Publicado en El Heraldo
Leonor Franco
El coro de la catedral de Albarracín recobrará su imagen primitiva tras las obras de restauración iniciadas recientemente y que contemplan una intervención parcial de los espacios interiores del templo.
Los trabajos, que corresponden a la segunda fase del plan director de la catedral, cuentan con un presupuesto de 568.363 euros que están siendo financiados a través del 1% que el Ministerio de Fomento destina al patrimonio cultural. Supervisada por el Instituto de Patrimonio Histórico, la intervención fue adjudicada a la empresa Geotecnia, que realiza los trabajos conjuntamente con la Fundación Santa María de Albarracín, entidad promotora del proyecto.
La restauración incide en los accesos a la capilla del Bautismo, desde la plaza de La Seo, e incluye el tratamiento para eliminar filtraciones de humedades en los muros y la renovación de redes eléctricas y climatización. No obstante, la actuación estrella afecta al coro, a una superficie que va desde la primitiva sala capitular hasta la cripta de los obispos y que abarca los bienes muebles y las pinturas murales.
El gerente de la Fundación Santa María, Antonio Jiménez, explicó que este proyecto va a permitir rescatar las pinturas originales del coro, ocultas hasta ahora por una capa de pintura realizada a principios del siglo pasado.
Tres capas de pintura
El descubrimiento de estos frescos no es algo nuevo. Hace varios años que durante un curso de restauración promovido por la citada Fundación salieron a la luz en el último cuerpo del coro unas primeras pinturas del siglo XVI, muy deterioradas aunque todavía se percibe algún dorado, y sobre ellas otras que pueden corresponde a un periodo situado entre los siglos XVII y XVIII. "Estas segundas se conservan bastante bien sobre los paramentos, bóveda y nervios, y, aunque todavía están por datar con exactitud, podrían situarse en una etapa en la que se redecoró la catedral", señalaba Antonio Jiménez.
Descubrir las escenas de numerosos angelotes, muy definidas y con un trazo que recuerda al estilo naif, extendidas a lo largo de todo el coro, constituirá toda una sorpresa, según considera el director de la Fundación, quien explicó que la imagen final de este espacio religioso será decidida, no obstante, por los técnicos del Instituto de Patrimonio Histórico. "Habrá que plantearse si se mantienen las primeras o las segundas pinturas, aunque yo creo que estaría justificado sacar a la luz las del siglo XVIII, porque presentan una factura de mucha calidad y, además, están muy extendidas. Lo que está claro es que se eliminará la tercera y última capa, la que ahora ve el público", afirmaba Jiménez.
Antigua capilla de San Juan
La operación del cambio de imagen del templo, que incluye asimismo una intervención en parte de la cubierta con el retajado de algunas zonas, se completará con la recuperación de unas pinturas esgrafiadas muy coloristas que se encontraban ocultas bajo un repintado en los zócalos de los accesos a la Catedral desde la plaza de La Seo. Se trata de la primitiva capilla de San Juan.
El proyecto de restauración de la catedral de Albarracín fue adjudicado por la Dirección de General de Bellas Artes a la empresa Geotecnia y Cimientos S. A., el pasado mes de julio. Los trabajos corresponden a la segunda fase del plan director de la citada catedral. La primera actuación se ejecutó hace más de cinco años y consistió en la reparación de cubiertas. Entonces se invirtió un millón de euros.
Según los plazos previstos inicialmente, las obras que se están acometiendo en la actualidad concluirán en el verano del próximo año. Antonio Jiménez considera que el proyecto de restauración de la catedral "debería tener continuidad". La nave central y las capillas laterales que la rodean serían, a su juicio, los espacios que podrían formar parte de una nueva fase.
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