Publicado en El Heraldo de Aragón
Leonor Franco
Las excavaciones arqueológicas que se han efectuado en los últimos meses en el cementerio de la iglesia de San Martín, con el objeto de acondicionar el templo como museo de la Semana Santa, han proporcionado más de una sorpresa.
En los diferentes niveles del terreno han salido a la luz 20.000 huesos individuales y 336 enterramientos, de los cuales 276 coresponden a cadáveres vinculaldos a una de las granes pestes que padeció la ciudad en época medieval. El arquéologo que ha dirigido los trabajos, Javier Ibáñez, señalaba que la existencia de unos patrones de enterramiento generalizados y muy característicos en elevadas mortadades han permitido confirmar esta teoría.
Ibáñez aclaró que los cuerpos están inhumados en largas y profundas zanjas, en las que se van depositando fallecidos, del orden de 2 a 5 al día. "Los cadáveres -subrayó el arqueólogo- están decúbito supino, con las manos en el pecho o en el abdomen y apoyándose el siguiente sobre el pecho del anterior. Algunos presentan posturas más forzadas". Se han localizado seis niveles de enterramientos y, en algunos casos, sellados con cal.
Una de las aportaciones más curiosas es la presencia de algunos cráneos perfectamente seccionados. A juicio del experto, habría que situar estos restos dentro del marco de un estudio médico, "como si en la época se hubieran intentado estudiar las causas de la epidemia", precisó el arqueólogo.
La ausencia de ajuar está dificultando las tareas de datación de las fosas, por lo que, a la espera de estudios científicos más profundos, Javier Ibáñez baraja dos hipótesis. Una, vincularía a los cadáveres con la denominada "peste aragonesa", que entre los años 1648 y 1654 dejó 6.000 muertos solo en Zaragoza; y otra posibilidad planteada es la vinculación de los enterramientos masivos con la epidemia que asoló la ciudad en 1530 y que ocasionó 1.200 muertes en Teruel.
Los restos más antiguos
Si interesantes son los resultados de las fosas, no son menos los restos de la primitiva iglesia románica encontrados en el nivel inferior de las excavaciones.
Javier Ibáñez explicó que los muros localizados de más de tres metros de longitud están datados en el siglo XII, "y algunos materiales, incluso anteriores a esta fecha". Destacó que el templo, con una estructura de menores dimensiones que la actual iglesia gótica, presenta "una gran potencialidad turística y cultural, ya que estaríamos hablando de los restos visibles monumentales más antiguos de Teruel, más que las torres mudéjares".
Noticia completa en El Heraldo de Aragón
Más información sobre el Mudéjar de Teruel en Arteguías
No hay comentarios:
Publicar un comentario