M.M.
La importancia del yacimiento arqueológico de la Cueva de Chaves y, por lo tanto, el valor de lo perdido fue puesto de manifiesto ayer por Vicente Baldellou, director del Museo Provincial y de las excavaciones que se han llevado a cabo en este espacio, uno de los tres yacimientos más importantes del neolítico en Europa. "La Cueva de Chaves tenía que dar muchas soluciones, y ya no podrá", afirmó.
Baldellou ofreció una charla en el Instituto de Estudios Altoaragoneses (IEA), para abrir el ciclo "Rechirando en a nuestra identidá", que ha organizado el Ligallo de Redolada de CHA-Plana de Uesca. El título de la conferencia fue "La Cueva de Chaves: lo que era y no es", en referencia a las obras realizadas por la propiedad de la finca, que han supuesto la destrucción del yacimiento, ubicado en el municipio de Casbas de Huesca. Baldellou fue una de las personas que descubrió el enorme deterioro. Resumió sus sentimientos en ese momento indicando: "Fue uno de los disgustos más grandes de mi vida". Los hechos fueron denunciados ante el fiscal por el Gobierno de Aragón, y actualmente se está llevando a cabo una investigación.
"Si cogemos los tres yacimientos neolíticos más importantes, Chaves estaría ahí, en unos aspectos en primer lugar, en otros, en segundo o tercero". Así lo expuso Baldellou, quien recalcó, en una conversación previa a su conferencia, la importancia del yacimiento como introductor de la pintura rupestre esquemática, y también de la agricultura y la ganadería.
Respecto a éste último aspecto, apuntó que "en Teruel no se produce hasta 500 años más tarde o, seguramente, más todavía. Es un grupo de gente que se instala aquí e introduce la economía de producción por primera vez. Y si siempre se había dicho que el neolítico se expandía por mar, esta gente probablemente venía de tierra dentro, atraviesa los Pirineos. Son una serie de cosas importantísimas sobre las que la Cueva Chaves nos tenía que dar la solución, y ya no podrá", se lamentó.
Las excavaciones se encontraban actualmente en un punto de gran interés, tras las doce campañas realizadas en este espacio. "En la zona donde había bloques caídos era más dificil encontrar cosas in situ, pero ahora que nos metíamos más hacia el interior de la cueva empezábamos a encontrar, por ejemplo, un molino con su volandera al lado, una vasija metida en una cubeta excavada en el suelo, un hogar con cantos rodados haciendo un círculo. Es decir, empezábamos a encontrar cosas, muy, muy interesantes", recalcó, al tiempo que lamentó que, "precisamente ahora, se acaba con todo".
Una vez que termine la instrucción del juez, es posible que se puedan analizar los elementos que se retiraron de la cueva. "Es un escaso consuelo, pero algo es algo", dijo Baldellou, quien subrayó que "lo fundamental se ha perdido. Ahí quizá se podría encontrar algún tipo de material interesante, pero los materiales cuando realmente te dan información es cuando están en el lugar donde aparecen", explicó.
Baldellou se refirió asimismo a la protección con que contaba este espacio. "Yo estaba absolutamente tranquilo con respecto a Chaves. Es un sitio que estaba protegido por una valla y los anteriores propietarios del coto siempre habían colaborado con nosotros. Luego, tenía una protección como yacimiento arqueológico y una protección adicional como entorno de unas pinturas rupestres que son Patrimonio de la Unesco. La cueva estaba bastante a salvo de los incontrolados, los clandestinos y los furtivos, que son los que más daño suelen hacer a los yacimientos arqueológicos. Lo que ha sucedido es que se ha cometido un acto delictivo", concluyó.
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