Publicado en Noticias de Guipuzcoa
El complejo arqueológico de las cuevas de Aitzbitarte, enclavado en el parque Landarbaso de Errenteria, está siendo objeto de saqueos y excavaciones ilegales. Los primeros en advertir estos ultrajes fueron los miembros de Aitzbitarteko Lagunak, una asociación errenteriarra compuesta por ciudadanos apasionados con la Prehistoria.
"Hará un mes que empezamos a ver algunos agujeros y movimientos de piedras cerca de la cueva Aitzbitarte IV. Bajo la bóveda hay un agujero grande y en el lado izquierdo también hay indicios de que han estado buscando restos", manifiesta, preocupado, Mikel Gil, uno de la agrupación. "Creemos que se trata de un excavador furtivo que está buscando vestigios prehistóricos para luego coleccionarlos o venderlos", apunta.
Ante esta posible acción de los cazatesoros, la semana pasada el colectivo de amigos del complejo arqueológico se puso en contacto con el departamento de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Errenteria y avisaron a un compañero que trabaja en Aranzadi, según indica Gil.
Desde el Ayuntamiento del municipio errenteriarra confirman la presencia de un intento de expolio en Aitzbitarte. Tras la pertinente comprobación, el Consistorio decidió dar parte a la Diputación de Gipuzkoa, institución que ostenta la competencia en conservación del patrimonio cultural del territorio, y al guardabosques municipal.
Las cuevas se encuentran muy próximas a las áreas recreativas de Listorreta y Barrengoloia, por lo que también han puesto sobre aviso a las guías que dispensan información sobre el entorno. Todo ello, con el objetivo de llegar a saber quién está detrás de las excavaciones clandestinas que están destrozando parte de la gran riqueza que atesoran las grutas.
Cazadores de hace 30.000 años
Los miembros de Aitzbitarteko Lagunak piensan que esa persona ya ha hallado algunos utensilios prehistóricos o huesos. "Hay bastantes restos arqueológicos aquí. Pero el excavador no va a conseguir venderlos. Lo que está haciendo no tiene ningún valor si el trabajo no se realiza siguiendo un protocolo", explican.
Y es que es necesario realizar un análisis estratigráfico, es decir, realizar la excavación por capas, para que el fruto de los hallazgos tenga suficiente relevancia. Los sedimentos más jóvenes se encuentran en la parte superior, mientras que los más antiguos están abajo. De esta manera, y relacionando unos vestigios con otros, los arqueólogos determinan la época y la función del material hallado. Sin estos datos, cualquier hueso encontrado no dejará de ser un simple hueso. Un resto paleontológico imposible de situar en ninguna época prehistórica.
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