Alejandro Martínez
Los montes de Oia han vuelto a dar una sorpresa a los arqueólogos por su riqueza prehistórica. El Instituto de Estudios Vigueses acaba de participar en el descubrimiento de un nuevo petroglifo en forma de embarcación en un área cercana al curro de Mougás y a la casa forestal.
El hallazgo es insólito porque es el único grabado rupestre conocido con esta forma. Bien es verdad que a una distancia relativamente cercana se han encontrado las únicas representaciones de embarcaciones complejas que dan cuenta de una primitiva actividad comercial con el Mediterráneo.
A diferencia de estas, el petroglifo encontrado representa una nave muy simple, una especie de balsa compuesta por un casco estrecho y un mástil con una forma de media luna que podría representar una vela.
Las características del símbolo conducen a pensar que hacen referencia a una nave autóctona empleada por los primitivos pobladores de Oia, hace más de cuatro mil años.
Proa y mástil
El cuerpo de la nave tiene la forma de un pequeño rectángulo con un extremo levantado en forma de proa, con el mástil situado en el centro.
Este curioso petroglifo fue localizado en la zona denominada como Alto das Veigas, en una superficie en la que también pueden contemplarse combinaciones circulares y otros elementos del más remoto repertorio iconográfico.
El estado de conservación del resto prehistórico es bastante bueno en general, pese a estar expuesto a la intemperie sometido a todo tipo de condiciones externas, pero puede apreciarse perfectamente durante las horas de luz rasante.
El hallazgo fue obra de Cándido Verde Andrés y junto con el arqueólogo y vicedirector del Instituto de Estudios Vigueses Fernando Javier Costas Goberna han publicado el estudio de investigación en el número 14 del boletín Glaucopis de esta institución.
«No podemos encontrar ningún elemento hasta estas fechas en el repertorio iconográfico de los petroglifos del noroeste de la península Ibérica semejante a la figura», manifiestan los autores en la publicación.
El hallazgo se suma a la gran cantidad de restos arqueológicos encontrados en los montes de Oia, un recurso que el Ayuntamiento aún tiene pendiente de explotar para poner en valor su patrimonio e intentar rentabilizarlo para el turismo, ya que no existen políticas para la catalogación, conservación y promoción de los tesoros arqueológicos de sus montes.
Por otro lado, la destrucción de esta riqueza patrimonial ha sido galopante en los últimos años. La degradación de los grabados rupestres pide a gritos, según los ex pertos, medidas para evitar la desaparición de un valioso legado.
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