Un equipo de investigadores, en su mayoría de la Universidad de Jaén (UJA), ha descubierto un "complejo funerario de grandes dimensiones" en la necrópolis Qubbet el-Hawa en Asuán (Egipto).
Así lo destacó hoy el director de la investigación, el profesor del Área de Historia Antigua de la UJA Alejandro Jiménez, quien analizó en rueda de prensa el resultado de las dos campañas desarrolladas hasta ahora en las tumbas QH 33 y QH 34 de la citada necrópolis y cuyos resultados son "muy positivos".
Serrano recordó que en los 46 días que duró la campaña de 2008 se pretendía limpiar el exterior y colocar una puerta metálica que protegiese la tumba una vez abierta para continuar en campañas posteriores, además de realizar el levantamiento topográfico del sitio, medidas para el fomento del turismo; un estudio geo-mecánico del yacimiento y la excavación, documentación y estudio de los materiales de la tumba.
Entre los descubrimientos de esta etapa, se encuentran un pozo de 10,32 metros de profundidad, del tamaño exacto para que entrase un sarcófago, donde probablemente se enterró al noble que ordenó construir la tumba y del que todavía se desconoce la identidad; grupos cerámicos datados entre 1800 y 1450 antes de Cristo y restos de pintura en la zona central del nicho, que tras analizarlas dieron como resultados restos de cuadrículas, una mano con un loto, y un ojo.
Con respecto a la última campaña, desarrollada por 13 investigadores entre octubre y diciembre de 2009, se continuó trabajando en la tumba número 33, en la que se han descendido 15 centímetros del primer estrato en el trabajo de excavación en el interior y se prosiguió la excavación exterior. Además, terminaron los estudios geomecánicos de la colina y aparecieron materiales como óstraca con inscripciones del siglo VII después de Cristo, estelas funerarias egipcias de época faraónica, amuletos o sarcófagos.
UNA PERSONA MUY IMPORTANTE
En cuando a la tumba número 34, Jiménez destacó que "no se ha trabajado en una tumba, si no en un complejo funerario de grandes dimensiones, ya que cuenta con 33 metros de largo y ocho de ancho, lo que nos confirma que pertenecía a una persona muy importante o que aspiraba a serlo".
En cuando a la tumba número 34, Jiménez destacó que "no se ha trabajado en una tumba, si no en un complejo funerario de grandes dimensiones, ya que cuenta con 33 metros de largo y ocho de ancho, lo que nos confirma que pertenecía a una persona muy importante o que aspiraba a serlo".
"A pesar de que pensábamos que en poco tiempo esta tumba iba a ser excavada, en los tres meses que hemos trabajado en su interior tan sólo hemos estudiado el corredor central. Esto se debe a que ha aparecido una gran cantidad de momias, sobre todo de niños de menos de diez años, dentro de ataúdes sin decoración, que datan del 1.700 a.C.", indicó el arqueólogo, quien añadió que también se hallaron objetos funerarios, joyas de cornalina y un sarcófago con decoración de jeroglíficos muy mal conservado así como un "espectacular descubrimiento que todavía no se ha anunciado oficialmente por expreso deseo de las autoridades egipcias".
Así las cosas y dada la importancia de los yacimientos, Jiménez anunció que junto con su grupo realizará este año su tercera campaña, en la que participarán 17 investigadores pertenecientes a las universidades de Jaén, Granada y Madrid, y al Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Las dos primeras etapas fueron subvencionadas por la propia UJA, la Asociación Española de Egiptología, la Caja Rural de Jaén y la empresa Guillermo García, mientras que para 2010 cuenta además con la financiación del Ministerio de Ciencia e Innovación a través de un proyecto de I+D+I.
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