Publicado en Diario de León
Cristina Fanjul
Las últimas excavaciones realizadas en San Miguel de Escalada, entre los años 2003 y 2004, sacaron a la luz varios tesoros, entre ellos, un reloj solar y los mantos de los monjes del monasterio.
Los responsables de la empresa adjudicataria de la excavación han asegurado que, de momento, no entregarán estas piezas en el Museo de León puesto que la investigación aún no ha finalizado y las conclusiones de los trabajos arqueológicos no se han ultimado. Emilio Campomanes añade además que con los resultados del estudio se publicará un libro, si bien rechaza hablar de plazos y fechas límite. «Tenemos un tema pendiente con la Junta de Castilla y León; en cuanto se resuelva, podremos ser más explícitos», precisa.
En cualquier caso, y en opinión de los expertos, los hallazgos tendrían una importancia capital y, de hecho, el propio Campomanes admite que, en el caso del reloj solar, la pieza no tiene paralelos conocidos. Los arqueólogos e historiadores consultados hacen hincapié en el hecho de que los ropajes descubiertos pueden ser materiales únicos, puesto que existen poquísimos ajuares religiosos medievales. No obstante, precisan que no sería lo mismo que se tratara de mantos del siglo del XVI que del XIV. «Incluso podría darse el caso de que fueran anteriores, con lo que la importancia sería sobresaliente», destacan. Entre ellos, podrían estar los utilizados para amortajar a Fray Antonio de Guevara, confesor de Felipe II. Asimismo, se cree que allí descansaba el abad que en el siglo X encargó una copia del Beato al monje Maius, joya que conserva la Morgan Library de Nueva York y que estos días centra la polémica. Cabe reseñarse el hecho de que la Junta está a punto de licitar la primera fase del estudio de documentación para el que será el centro de interpretación de Escalada. Es decir, quien finalmente se haga cargo de este proyecto debería poder contar con la documentación precisa de estas piezas con el fin de que se incluyan en el estudio. Todos estos materiales aparecieron en las excavaciones que tuvieron lugar en los años 2003 y 2004, trabajos que desenterraron nuevos conocimientos acerca de las dependencias de los monjes. Así, las catas sacaron a la luz cinco tumbas talladas en roca natural. Los restos corresponden con distintas épocas de ocupación del cenobio, si bien algunas podrían pertenecer al mozárabe, puesto que los refuerzos de sillares son idénticos a los del muro norte de la iglesia mozárabe.
El estudio del osario
Por otro lado, el profesor de Antropología, Luis Caro Dobón, continúa la investigación de los osarios del monasterio, hallados en la misma campaña que los materiales citados anteriormente.
Se trata de uno de los proyectos mas ambiciosos debido, entre otras cosas, al número de individuos exhumados: 390 en total. Esta cifra de inhumaciones es un hecho muy poco frecuente y permitirá hacer estudios de población, convirtiendose en referente en España. Además, la epoca que engloba este enterramiento abarca desde la Baja Edad Media hasta la Alta Edad Moderna. Hay que subrayar que, a la par de la antropologia biologica, Luis Caro llevará a cabo también la social, ya que no puede hablarse de unos restos sin referirse a su contexto y a los factores que rodearon su vida y su muerte. Estudiando los huesos se puede descubrir el desarrollo de los musculos y, de esta manera, comprender el tipo de trabajo y de vida que llevó el finado.
El objetivo de esta investigación es avanzar en el conocimiento biológico de grandes poblaciones históricas de Castilla y León, y al mismo tiempo, trabajar en el establecimiento y consolidación de un fondo osteológico documental que permita el análisis pormenorizado de otros estudios arqueológicos e históricos. El análisis incluirá la elaboración de un informe antropológico detallado de cada una de las inhumaciones, haciendo referencia al sexo y la edad de cada uno de los restos, así como de la observación de los caracteres sexuales óseos craneales y postcraneales. Junto a esto, se detallarán las particularidades patológicas de relevancia que pueda presentar la inhumación, con especial referencia a la patología bucodental. Con posterioridad, se realizarán los estudios de enfermedades y los de población.
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