Publicado en El País
Santiago Belausteguigoitia
Hace más de 4.500 años un macabro ritual funerario pudo celebrarse muy cerca de la actual ciudad de Sevilla. Un grupo de 19 mujeres jóvenes se dirigió hacia la muerte. Un hombre lleno de poder acababa de fallecer. Y las mujeres debían acompañarlo en su viaje al más allá. Todo esto parece una leyenda enriquecida por el paso del tiempo. Sin embargo, un equipo de arqueólogos apunta que esta ceremonia prehistórica debió de ocurrir junto al Dolmen de Montelirio, en el municipio de Castilleja de Guzmán.
El séquito de 19 mujeres muertas junto a un señor majestuoso es uno de los hallazgos más importantes realizados por el equipo de arqueólogos y especialistas que han trabajado en las excavaciones del dolmen. Los trabajos, promovidos por la Junta, comenzaron el pasado julio y concluyeron a principios de este año.
Los arqueólogos todavía se preguntan cómo han sido hallados los restos de un hombre y 19 mujeres en las dos cámaras del dolmen. En el corredor que da acceso a las cámaras hay enterrados tres hombres, que debieron de cumplir el papel de guardianes de su señor en las tierras de ultratumba. En los restos de las mujeres no hay señales de violencia. Las hipótesis señalan que pudieron morir envenenadas. Y que dejaron la vida para acompañar al reyezuelo, jefe u hombre principal. ¿Cómo pudo ocurrir todo esto?
"La clave la veo en la ceremonia. El clan se reúne en el momento en que van a enterrar al jefe. La ceremonia tiene que ser una cosa hermosa. No puede ser darle un mazazo a alguien. Las mujeres van estupendas y sonrientes hacia la muerte porque van a encontrarse con el más allá. Les dan un bebedizo y ya está. Se ha extraído tierra de la zona del estómago de la muerta mejor conservada para ver si tiene veneno", explica el arqueólogo y director de la excavación, Javier Verdugo.
"Los indicios apuntan a que no las matan de forma violenta. Lo más normal es que las dejaran dormidas en el sueño eterno con una droga. Sus cadáveres están depositados siguiendo un orden. Parece ser que la cámara recrea un universo doméstico con un altar en el centro. Las mujeres están muertas alrededor del altar", afirma Verdugo.
Esther Núñez, arqueóloga de la Consejería de Cultura, abunda en esta hipótesis: "Creo que las envenenan porque parece que no hay golpes de maza ni puñaladas en los restos". Apuñalar a alguien o darle un mazazo en la cabeza no era lo más apropiado para realzar la pompa de un ritual tan importante.
¿Los tres guardianes murieron de la misma forma que las 19 novias del Dolmen de Montelirio? "Parece ser que fueron enterrados en el mismo momento que el señor principal y las 19 mujeres. En mi opinión, son los guardianes del gran señor y su séquito. Los guardianes también debían de morir voluntariamente. Lo que les planteaban era claro: 'te dejas morir envenenado o te matamos violentamente", cuenta Verdugo, que es jefe del Servicio de Planificación y Evaluación de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura.
Este ritual se caracteriza por la fascinación de lo sagrado. El Dolmen de Montelirio se sitúa en el punto más alto de una zona de la comarca del Aljarafe. El lugar que ocupa tiene todo el aspecto de estar preparado para las ceremonias que marcan la vida social de una comunidad. La tumba prehistórica domina el río Guadalquivir. Está enclavada en un espacio que parece transmitir fuerza espiritual.
Entre los años 2900 y 2500 antes de Cristo una sociedad que habitaba lo que ahora es el Aljarafe debió de organizar el ritual. El hombre poderoso fue enterrado junto a las 19 novias del Dolmen de Montelirio. ¿Esposas, concubinas, servidoras? Es difícil dar una respuesta exacta sobre cosas que ocurrieron hace miles de años.
"Esta estructura funeraria está rodeada por una muralla que hemos estudiado gracias al georrádar y a otros enterramientos menores que parece ser que rodean este túmulo principal. Muchos indicios apuntan a que la gente construía sus tumbas alrededor del reyezuelo o personaje más importante del clan. Los hallazgos en el dolmen hablan de una sociedad ganadera, cuyos habitantes cultivaban una dehesa. En esta sociedad, el cerdo tenía cierta preponderancia. En el enterramiento hemos encontrado figuritas de cerdo de carácter votivo en la cámara del señor principal", dice Verdugo.
"Lo insólito es que hasta ahora eran enterramientos colectivos sin ningún ritual. Este enterramiento está construido ex profeso para ese hombre principal. Las mujeres tenían entre los 20 y los 30 años. Los restos del hombre están muy dispersos. Parece que era un poquito mayor que las mujeres. El hombre debía de tener unos 40 años", afirma Núñez.
Verdugo relaciona este hallazgo con uno de los enterramientos más célebres del mundo. "La tumba de Ur, en Mesopotamia, es una tumba monumental. En ese enterramiento hay un rey y una reina con soldados, ganado, plañideras y músicos enterrados. Acompañan a sus señores. En la tumba de Ur hay un ajuar riquísimo", asevera Verdugo.
"En Ur hay un enterramiento ritual. En Montelirio el enterramiento es más pobre materialmente hablando. Pero lo cierto es que hasta ahora no se había encontrado un enterramiento de este tipo en la zona de la cultura megalítica occidental", afirma Verdugo. Los vestigios de esta cultura prehistórica se extienden por Irlanda, Inglaterra, la península Ibérica y el norte de África. "Hay un elemento que lo hace excepcional. Además de la complejidad de la sociedad que retrata, es que parece que hay un hombre que puede permitirse el lujo de decidir la muerte de 19 mujeres", concluye Verdugo.
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