Esther R. Medina
Es la historia que está bajo tierra, a 1,7 metros de profundidad, un periodo inhumano y cruel que durante 70 años ha sido silenciado y ocultado. Los restos de fusilados durante la represión franquista que se localizaron el pasado mes de marzo en una nueva fosa del Lomo de La Faya, en Fuencaliente, serán exhumados en los próximos días por un equipo de arqueólogos de la empresa Arqueocanarias, la misma que realizó la excavación colindante en la que se encontraron seis cuerpos, dos de los cuales ya han sido identificados. Las tareas de campo, dirigidas por Verónica Alberto, comenzaron ayer a las ocho de la mañana y concluirán el próximo día 13 de julio. El Cabildo ha asumido la financiación de los trabajos.
Con el aire fresco de la mañana, los arqueólogos José Juan Ojeda, Pedro Cabrera y Verónica Alberto ascendieron ayer de nuevo la pendiente arenosa del Lomo de La Faya, un enclave que, según todos los indicios, está minado de desaparecidos de la Guerra Civil. La experiencia de la excavación anterior les ha curtido, saben que van a trabajar diez días en un contexto en el que se desencadenaron hechos atroces y viles. Sin embargo, reconocen que no podrán distanciarse de aquellos acontecimientos históricos. «Vengo preparado porque sé lo que me voy a encontrar, pero eso no quiere decir que me vaya a resultar más fácil; será igual de duro», admite Cabrera. «Me siento muy vinculado a los familiares, en sus rostros veo angustia mientras trabajo y se viven momentos tensos», asegura. «La experiencia anterior me ha preparado un poco, pero aún así, sé donde estoy y lo que estoy haciendo, y eso me afecta», afirma Juan José Ojeda.
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