José Iglesias
Además de fomentar el empleo, el Plan Español para el Estímulo de la Economía y el Empleo, el conocido 'Plan Zapatero', ha permitido también descubrir testimonios clave para conocer la historia del baluarte defensivo de Dénia.
Un sondeo arqueológico, a raíz del acondicionamiento de la plaza del Governador con cargo al Plan E, ha descubierto singularísimas piezas cerámicas de uso doméstico de los siglos XI y XII que ponen en evidencia la presencia de viviendas dentro de la fortificación, habitadas, posiblemente por los militares encargados de vigilar la ciudadela.
El arqueólogo municipal, Josep Antoni Gisbert, ha hecho público el informe sobre esta excavación que dirigió la arqueóloga Assumpció Sentí, con la colaboración del también arqueólogo Josep Antoni Ahuir, y Miguel Angel Crespo y Miquel Ortolá.
Esta exploración en la plaza del Governador, descarta también la idea de que en lo alto de la atalaya del castillo se asentara el palacio y residencia del emir Muyahid durante el esplendor de la Daniya musulmana. Gisbert situaría este palacio dentro de la medina, pero en un lugar todavía por descubrir al resguardo de las murallas que discurren frente al mar, posiblemente cerca de la Torre d'En Carrós.
Sin embargo, los restos cerámicos encontrados, acreditan la cultura religiosa de sus moradores y el uso militar de la alcazaba en los siglos XI y XII.
Entre ellos, destaca un fragmento de loza dorada con motivos epigráficos que podría tratarse de una importación fatimí (Egipto). También los fragmentos de trompas o cornetas de cerámica, con acabados de notable calidad, fruto de una cualificada producción artesanal.
El uso de estos instrumentos musicales estuvo unido a la caza y a las actividades militares y de vigilancia. Su sonido alertaba de cualquier peligro a la población y, a buen seguro, fueron muy utilizadas en el primer tercio del siglo XIII, en un período de fuerte actividad bélica a las puertas de la conquista del territorio por el rey Jaume I.
Pero, posiblemente, las piezas más significativas encontradas por su singularidad, son dos objetos de barro con inscripciones árabes y letra cursiva, con importantes textos de inspiración coránica. Así, se pueden leer alabanzas a 'Allah', con fórmulas como 'en el nombre de dios, el clemente', o 'un solo dios', o el nombre de 'mohamed, el mensajero de Allah'.
Son piezas que no se asemejan a ningún otro hallazgo similar, ni en el Al-Andalus ni en el mundo islámico y se cree que estarían vinculados a la industria textil utilizado para enrollar hilo, a modo de madeja, o una aguja para la elaboración de redes de trama ancha.
Otro misterio más a desvelar de los muchos que encierra el baluarte defensivo de Dénia.
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