Josefa Estrada
En las obras de reurbanización de San Clemente ha aparecido una fuente antigua que ha supuesto una auténtica sorpresa. Y es que, como dice una de los arqueólogos del Ayuntamiento, Dolores Cerqueiro, "sabíamos que había varias piezas por la zona, pero todas están dentro de la antigua muralla de la ciudad. Ésta, sin embargo, se encuentra fuera, y eso es una novedad. No está documentada en los archivos ni en la cartografía histórica".
La fuente se encontró cuando las palas horadaban la rúa de San Clemente, justo en ese trozo de plaza en el que hace poco tiempo estacionaban los coches.
Se detectó enseguida "porque siempre hay un arqueólogo vigilando este tipo de trabajos", dice Cerqueiro. Así que el jueves, en cuanto apareció la primera piedra, se mandó parar a la excavadora", explica. "Al principio no se sabía qué podía ser: solo eran una piezas sueltas. El viernes ya pudimos apreciar que se trataba de una fuente, aunque aún no sabemos a qué época pertenece", dice.
Algunos obreros comentaron ayer que "el arqueólogo que vigila la obra señaló que tenía unos 400 años de antigüedad". Para Cerqueiro, sin embargo, "es imposible saber algo así tan pronto porque no conocemos qué planta tiene, ni cuál es su tipología. De momento está a la vista un tramo de escaleras, pero puede aparecer otro, o puede que veamos más adelante que tiene incluso un tercer acceso..."
'Modus operandi'. A partir de ahora, se seguirá un proceso "lento", dice la arqueóloga de Raxoi. "Primero se tienen que retirar manualmente, capa a capa, los dos metros de tierra que tiene encima la fuente", explica. Al mismo tiempo, "un arqueólogo se encargará de bucear en los archivos para ver si hay algún registro histórico que haga referencia a esta construcción, aunque ya habíamos estudiado toda la cartografía que hay desde el siglo XVI". Pero "esperemos que haya algo escrito sobre ella". "En tres o cuatro días podremos decir a qué época pertenece", afirma la experta.
Había trozos de cerámica. Junto a la fuente se han encontrado varios objetos de cerámica. Son restos de una antigua vajilla de barro, aunque están muy rotos y son tan escasos "que no nos sirven para datar a qué época pertenecen", dice la arqueóloga del Ayuntamiento.
Al otro lado de la muralla. Los historiadores sabían que había algunas fuentes dentro de la antigua muralla de Santiago, y que alimentaban incluso el foso que rodeaba el muro, pero ahora es la primera vez que se encuentra una fuente fuera de los límites de esa muralla.
De un manantial. La fuente recién descubierta se nutre de un manantial que nace allí mismo, en San Clemente, y que está obligando ahora a achicar agua continuamente.
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