I. Gómez
El Chao Samartín volverá a ser este año el epicentro de la campaña de excavaciones arqueológicas que se desarrollarán entre julio y septiembre en los yacimientos incluidos en el ámbito de actuación del Plan Arqueológico del Navia-Eo. Y es que el plan de trabajo para los próximos meses del equipo de profesionales y estudiantes destinados al asentamiento grandalés contempla la exhumación de dos nuevas salas de la domus, la construcción romana más emblemática del enclave. «Tenemos identificadas unas 12 estancias, de las que seis están totalmente excavadas y este año podremos afrontar otras dos salas», detalló Ángel Villa, responsable del plan director.
Aunque los hallazgos no se pueden anticipar, Villa indicó que las áreas en las que centrarán los trabajos parecen «tener una función representativa». Es decir, se trataría de salas de recepción o de reunión y no tendrían una función esencial en la vivienda, originaria del siglo I.
En todo caso, el arqueólogo se mostró convencido de que «habrá nuevos hallazgos: El Chao es sorprendente, incluso, para los que llevamos 20 años trabajando en él», confesó.
Sin embargo, las sorpresas también pueden provenir este año del castro de Taramundi. Gracias a la adquisición de una finca colindante al asentamiento por parte del Ayuntamiento, durante esta campaña se ampliará la superficie de trabajo, lo que «nos dará una visión más amplia de lo que era el castro y nos permitirá seguir el plan director que se redactó el año pasado», apuntó Villa. Además, destacó que, de este modo, el yacimiento va a incrementar su potencial turístico y cultural para convertirse en un recurso de primer orden para el concejo.
A este respecto, el responsable del Plan Arqueológico indicó que más allá del indudable valor científico de las excavaciones -relacionado con la datación, localización y organización interna de los poblados fortificados-, los trabajos de exhumación de restos arqueológicos también tratan de conocer «el grado de deterioro» de las ruinas para determinar las posibilidades de su exposición al público.
Mejoras en Coaña
En este sentido, Villa señaló que el castro de Cabo Blanco, localizado en el núcleo franquino de Valdepares, «tiene un grado de conservación óptimo para ser expuesto». Sin embargo, debido a su ubicación costera, precisa un adecuado sistema de protección: «Si no hay criterios de conservación, volverá a ser un basurero», afirmó el arqueólogo, que aseveró que «en unos años, Cabo Blanco será uno de los recursos con mayor potencial del Occidente».
Entre tanto, el castro de Coaña, que será sometido a labores de limpieza y conservación, seguirá siendo uno de los referentes del Parque Histórico, que también ofrece al visitante la posibilidad de conocer el singular castro de Pendia, en Boal, y el de Santa Cruz, en Pesoz. A este respecto, Villa avanzó que «vamos a hacer tareas de limpieza para que pueda verse desde las dos rutas que llevan desde Pesoz al núcleo de A Paicega».
Los trabajos de excavación de este verano -en los que participarán 50 estudiantes de diversos puntos de España y Europa- también afectarán al enclave de San Isidro, entre San Martín de Oscos y Pesoz. Sobre estos restos, Villa resaltó que tiene «gran valor para los investigadores, porque no es un poblado en sentido estricto, sino un asentamiento militar».
También se actuará en el castro de San Chuis, en Allande, un yacimiento que el responsable del plan director considera «paradigma del poblado fortificado de Asturias».
Más información en la web del yacimiento: Chaosanmartin.es
Más información en la web del yacimiento: Chaosanmartin.es
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