Publicado en El Diario Montañés
La pintura pudo convertir a los hombres del Paleolítico en mineros hace 22.000 años, antes de que la minería naciera como tal, en opinión de los geólogos que han descubierto en el Monte Castillo, en Cantabria, una explotación prehistórica de ocre, el pigmento rojizo utilizado en las pinturas de sus cuevas.
El hallazgo ha sido realizado por Grupo de Geología Aplicada del Instituto de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria (IIPC), mientras llevaba a cabo un estudio sobre la estabilidad de las cuevas del Monte Castillo, uno de los emplazamientos prehistóricos más importantes del norte de España, por sus yacimientos y pinturas.
El director del grupo, Alberto Foyo, explicó hoy que, al estudiar una de las cuevas menos conocidas del monte, la de "El Oso", su equipo se encontró con una veta de ocre (arcilla rica en óxido de hierro) con signos de haber sido explotada. Luego halló machacadores y útiles en forma de paleta y, poco después, bolas de ocre amasadas.
La aparición de esas bolas "claramente amasadas", a las que un laboratorio de EEUU ha atribuido una antigüedad de 22.000 años, dio un giro a su trabajo y lo que empezó como un estudio de estabilidad geológica se transformó en la investigación de "una incipiente industria minera", relató hoy el Foyo, en conferencia de prensa.
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