El equipo de arqueólogos municipales se trasladó ayer al barrio de Fuensanta para determinar la antigüedad de los restos humanos hallados durante las obras de alcantarillado.
Los arqueólogos están estudiando si el cementerio podría pertenecer al centro asistencial de la Casa de la Misericordia que hasta el siglo XIX estuvo ubicado en el barrio del Carmen, tal y como aparece en la cartografía del Padre Tosca. «Estamos determinando si este cementerio tenía vinculación con el centro asistencial, pero nos faltanmás estudios », afirmaba desde el Ayuntamiento.
Los expertos también coinciden en que hasta el siglo XIX los cementerios se ubicaban en el extrarradio como medida higiénica y por tanto correspondería con el cementerio, puesto que esta zona antes era huerta. El barrio de Fuensanta se constuyó en la década de los 50 del siglo pasado.
Los expertos todavían no han podido concretar una fecha y barajan un periodo de tiempo comprendido entre el siglo XVII y el XIX. «No hemos encontrado ningún objeto, moneda o botón que pudiera determinar con precisión la época. Pero seguimos trabajando y esperamos tener más datos», explicaban las mismas fuentes.
El departamento de arqueología calcula que en unos 10 días tendrán los resultados.
En el enterramiento se han encontrado restos de cal que confirman que podría tratarse de un enterramiento producido tras una epidemia. La cal se utilizaba para cubrir los cuerpos y evitar que los restos de epidemia quedaran en la superficie. «Valencia ha sufrido muchas epidemias desde la peste negra en el siglo XIV o el cólera en el XVII o el XIX, por eso se podría tratar de cualquier enfermedad», señalaronlas fuentes.
Lo único que sí que tienen claro los expertos es que los esqueletos no formaban parte de una fosa común de la Guerra Civil. «Sin duda, son anteriores y pertenecen a un cementerio porque están ubicados de forma estructurada y con una determinada orientación», señaló ayer el concejal de Seguridad, Miquel Domínguez, que también estuvo presente durante la excavación arqueológica.
La jueza de guardia determinó el martes paralizar las obras para que los servicios de arqueología municipales iniciaran la investigación. «Pensamos que no tardarán mucho en averiguar la antigüedad y mientras, seguiremos trabajando por las otras calles que forman parte de la obra. Por eso, no creemos que se retrase el proyecto que forma parte del plan estatal y debe estar concluido antes de finalizar el año», explicaba ayer la concejala del Ciclo Integral del Agua, María Ángels Ramón-Llin, que se encontraba también en el barrio de Fuensanta.
De momento, la zona está protegida y se ha retirado el cráneo y los restos de esqueltos aparecidos en la zanja para analizarlos en el laboratorio. Mientras los vecinos observaban ayer detalladamente todo el movimiento. «Yo fui el que llamé a la Policía Local al ver el cráneo en la zanja y ya veremos si no nos tienen que levantar el resto de las calles», aseguraba un vecino del barrio de Fuensanta.
La concejala María Ángels Ramón-Llin aseguraba que estaban tranquilos porque los restos no pertenecían a un suceso reciente. «Es un hallazgo arqueológico de la historia de Valencia», señaló la concejala.
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