Publicado en El Correo Digital
Eva Molano
Las excavaciones realizadas en el yacimiento de Zabaletxe, junto a la playa de Meñakoz, en Barrika, han arrojado indicios de la presencia del Neanderthal en Uribe Kosta hace 100.000 años. Hasta ahora, se había datado aproximadamente en el año 40.000 Antes de Cristo, tras una estimación por el método del Carbono 14 en una prospección realizada en Sopelana. La franja costera de ambos municipios posee un alto valor arqueológico.
El yacimiento conocido como Kurtzia comprende un amplio territorio que se extiende desde Punta Galea hasta Plentzia. Las primeras actuaciones arqueológicas en la comarca se remontan a los años 50 y los resultados de las catas ofrecieron distintos niveles estratigráficos que abarcaban desde el Paleolítico Medio -125.000 a. C.- hasta la Edad de los Metales, (4.000 a. C), y se encontraron raederas, puntas musterienses, laminas, raspadores y otros utensilios.
En 1990, nuevas prospecciones en las inmediaciones de la playa de Meñakoz arrojaron que dado el afloramiento de sílex, la zona había albergado un taller al aire libre que surtía a la colonia establecida en las inmediaciones y a los asentamientos cercanos. A pesar de los materiales que se recogieron -núcleos, restos de talla- el enclave nunca fue objeto de un estudio detallado, «y eso que es susceptible de arrojar descubrimientos de gran valor arqueológico a menos de 10 metros de profundidad», explica el arqueólogo Mikel Aguirre.
El especialista forma parte de un equipo de ocho expertos que desde noviembre investigan los restos de la actividad humana en el Paleolítico en el yacimiento de Zabaletxe. Así, en los niveles más superficiales de la tierra han encontrado materiales de procedencia humana -del Homo Sapiens- fechados en la Edad de los Metales y a 5,5 metros de profundidad, importantes restos de industria lítica del Paleolítico Medio Antiguo, correspondientes al hombre Neanderthal. Aguirre considera que este nivel podría tener una antigüedad de más de 100.000 años, con lo que sería el más antiguo conocido en Vizcaya.
Trabajo para cuatro años
El equipo valoró primero el suelo desde el punto de vista geopalentológico para comprobar su potencialidad. Para ello, utilizaron un radar electromagnético, que aporta la información del terreno en tres dimensiones. Posteriormente, realizaron un corte vertical para determinar los niveles estratigráficos. Excavaron una brecha de 9 metros cuadrados. La presencia humana se ha detectado en al menos 4 puntos estratigráficos. «El objetivo no sólo encontrar desde cuándo habitó el hombre en este punto sino la presencia humana a lo largo de toda la secuencia», aclara Aguirre.
Por otro lado, se han detectado varias «anomalías» en diversos puntos de los 1.400 metros cuadrados que se han sondeado con el georadar. Se podrían correponder con restos de fuego prehistórico, agujeros de poste o estructuras de cabaña. El paso en 2010 será volver a explorar el terreno en estos puntos para contrastar si estas anomalías tienen o no un origen antrópico. El proyecto tendrá una duración de otro año más. El alcalde, Juanjo Ezpeleta, explica que «se trata de poner en valor el patrimonio arqueológico de Barrika. En las cuevas de Santimamiñe hay sílex que se cree procede de este yacimiento».
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