El presidente de la Fundación del Patrimonio Histórico y de Caja España, Santos Llamas, acompañado por el responsable de Fundaciones de Caja España, Matías Pedruelo y el director gerente de la Fundación, Ramón Álvarez Vega, entregó este lunes los trabajos de restauración de las pinturas murales de la capilla de Santa Teresa de la catedral de León, fechadas en el año 1459 y atribuidas al maestro Nicolás Francés.
La intervención ha supuesto una inversión de 125.419 euros, de los que a Fundación del Patrimonio Histórico ha aportado el 75%, con la colaboración del Cabildo catedralicio, que comprometió el 25% restante. Llamas, destacó la importancia de estas pinturas medievales que se encontraban "muy deterioradas" y expresó su orgullo porque la inversión haya permitido la creación de 150 puestos de trabajo. Al mismo tiempo, garantizó la apuesta por las vidrieras y el órgano del templo al considerar que "merece la pena para transmitir nuestro pasado a generaciones venideras", dijo.
La restauradora Natalia Rodríguez explicó que las pinturas se encontraban "prácticamente perdidas" en registro superior. La restauración consistió en "redescubrir" esta parte eliminando las capas que había superpuestas y consolidándola, ya que "estaba bastante deteriorada" por culpa de problemas de filtraciones en las obras de restauración realizadas a finales del siglo XIX. El trabajo de la Fundación partió de la investigación para luego acometer la limpieza, consolidación de los morteros y la película pictórica donde existía riesgo de pérdida, así como la reintegración cromática donde había lagunas y protección final de las pinturas restauradas. Además, La Fundación restauró la talla de Santa Teresa, del siglo XVII, obra del salmantino Antonio de La Paz y actual titular de la capilla. La imagen tenía grietas y estaba oscurecida por la suciedad superficial y el envejecimiento de los barnices.
Las pinturas murales de Nicolás Francés, de 1459, cubren el testero de la capilla de Santa Teresa de la catedral de León. De estilo gótico internacional con influencia miniaturista, constan de una escena principal, el martirio de San Sebastián, sobre una galería de arquitectura fingida que cobija a San Fabián, San Antonio Abad, San Bartolomé y San Antolín. La técnica es temple, pintura mural al seco y ocupan una extensión de ocho metros de altura por 5,10 de anchura.
Francés es una figura fundamental en el panorama artístico leonés. Llegado desde Francia en torno a 1424, se convirtió en un maestro polifacético imprescindible para el cabildo de la Pulchra Leonina.
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