Publicado en Las Provincias
Enrique Mora
Una nueva campaña para las excavaciones en La Carència continuará el próximo mes de julio.
Rosa Albiach, del Servei d'Investigació Prehistòrica y conservadora del Museu de Prehistòria de la Diputació de València, confirmó este extremo a LAS PROVINCIAS y anunció que a mediados de julio "iniciaremos la novena campaña arqueológica en La Carència y su territorio para finalizar a mediados de agosto".
"Los trabajos se realizarán en una zona periurbana, extramuros pero cerca de una de las murallas, y en ella pretendemos averiguar las actividades artesanales que se desarrollaron en esta zona", explicó la directora de las excavaciones.
De igual forma se proseguirá en la prospección de las laderas y el entorno del yacimiento, "que ya iniciamos el pasado año", y con la que se localizaron nuevos asentamientos.
Por otro lado, dentro de los trabajos de territorio, y en colaboración con el Centro de Investigaciones sobre Desertificación (CIDE), "realizaremos sondeos sedimentarios y posteriores analíticas para completar los estudios sobre paisaje en las épocas ibérica y romana y su evolución hasta nuestros días".
La arqueóloga destaca la importancia que supone la incoación de expediente por parte de la Generalitat para establecer la normativa protectora del yacimiento de La Carència.
Concretamente Rosa Albiach, tras lograr la declaración en 2005 como Bien de Interés Cultural (BIC), lo valora "como el reconocimiento que la Dirección General de Patrimonio Cultural Valenciano ha concedido a las investigaciones que un equipo interdisciplinar está realizando ininterrumpidamente desde el año 2001 en La Carència y su territorio. Y sobre todo como la salvaguarda de uno de los yacimientos valencianos más alterado por expolios".
Delimitación del entorno
Como ya informó LAS PROVINCIAS, con este procedimiento la administración autonómica pretende la delimitación del entorno de protección de este poblado iberorromano.
Con la finalidad de preservar el paisaje histórico del yacimiento, "no se autorizará edificación alguna para cualquier uso, quedando expresamente prohibidos los vertidos de residuos y movimientos de tierra, salvo los requeridos para su estudio y conservación". Los edificios existentes "no podrán aumentar su volumen edificado".
También la alcaldesa, Pilar Blasco, destacó la importancia que supone para el municipio. Desde el consistorio no se quiere perder la oportunidad de explotar estos restos como reclamo turístico local y tiene previsto solicitar "las subvenciones que sean necesarias para señalizar la zona e instalar paneles explicativos de lo que allí existió en su día".
A preguntas de LAS PROVINCIAS, y para los no entendidos en la materia, Rosa Albiach explica que la aportación a la investigación que supone el estudio de este yacimiento y su territorio es el conocimiento de una zona valenciana que hasta hace unos años era muy desconocida debido a que carecía de trabajos arqueológicos exhaustivos sobre su pasado".
La importancia de los hallazgos ha mostrado que La Carència era un oppidum o lugar fortificado, como lo denominaban los romanos, y fue un centro de control político, administrativo, económico y religioso de un amplio territorio "en el que hemos hallado numerosos yacimientos de entre media y una hectárea de igual manera que otras ciudades ibéricas valencianas como Edeta (Llíria), Kelin (Caudete de las Fuentes), Saiti (Xàtiva) y Arse (Sagunt)".
Continúa detallando que la romanización de la ciudad y su territorio (siglos II-I a. C.) es un tema prioritario en los estudios del proyecto, habiéndose visto un gran aumento de la densidad de hábitat en este momento.
Durante la época imperial romana (siglos I-III) se ocupa el territorio con villae o casas de campo como grandes explotaciones, y la ocupación de La Carència finaliza al lo largo del siglo III, aunque algunas villas presentan materiales cerámicos que indican su perduración hasta época islámica.
Por otra parte, la entidad del yacimiento y sus hallazgos unida a los estudios numismáticos, "nos aproximan a valorar que estamos ante el lugar que se correspondería con el nombre de Kili y el bilingüe Kili/Gili que aparecen acuñados en las monedas de una ceca adscrita por especialistas a un yacimiento valenciano".
Una demostración de esta gran ciudad es que alrededor de La Carència se han identificado cerca de 70 asentamientos que dependerían de Kili.
Ahora sólo hace falta que la crisis no pare la investigación para los próximos años, ya que es una joya arqueológica que debe de ponerse en valor para los valencianos.
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