09 junio 2009

Una publicación aúna documentación y restos arqueológicos para analizar 'El cristianismo primitivo en Aragón'

Publicado en Europa Press

Caja Inmaculada (CAI) ha editado un nuevo volumen de la colección 'Mariano de Pano y Ruata', dedicada a temas aragoneses desde 1987. En esta ocasión, la publicación aúna documentación escrita y restos arqueológicos para analizar el cristianismo primitivo en Aragón, sus orígenes y la influencia que tuvo en la Comunidad, en especial en la capital aragonesa, desde el siglo I hasta el siglo V después de Cristo, con objetos hasta ahora inéditos, como los hallazgos romanos de la Basílica del Pilar de Zaragoza.

El libro, titulado 'El cristianismo primitivo en Aragón', ha sido presentado hoy en rueda de prensa, en la sede de CAI en Zaragoza, por el presidente de la entidad, Antonio Aznar, el director de la colección, y colaborador en el volumen, Guillermo Fatás, los autores Antonio Mostalac y María Victoria Escribano, y el coordinador de la colección, Ricardo Centellas.

El presidente de la caja, Antonio Aznar, explicó que con esta colección se pretende buscar "las esencias" de Aragón, publicando un volumen al año en una colección "de prestigio", con libros "de alta divulgación" que se dirigen a un lector "culto medio", al que ofrecen numerosos detalles sobre el tema estudiado, indicó Guillermo Fatás.

Así, "quien sepa mirar y leer" el volumen que hoy se ha presentado, encontrará "muchas historias cruzadas y anécdotas reveladoras de un pasado muy rico y antiguo", el de la Comunidad aragonesa y su relación con el cristianismo.

El libro presenta testimonios sobre la evolución del cristianismo en la Comunidad, donde pasó de ser una religión "perseguida, a ser tolerada y ser una religión triunfante", indicó la catedrática de Historia Antigua de la Universidad de Zaragoza, María Victoria Escribano. Se presta especial atención al estudio de los cánones del I Concilio de Caesaraugusta, del año 379, que reunió en la ciudad a doce obispos hispanos y galos con el objetivo de poner límite a prácticas consideradas heréticas.

Combinando historia y arqueología "vemos como el cristianismo dejó su impronta en la ciudad", Caesaraugusta, donde los cristianos se asentaron desde el siglo III. A partir del siglo IV, se encuentran lugares "centrales" en la ciudad que atestiguan la presencia del cristianismo.

Esta religión "empezó a competir con la religión pagana en la monumentalidad", aportando a la ciudad sus propios edificios y templos, en muchos casos dedicados a los mártires, tal y como destacan los testimonios de Prudencio e Isidoro, apuntó Escribano.

De esta forma, y a través de las excavaciones realizadas en el templo de Santa Engracia, se demuestra que "Caesaragusta brillaba en el siglo IV" y la Basílica de Santa Engracia era entonces "un lugar de peregrinación", afirmó el doctor en Filosofía y Letras y jefe del Servicio de Patrimonio e Historia Cultural del Ayuntamiento de Zaragoza, Antonio Mostalac, quien agregó que es en las provincias de Huesca y Zaragoza donde más restos arqueológicos paleocristianos se conservan, mientras que en la de Teruel existe "un vacío" sobre esta etapa.

En el caso de la Basílica de Santa Engracia, las investigaciones realizadas en el segundo semestre de 2008 detectaron en el templo, de la segunda mitad del siglo IV, el baptisterio y el dinamismo arquitectónico de la actual cripta, desde sus orígenes hasta la actualidad.

En este trabajo de investigación también se descubrieron ampollas para guardar aceite relacionadas con el culto a los mártires cesaraugustanos y la reconstrucción hipotética del primitivo 'martyrium', relacionado con la necrópolis, que se situó al final de la actual calle Costa con la Plaza de los Sitios y que hasta ahora era interpretado como un comedor de una casa de época romana.

Además, el volumen presenta la imagen del rostro de Cristo en Caesaraugusta más antigua que se conserva, hacia el año 330, y que ocupa la portada de la publicación. Esta imagen pertenece a un sarcófago paleocristiano de la 'Recepción del Alma, situado en la cripta de la Basílica de Santa Engracia de Zaragoza.

LA BASÍLICA DEL PILAR
En el libro, complemento del volumen 'La antigüedad tardía' de la misma colección, se analizan también los orígenes de la primitiva basílica del Pilar y la tradición del relato de la aparición de la Virgen María al Apóstol Santiago en Zaragoza, aportando un relato del siglo XIII en versión latina y castellana.

También se muestra el testamento sacramental de Mucio, el documento más antiguo que menciona el templo de Santa María la Mayor de Zaragoza, la Basílica del Pilar. En este templo, asimismo, se estudian los restos romanos "altoimperiales" aparecidos en 1935 bajo su nave central, señaló Antonio Mostalac, entre los que figura un retrato inédito en Caesar Augusta de Agripina la Mayor.

Estos restos romanos en el subsuelo del interior del templo, junto a la identificación del material de la Santa Columna (brocatel de Tortosa), certifican la presencia de un importante conjunto arquitectónico vinculado al templo romano delante del actual Ayuntamiento, en la primera mitad del siglo I d.C.

Con esta investigación, los autores descartan la posibilidad de que debajo de la Basílica del Pilar hubiera existido una posible 'domus ecclesia', un lugar de veneración en una casa privada romana, en los años 40 d.C. Los restos conocidos en la actualidad apuntan hacia un edificio de mayor monumentalidad y con un notable repertorio ornamental.

AUTORES
Antonio Mostalac es doctor en Filosofía y Letras --Arqueología-- por la Universidad de Zaragoza y Premio Extraordinario de Licenciatura y de Doctorado. En la actualidad es jefe del Servicio de Patrimonio e Historia Cultural del Ayuntamiento de Zaragoza.

Por su parte, María Victoria Escribano es catedrática de Historia Antigua de la Universidad de Zaragoza y especialista en Antigüedad Tardía, Historia del cristianismo antiguo, herejía y legislación romana. Actualmente prosigue el estudio del Libro XVI del 'Codex Theodosianus', dedicado íntegramente a la religión, y colabora con grupos de investigación de distintas universidades españolas y extranjeras.

Aquellas personas interesadas en su trabajo y en conocer los orígenes del cristianismo en Aragón, podrán encontrar este volumen en las librerías, a un precio de 37 euros. Los 2.500 ejemplares a la venta serán distribuidos por Librería Pórtico.

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