cifra hace prever que el número de actuaciones será similar al del año pasado, que acabó con 1.786 actuaciones. Esta cifra multiplica por dieciséis la primera disponible desde la restauración democrática. En 1980 fueron 106 las investigaciones abiertas.
Fruto de este crecimiento exponencial, el Govern acaba de aprobar el Pla Integral de l'Arqueologia a Catalunya (Piacat). Es un documento elaborado por 150 profesionales del sector, que se dividieron en 11 áreas de trabajo para poner al día un sector que se ha profesionalizado completamente en los últimos años. El documento se divide en cinco ejes –organización, intervención, formación y entorno profesional e investigación y difusión– cuyos principales avances fueron los siguientes:
Nuevos órganos. Una nueva sección de Paleontología se añadirá a las de Actuaciones e Información y Estudios en el Servei d'Arqueologia. El Museu d'Arqueologia ganará peso, al incluirse por primera vez en la planificación global del patrimonio arqueológico. Coordinará las acciones del Pla de Recerca y gestionará los depósitos de piezas. También se fomentará la coordinación con el Centre d'Arqueologia Subaquàtica.
Inventario. También se creará el Servei d'Inventari del Patrimoni Immoble i Moble, que recogerá todo el patrimonio cultural.
Título específico. De acuerdo con el debate académico actual, el Piacat apoya la creación prevista en el plan Bolonia de títulos específicos en Arqueología.
Un colegio profesional. Aunque un grupo de arqueólogos trabaja en ello desde hace meses, el sector carece de esta herramienta, por lo que la dirección general de Patrimoni Cultural avalará su creación. O vías de organización que garanticen la representación profesional del arqueólogo.
Un código deontológico. El plan insta a la elaboración de este documento para que la actividad profesional –en la que puede haber hallazgos de valor económico– se practique con la mayor honestidad y garantías.
Registro de empresas. Contendrá aquellas empresas que reúnen los requisitos necesarios para ejercer en el sector. El Consell Nacional d'Arqueologia i Paleontologia aprobará los criterios de valoración.
Ayudas. Un millón de euros se destinarán a hacer visitables los yacimientos. Una dotación de 300.000 euros anuales becará las tesis doctorales. Y la misma cantidad se destinará a resucitar el programa Excava, que durante tres años financió misiones arqueológicas en el extranjero.
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