Publicado en Arqueomurcia
El consejero de Cultura y Turismo, Pedro Alberto Cruz, presentó hoy los resultados de las excavaciones llevadas a cabo en la Iglesia de San Juan de Dios de Murcia y que han sacado a la luz los restos del antiguo Alcázar de Murcia, construido durante el tercer cuarto del siglo XII, durante la etapa de gobierno de Ibn Mardanish. Acompañaron al consejero en la presentación el director del Museo de Bellas Artes, del que depende la Iglesia Museo San Juan de Dios, Juan García Sandoval, la directora de los trabajos de restauración, Eva María Mendiola, y el director general de Bellas Artes y Bienes Culturales, Enrique Ujaldón.
Los elementos conservados constan de tres partes diferenciadas: la muralla del alcázar, el panteón (rawda) y el oratorio (mihrab). De este último se ha encontrado el arco de herradura, dovelado y con nicho rectangular, que el consejero calificó como “un elemento de un valor incalculable en la medida en que la policromía permanece casi intacta en la mayor parte del arco, hecho que permitirá a los estudiosos de esta época hacerse una idea más fehaciente de cuáles eran los comportamientos, el modus operandi estético de ese momento”.
El arco se encontraba tapiado y se conservaba parte de la decoración exterior; en la intervención que se esta llevando a cabo se ha vaciado la tapia del arco y retirado los enlucidos, y se ha encontrado la decoración del interior.
Sobre este antiguo oratorio se construye la primera iglesia de la ciudad de Murcia, fundada por el entonces Infante Alfonso, futuro Alfonso X ‘El Sabio’. Esta primera iglesia nace bajo la advocación de Santa María la Real, pero ya en el siglo XV pasa a ser llamada de Santa María de Gracia. Fue aquí donde se depositó el corazón de Alfonso X, el mismo que posteriormente fue trasladado solemnemente a la Catedral de Murcia en 1521 bajo el reinado de Carlos I.
Los trabajos de restauración consisten en la consolidación estructural de los restos arqueológicos, e inciden con relevancia en los elementos más importantes: oratorio, panteón y muralla. La intervención se basa en la limpieza, consolidación química y estructural de los restos arqueológicos, así como la reintegración volumétrica de la muralla, recuperación del suelo de mármol y de las cubiertas de las tumbas (macabrillas) del panteón, y la sujeción del arco, con la retirada de los enlucidos que cubrían la decoración de este elemento que es único en la Región .
La intervención de restauración, que se está realizando “con celeridad y resultados sorprendentes”, según el consejero, tiene un presupuesto de 108.699 euros.
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