28 septiembre 2010

Las últimas excavaciones en Pompeya dan luz a las prácticas comerciales de Roma en el siglo I

Publicado en Andalucía Investiga
Lucrecia Hevia

Acaba de terminar la tercera campaña del proyecto arqueológico Pesca y Garum en Pompeya y Herculano. Explotación de los recursos del mar en ámbito vesubiano patrocinado por el Ministerio de Cultura, en el que colaboran la Universidad de Cádiz y la Universidad Ca’Foscari de Venecia. Tras semanas de trabajo, los investigadores han podido estudiar "varias ánforas, que servían para el almacenaje de productos; restos de huesos de peces (que ayudarán a identificar qué especies se pescaban y trataban) , restos de frutos, e incluso ánforas con cal, que probablemente se usaban para rebajar la acidez de las salsas de pescado", explica Darío Bernal, investigador del proyecto. "Estos hallazgos resultan fundamentales para la descripción de la industria pesquera de la época romana del siglo I d. C.", asegura.

La excavación se ha centrado en la denominada Tienda del Garum de Pompeya (I, XII, 8). "Esta edificación ya fue excavada entre 1958 y 1969. Por eso no esperábamos encontrar restos nuevos. Nuestra intención era interpretar los hallazgos que allí había habido. Sin embargo, nos hemos dado una grata sorpresa”, confiesa satisfecho el profesor Bernal. “Queremos poder explicar qué se hacía en cada una de las habitaciones de la Tienda de Garum y entender el ciclo del Garum (una salsa de pescado muy popular en Roma)”.

Además, a través del estudio de materiales ya excavados relacionados con el instrumental pesquero, este grupo de investigación ha descubierto que “en la Bahía de Nápoles, ya en el siglo I, se pescaba con palangre (una línea continua de cáñamo de la que penden múltiples anzuelos) y se utilizaban anzuelos encadenados para pescar especies de grandes dimensiones”. Además, están trabajando para determinar qué ánforas se usaban para exportar al Mediterráneo salazón de pescado, y así saber la procedencia de las mismas en otros puntos de la geografía mediterránea". De hecho, "sabemos que en Pompeya se consumía salazón elaborado en la Bahía de Cádiz", explica Bernal.

Este grupo de investigación de la UCA (HUM-440) lleva muchos años participando en el estudio de diversos yacimientos romanos del Círculo del Estrecho relacionados con el tema de la industria pesquera: factorías de salazones de Baelo Claudia, en Tarifa; Iulia Traducta, en Algeciras; y Septem, Ceuta. Sin embargo, consideran fundamental su trabajo en Pompeya. "Pompeya es excepcional, se conservan cosas que no se conservan en el mundo antiguo gracias a la erupción del Vesubio en el año 79 d. C. No hay lugares en el mundo antiguo susceptibles de ser investigados del mismo modo. Este fenómeno nos ofrece la posibilidad de encontrar, por ejemplo, restos orgánicos de redes, de pescado, de corcho, huellas... muy difíciles de encontrar en otro lugar".

Aún quedan dos campañas más y dos años para analizar todo el material encontrado e inventariado en la excavación y en el Museo de Nápoles. El objetivo, poder describir y contrastar las industrias pesqueras de diferentes zonas del Mediterráneo. "Queremos contribuir en el conocimiento de la tradición histórica de la explotación de recursos marinos, ya que, hasta prácticamente el siglo XIX, lo que han venido haciendo las comunidades pesqueras ya lo hacían los romanos, con muy pocas diferencias a la época actual".

Realizan catas arqueológicas en el campo de concentración de Castuera

Publicado en HOY
F. Vázquez

Un grupo multidisciplinar del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en el que se integran investigadores y arqueólogos, se encuentra actualmente en Castuera realizando las primeras catas y prospecciones arqueológicas que se llevan a cabo en los terrenos que ocupó el Campo de Concentración con el objetivo de tratar de conocer cómo era la vida diaria de los prisioneros de campo a través de la definición real de las diferentes infraestructuras con que contaba el campo y de los objetos que aparezcan durante estas excavaciones.

La intervención en el Campo de Concentración de Prisioneros, declarado por la Junta de Extremadura como Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de Sitio Histórico, está dirigida por el investigador y arqueólogo de CSIC, Alfredo González Ruibal, y se enmarca dentro un proyecto multinacional sobre arqueología del siglo XX denominado 'Memorias de las Ruinas' (Ruin Memories), que impulsa la universidad noruega de Trømso y financian el Ministerio de Cultura de Noruega y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España.

Según explica el arqueólogo Alfredo González, las intervenciones que conforman este proyecto sobre arqueología del pasado contemporáneo, son diversas y van desde paisajes mineros abandonados en Montana (Estados Unidos), hasta las ruinas de una ciudad soviética en el Ártico, pasando por poblados desiertos en Islandia y los vestigios de la Guerra Civil Española.

En el marco de estos proyectos el equipo de investigadores y arqueólogos del CSIC está estudiando los vestigios de la Guerra Civil y la posguerra en España al objeto de conocer mejor este período y diseñar estrategias de gestión y difusión de este tipo de patrimonio cultural. En cuanto al campo de concentración de Castuera, las zonas en estudio son el área donde se ubicaban los barracones, las letrinas, el basurero y dos zanjas, una de ellas perimetral y situadas en una ampliación del campo.

Sobre la metodología que se sigue en esta intervención, el arqueólogo indicó que «una parte de nuestra actuación consiste en registrar tridimensionalmente y en fichas todos y cada uno de los objetos que aparecen en superficie y en los sondeos. Esto nos va a permitir comprender mejor el uso real y práctico del campo, más allá de lo que mandaban las ordenanzas y de lo que parecen indicar las estructuras». En este sentido, explica que «la zanja perimetral del campo y la zanja de la letrina paralela excavadas, tienen 40 cm. de profundidad, no 180, como indican las ordenanzas. Y no tienen 150 cm. de ancho, sino entre 195 y 215 centímetros, con lo que la superficie de exposición de los desechos era bastante más amplia de lo recomendable. La escasa pendiente de la zanjas, además, no ayudaría en absoluto a evacuar la suciedad, mientras que su limitada profundidad colaboró sin duda a incrementar la insalubridad del campo ya que el estercolero en que pronto se convirtió la letrina no se encuentra a 250 metros, sino a 25 de los barracones más cercanos».

Los resultados por ahora, explica González Ruibal, «están siendo interesantes ya que además de la basura habitual compuesta por latas, fragmentos de vidrio y de cerámica y de algún casquillo de bala, hemos encontrado dos tinteros completos y partes de al menos otros dos, media pieza de dominó artesanal realizada sobre un hueso finamente pulido y también un número importante de elementos de medicina, entre los que se cuentan una docena de ampollas, restos de tres frascos de medicamento y un tubo de pomada. Todo ello indica que en el campo existió una enfermería, aunque sobre su existencia no hay documentación ni tenemos idea de dónde estaría».

A la espera de que se dé por finalizada esta intervención, que se prolongará al menos una semana más, el arqueólogo señala que «la basura de un campo de concentración es tremendamente monótona, latas, abrelatas, fragmentos de botella, clavos, escudillas de aluminio, platos metálicos, fragmentos de cucharas y elementos de construcción de los barracones. En cualquiera de nuestros cubos de basura hay más variedad de desechos un día cualquiera, que la que se documenta en el vertedero del campo de Castuera en todo el año de su existencia». El Campo de Concentración de Prisioneros funcionó entre abril de 1939 y febrero de 1940, creado por militares franquistas.

Los gomeros cultivaban trigo antes de la conquista

Publicado en ABC

Las últimas excavaciones arqueológicas realizadas en La Gomera evidencian que en la isla se cultivaba trigo antes de la conquista, según desveló el profesor de Arqueología y Prehistoria, de la Universidad de La Laguna Juan Francisco Navarro durante el foro de museos que tuvo lugar el pasado día 24 en Vallehermoso.

Juan Francisco Navarro fue el primer conferenciante de este programa, que congregó a más de 50 personas y en el que también participó Juan Carlos Hernández, responsable del Museo Arqueológico de La Gomera, además del consejero Emiliano Coello, informó en un comunicado el Cabildo insular.

La iniciativa está organizada por el área de Patrimonio de la institución insular y busca organizar e incentivar la participación de la comunidad en las actividades de los museos.

La reunión constituyó también el primer paso para la creación del grupo amigos de los museos de La Gomera, en el que pueden inscribirse todas las personas interesadas en saber más sobre la historia de la isla.

Una exposición de fotos y frases que invitan a la reflexión y ponen una nota de humor completaron la actividad, en la que se expuso la estructura organizativa y las áreas de trabajo de los museos gomeros, que son educación, conservación, investigación y comunidad.

Además, se puso de manifiesto que cerca de 22.000 personas han pasado por los museos Arqueológico y Etnográfico desde sus puestas en funcionamiento en 2008.

El próximo día 1 la actividad se trasladará a Alajeró, donde se abordará el tema del pastoreo como cultura que pervivido en Canarias durante más de 2.000 años.

Jorge Pais, doctor en zooarqueología y jefe del área de Patrimonio Histórico del Cabildo de La Palma, será el conferenciante invitado de esta cita.

El programa continuará los días 8, 15 y 22 de octubre en San Sebastián, Valle Gran Rey y Agulo, con propuestas sobre educación, museos y comunidad; la genética molecular y la prehistoria o la memoria oral.

En todos estos encuentros, se facilitará también el cuestionario para poder formar parte del grupo de amigos del museo y se brindará la oportunidad de participar en un coloquio final para intercambiar impresiones, ideas y pareceres sobre la actividad de búsqueda, conservación y protección.

22 septiembre 2010

Celuloide colectivo (2010), voces de la memoria

Publicado en La República Cultural
Pablo Ferrando García

La voluntad de iluminar un período cinematográfico español tan escasamente abordado(1) como visto, es motivo más que suficiente para interesarse por la valiente propuesta de los hermanos Oscar y David Martín, ambos responsables del guión; realizador y montador respectivamente de Celuloide Colectivo (2010). Sin embargo la iniciativa va mucho más allá que la mera ilustración de imágenes rescatadas pues formalizan un trabajo riguroso y sólidamente articulado. Además hay una presentación de sabrosas entrevistas que colorean y enriquecen el certero pulso de la película mediante un fluido hábil de voces autorizadas, de imágenes de ficción y documentales. A partir de los avatares de la Guerra Civil se ha tratado de explorar y redescubrir las producciones anarquistas y sindicalistas que se encontraban en el más absoluto ostracismo ya que tras el incendio en los laboratorios de Madrid Cinematiraje -lugar depositario de las mismas- se quemó todo este fondo cinematográfico que ha sido un testimonio fehaciente del bando de los perdedores. En la actualidad, tanto la Filmoteca Española como los historiadores y especialistas han aunado fuerzas con el fin de salvar cuanto sea posible y de este modo rescatar una industria nacida en el gobierno republicano cuya socialización impulsó un cine de combate.

En este trabajo de Oscar y David Martín no sólo hay un esfuerzo por trazar una clara línea diacrónica temporal de los acontecimientos históricos de la contienda, sino también entreteje anécdotas que permiten alumbrar unas veces con vocación didáctica y otras como un prurito por contrastar los hechos. Tal es el caso del entierro de Durruti, donde el veterano operador y director de fotografía, Juan Mariné, nos relata su experiencia profesional y personal cuando, en un momento dado, se le había acabado la batería de la cámara y tuvo que registrar los acontecimientos de forma manual. Entonces un colega suyo se manifestaba escéptico ante el posible interés que pudiera tener aquello que estaban filmando. La respuesta de Mariné, ante la duda de su compañero, viene acompañada por una voz que recoge la certeza de una conciencia ideológica, pero también la constatación de un hecho histórico que debe ser conocido en el futuro. Las imágenes están ahí para el conocimiento de historiadores y de las generaciones venideras que deseen acercarse a ellas.

Hay, sin embargo, otras incidencias que certifican la encomiable labor investigadora llevada a cabo en este documental. Una de ellas la encontramos en esa querencia, por parte de los responsables de este sugestivo trabajo, de aproximarse a las personas que tomaron partido por la colectivización cinematográfica. El acercamiento hacia Ramón Acín da buena cuenta de ese interés. Sin perder el hilo conductor del tema central, se esboza la relevancia del anarquista, pintor, escultor y periodista y cuya intervención en Las Hurdes, tierra sin pan (1932), de Luis Buñuel fue decisiva ya que, como se sabe, gracias al capricho de la lotería, permitió que el premio obtenido por ella se destinara a la producción del documental con marcado acento republicano y libertario.

En las primeras imágenes de Celuloide Colectivo ya nos informan de los materiales que van a manejarse: una combinación productiva de imágenes de archivos con entrevistas de expertos sobre las películas y los responsables de las mismas. En el prólogo, Román Gubern, Afonso del Amo, Basilio Martín Patino y la voz de Juan Mariné van asegurar el protagonismo capital que supuso la producción colectiva de los materiales cinematográficos generados durante la Guerra Civil Española desde el bando republicano. Una vez presentado el título de la película que nos ocupa (acompañado de un subtítulo: el cine en guerra), surge el plano general de unas imágenes de archivo que muestran la explosión de una bomba en medio de una barricada. Después aparece un mapa de España ardiendo mientras emerge el conocido himno republicano. A continuación se mantiene la imagen de archivo del mapa de España e irrumpe la sobre impresión de unos rótulos informativos, los cuales datan el inicio del conflicto bélico nacional -19 de julio, 1936-. La música sigue uniendo las diferentes imágenes documentales: milicianos alzando el brazo y saludando a la cámara, llenos de júbilo, y luego se pasa a un par de planos generales donde vemos desfilar ordenadamente el ejército republicano. Al concluir estas imágenes irrumpe Basilio Martín Patino hablando de su experiencia personal sobre la guerra cuando vivió de joven en la Salamanca beatífica, adormecida, señorial y franquista en contraste con la Madrid valiente, viva y revolucionaria que descubrió poco después. Una vez que Patino manifiesta sus recuerdos juveniles del estallido de la guerra vuelven a surgir unas nuevas imágenes documentales para incorporar a otra de las figuras fundamentales de dicha contienda: el sindicato anarquista CNT, cuya hegemonía entre la clase trabajadora ostentaba el poder civil. Con el fin de reflejar esta circunstancia histórica, muestran el Reportaje del movimiento revolucionario en Barcelona (1936) de Mateo Santos, considerada la primera película del más del centenar que realizarán los anarquistas durante toda la Guerra Civil. Por tanto, podemos advertir, a través de esta enumeración descriptiva de planos, gracias a su relación contigua, un sentido nuevo suministrado con el montaje: estalla la Guerra Civil, arde el país y un cineasta contemporáneo, autor de documentales como Canciones para después de una guerra (1971), nos evoca sus recuerdos vitales, su impacto emocional y su preocupación como cineasta en reflejar las experiencias vicarias del pasado. De manera que hay aquí una nueva orientación enunciativa marcada por la relación de las imágenes, desde las cuales los autores de Celuloide Colectivo van a generar una nueva construcción de sentido: el conocimiento y la experiencia que tienen de la revelación de las imágenes de archivos, así como de la transmisión del saber facilitado por especialistas, cineastas, historiadores, familiares y técnicos: Alejandro Montiel, Juan Antonio Ríos Carratalá, Emeterio Díez Puertas, Ken Loach, Ramón y Concha García-Bragado Acín, Colette Durruti, Heleno Saña, Albert Girona, Julio Pérez Perucha, entre otros…

A partir de aquí se irán desgranando una serie de valoraciones formales, históricas, sociales, políticas y discursivas de las producciones sindicalistas de cuyo amplio abanico de trabajos cinematográficos va a aflorar una industria que comenzó sus brotes en el gobierno republicano. Pese a su vida efímera nos ha permitido entrever un variopinto registro de filmes donde la propaganda, la guerra y la sociedad civil eran consustanciales al mensaje libertario. Podemos constatar, incluso, una hibridación de géneros en el interior de los mismos textos. Aurora de Esperanza (1937) de Antonio Sau, o Barrios Bajos (1937) de Pedro Puche, mezclan elementos narrativos tan dispares como el documental y el melodrama, o números musicales -de clara inspiración hollywoodiense- aderezados con leves apuntes sainetescos en Nuestro Culpable (1937) de Fernando Mignone. Las estimaciones vertidas sobre éstas y otras tantas películas de este período, orientan y perfilan un trabajo de investigación muy alejado de la fácil y cómoda apología. Antes al contrario, hay un esfuerzo por contrastar de la manera más objetiva posible la validez y coherencia de sus propuestas. En estos ejemplos señalados arriba la CNT trató de producir un cine narrativo con vocación pedagógica pero sin olvidarse de promover un discurso afín a los valores ideológicos de sindicalistas y anarquistas. Oscar y David Martín no ocultan las contradicciones y paradojas que sembraron dichas producciones cinematográficas, según las cuales no siempre reunían el mejor de los resultados posibles y, lo que es mucho más relevante, tampoco les satisfacía a los mismos responsables de las organizaciones anarcosindicalistas. Las contradicciones ya se ponen en evidencia en Aguiluchos de la FAI por tierras de Aragón (1936) –serie de reportajes compuesta de tres entregas- ante el apabullante culto a la personalidad de Buenaventura Durruti, una loa de la que el propio líder anarquista rechazaba por chocar frontalmente con los ideales del partido, ante la defensa al colectivo en detrimento del individuo y ante el rechazo al enaltecimiento del mito en lugar del esbozo de un hombre común. Al contrastar la voz en off del mencionado reportaje con aquella otra voz autorizada (Román Gubern) se clarifica la incongruencia discursiva que se pone en juego en esta propaganda cinematográfica. Como también se comenta la curiosa paradoja de contratar al actor republicano de origen aristocrático Félix de Pomés para encarnar a un obrero en Aurora de Esperanza en lugar de buscar un modelo más acorde al espíritu del filme.

Con todo, las contradicciones y congruencias del aparato industrial que nos ocupa no son más que un mero reflejo especular de las tensiones generadas por las mimas organizaciones libertarias. Óscar y David Martín han querido singularizar sus luces y sombras con objeto de poner de relieve las particularidades de un cine que se disolvió rápidamente tras la derrota republicana, pero cuya dimensón ideológica se constituyó en el elemento motriz de esta singladura y d ela cual los responsables de Celuloide colectivo se hacen eco a través de la figura del director de fotografía, Juan Mariné, uno de los pocos profesionales aún en activo que no sólo vivieron esta intensa fase histórica sino también ha participado en todos los periodos del cine español hasta la actualidad. Un testimonio de primer orden cuya humildad, sencillez y profesionalidad se ha querido rendir homenaje en las últimas imágenes de este primoroso documental donde, gracias al uso directo del montaje, y al cobijo del efecto Kuleshov, se establece unacómplice mirada entre la simágnes de Aurora de Esperanza con los primeros planos de Mariné -grabados ex-profeso para dicho fin- empleando la misma cámara que utilizarapara esta película, así como para muchas otras deaquella época. Pero este motivo y cálido tributo está respaldado por la misma convicción de los responsables de Celuloide colectivo de considerar al cine en su dimensión ética. Algo que no debe obviarse cuando estamos rodeados de tantas banalidades audivisuales en los que se prioriza la nostalgia a la memoria y los efectos a los afectos.

21 septiembre 2010

Descubren en Orce cerca de 1.200 nuevos fósiles que avalan la presencia humana ya en este lugar hace sobre 1,3 millones de años

Publicado en el bloc del IPHE
Jordi Mestre

Se han localizado durante la campaña efectuada este mes, por primera vez dirigida por IPHES

La industria lítica obtenida es la más primitiva de Europa y presenta características que la relacionan con los conjuntos africanos

El Consejero de Cultura de la Junta de Andalucía, Paulino Plata, visita los yacimientos coincidiendo con un viaje por la zona y los últimos días días de excavación.

La excavación arqueológica que del 30 de agosto al 20 de septiembre ha desarrollado un equipo multidisciplinar y multiinstitucional los yacimientos de Fuente Nueva 3 y Barranco León, en Orce (Granada), ha llegado a su fin con un balance de 1.168 nuevos fósiles desenterrados, que avalan la presencia humana en esta zona hace ya 1,3 millones de años.

"Se trata del conjunto fósil más rico de su edad en Europa", señaló Robert Sala , profesor de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, responsable del Área de Docencia de la IPHES (Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución social) y director de la excavación. "Estos hallazgos deben permitir conocer la adaptación humana a un entorno de lago y la capacidad de los homínidos de aprovechar grandes mamíferos como los elefantes, hipopótamos y rinocerontes", ha puntualizado.

En cuanto a la fauna, se han conseguido 1.063 restos, principalmente de grandes mamíferos, especialmente de hipopótamo, caballo, hiena, rinocerontes, ciervo y mamuts. "Cuando encontramos huesos de estos animales-señala Robert Sala-lo que hacemos es analizar su superficie con el microscopio para detectar la presencia de estrías o marcas que dejan las herramientas de piedra que utilizaban los homínidos para descuartizar los mismos. Nuestros primeros estudios en el laboratorio de campo han confirmado esta actividad antrópica y, por tanto, podemos asegurar el acceso humano a estos mamíferos hace 1,3 millones de años en Orce ".

Por la fauna descubierta podemos saber que el paisaje de aquella época en Orce se caracterizaba "Ante todo por la presencia del lago de aguas saladas en un clima subtropical, con temperaturas medias de 23 º C. La fauna localizada describe un ambiente muy rico y diverso al que los humanos se adaptaron y supieron explotar ", apunta Robert Sala.

La investigación sobre la fauna es complementaria a la que se efectuará con las 105 herramientas de piedra descubiertas, averiguando, por ejemplo, el uso al que se destinaron mediante el estudio del desgaste microscópico que presentan. También se profundizará en el conocimiento en las cadenas operativas que emplearon aquellos homínidos para confeccionar estos instrumentos y la caracterización petrográfica de las rocas con que se configuraron y que, en identificar la zona en que las recogían, permitirá conocer el alcance del territorio que explotaban.

"El objetivo de la fabricación de instrumentos era la obtención de lascas de corte simple y agudo, básicamente para el desollamiento de animales, tal como es la tónica en otros yacimientos de la misma época.

Una última conclusión importante sobre la tecnología es que presenta características primitivas que la relacionan con los conjuntos africanos, asegura Sala.

Tareas de restauración

Pero quién fue el homínido protagonista de toda esta actividad en Orce hace 1,3 millones de años? "En esta época en Europa vivía Homo antecessor. Aunque, de momento, en Orce no hay restos humanos conocidos, por la proximidad geográfica y temporal, debe considerarse que fue esta especie la que pobló también esta región ", observa Robert Sala.

Paralelamente a la excavación, se han desarrollado igualmente tareas de restauración, como la estabilización de las condiciones de conservación de los fósiles, o la preparación de las piezas para su posterior estudio.

También se han efectuado varios muestreos para poder llevar a cabo diferentes investigaciones (geología, Arqueobotánica ...) De esta manera se podrá saber cómo vivieron aquellas comunidades, en qué hábitat, como eran sus costumbres, qué relación tenían con los grandes mamíferos y qué tendencias evolutivas se desarrollaron en el entorno del gran lago que existía en la región.

En los trabajos de excavación, la primera dirigida por el IPHES en Orce, han tomado parte 45 especialistas. Se trata de un proyecto de investigación transdisciplinar y multiinstitucional, coparticipado por diversas instituciones como el CENIEH (Centro de Investigación Nacional sobre la Evolución Humana), el Museo Arqueológico de Granada, el Museum National d'Histoire Naturelle de Paris, la Università di Firenze, la Universidad de Granada y la Universidad de Málaga.

Cabe destacar la participación de alumnado andaluz en formación de las universidades de Córdoba, Granada, Málaga, Cádiz, y Pablo Olavide de Sevilla, además de otras del Estado español. De esta manera queremos contribuir a la formación en Andalucía de personal investigador capacidad en las disciplinas relacionadas con el estudio de los yacimientos plio-pleistocénica de la Cuenca de Guadix Baza". Además, hay alumnado del Máster Erasmus Mundus en Arqueología del Cuaternario y Evolución Humana que se imparte en la URV .

La financiación del proyecto corre a cargo de la Junta de Andalucía. Precisamente, el lunes 20 de septiembre, el titular de la Conselleria de Cultura de este ente, Paulino Plata, ha visitado los yacimientos, en el marco de un viaje por diferentes localidades de la zona.

Más luz sobre la judería del Castillo de Lorca

Publicado en La Verdad

El parque arqueológico del Castillo, al que se destina toda la zona oriental de la fortaleza, aproximadamente la cuarta parte del recinto amurallado, acaba de dar el primer paso para que el público pueda visitarlo. Ayer se inauguró la primera fase en la que tras las excavaciones se ha procedido a la consolidación de los restos y su adecuación para visitas turísticas.

El objetivo de los trabajos que se llevan a cabo, dentro del plan director Parador-Fortaleza del Sol, es configurar a medio plazo un parque arqueológico que permita conocer la realidad histórica y arqueológica del castillo y ponerla a disposición de los ciudadanos.

Asimismo, se configurará un espacio enteramente dedicado a la investigación, cuya rehabilitación y puesta en valor servirá de conexión entre el sector musealizado de la Fortaleza del Sol y los restos hallados y conservados en el área oriental. Este parque permitirá unir en un solo recorrido todos los restos arqueológicos de la fortaleza, entre los que destacan la iglesia de San Clemente, la denominada Puerta del Pescado o la conocida sinagoga bajomedieval.

La primera intervención, que es la inaugurada y adecuada para la visita turística, consta de una serie de estructuras domésticas pertenecientes al entramado urbano del sector norte de la judería medieval. El equipo multidisciplinar que lleva a cabo los trabajos está dirigido por el profesor Jorge Alejandro Eiroa, de la Universidad de Murcia.

Entre los restos encontrados está un taller de producción de vidrio, que se estudia por su posible relación con las lámparas aparecidas en la sinagoga. Las visitas guiadas a la excavación se realizarán los domingos, previa reserva en la web www.lorcatallerdeltiempo.com.

El estudio arqueológico de este sector está siendo decisivo para entender el proceso de formación del barrio bajomedieval de Alcalá, en los años inmediatamente posteriores a la conquista castellana del siglo XIII. La consolidación de las estructuras se ha realizado utilizando materiales y técnicas propias de aquella época, y se han remarcado con rellenos de distintos colores los diversos espacios para no distorsionarlos.

Al mismo tiempo continúan los trabajos en la siguiente zona de excavación que, una vez consolidada, se incorporará también a las visitas.

No puede demostrarse que la Batalla de Baécula no tuviera lugar en Bailén

Publicado en Andalucía Investiga

Ante la exposición inaugurada la semana pasada con resultados provisionales de la investigación realizada por el investigador Arturo Ruiz junto a la Universidad de Jaén, relacionada con la Batalla de Baécula, el Ayuntamiento de Bailén, a través de su Concejal de Cultura y Educación, Francisco Antonio Linares, ha querido realizar una serie de declaraciones en las que, entre otras cosas, quiere dejar claro que las investigaciones del Centro Andaluz de Arqueología Ibérica en el término municipal de Santo Tomé lo único que han demostrado es que allí hubo una batalla, pero no que ésta fuera la Batalla de Baécula.

Así, el edil bailenense quiere felicitar al Centro Andaluz de Arqueología Ibérica por la constatación de que en el Cerro Las Albahacas tuvo lugar UNA BATALLA de las muchas que hubo en época romana entre romanos y cartagineses, pero SIN EVIDENCIA DE QUE EN ESA ZONA EN EL TÉRMINO DE SANTO TOMÉ SE ENCONTRARA BAÉCULA. En este sentido, el concejal asegura que “Baécula aún no ha aparecido y no nos resignamos a que sea el actual Bailén el sitio donde se encontraba”.

Francisco Antonio continúa señalando que “según lo allí expuesto (y lo que el propio Arturo Ruiz ha llegado a defender en diversos foros a los que el propio concejal y representantes municipales y miembros de asociaciones históricas bailenenses hemos asistido), NO SE HA DEMOSTRADO CIENTÍFICAMENTE QUE BAÉCULA no corresponda a la actual localidad de Bailén, sino la existencia de una batalla en la zona estudiada”.

“Lo que allí se expone, continúa el concejal, es una escasísima aportación si comprobamos que la exposición tiene un reducido espacio físico con poco material extraido y compuesto de dardos, puntas de flecha, tachuelas. Si tenemos en cuenta que el proyecto se inició en 2002 y la investigación en 2006, con una abundante inyección económica de la administración andaluza, el gran número de investigadores arqueólogos y el empleo de los más avanzados y sofisticados medios de investigación arqueológica es poco material si lo comparamos con lo mucho que se ha ido hallando en Bailén, durante la segunda mitad del siglo, sin ningún medio”.

Por otra parte, el concejal bailenense invita nuevamente al equipo de Arturo Ruiz y a este prestigioso investigador ubetense a que constate in situ, mediante prospecciones, sondeos, catas y referencias documentales gráficas de publicaciones en la historia reciente bailenense, la gran cantidad de hallazgos que aparecen o han aparecido en el siglo XX y que están en manos de particulares, expoliados o cerros incluso que ya no existen por la necesidad de arcilla para la industria cerámica local.

Asimismo, Francisco Antonio Linares ha anunciado que “en los 3 últimos meses, a causa de las abundantes lluvias de este año, han sido hallados 2 valiosísimos enclaves romanos que han sido estudiados por la Delegación de Cultura en la Provincia de Jaén, catalogados y que, para evitar expolios, no diré el lugar donde se encuentran. A ellos dos hay que sumar los muchos de los que tenemos evidencia de que existen o existieron de época romana”

15 septiembre 2010

VI Congreso Internacional de Musealización de yacimientos y Patrimonio

El Congreso de Musealización de Yacimientos Ar­queológicos, que nació en el año 2000, por inicia­tiva del Servicio de Arqueología del Ayuntamiento de Alcalá y del Museo de Historia de Barcelona, inicia ahora en 2010 una nueva fase. A lo largo de estos diez años y cinco ediciones, acogido bianualmente por las ciudades de Alcalá de Henares, Barcelona, Zaragoza, Santiago y Cartagena, ha sido un foro de debate que ha avanzado en la presentación del patrimonio arqueológi­co, aportando una visión panorámica en lo que se refiere a proyectos de valorización de enclaves arqueológicos en España.

En el VI Congreso de Musealización de Yacimientos Ar­queológicos e Intervención en el Patrimonio, estrena­mos imagen y sobrenombre, formato y presencia en In­ternet. Aunque lo más importante sea quizá que dichos cambios en la forma acompañan un cambio de fondo: el salto hacia una consideración más integrada del patri­monio –arqueológico, arquitectónico y paisajístico- y de las modalidades de intervención en el mismo.

El nuevo formato, que incluirá mesas de trabajo y de­bates específicos, se articulará en base a ejes temáticos que se expondrán en Sesiones Plenarias. Estas se com­binarán con la presentación de experiencias y proyectos, desarrollados o en vías de desarrollo, que se expondrán en sesiones paralelas bajo el epígrafe de Proyectos y Ex­periencias. Por último se seguirá contando con la pre­sencia de Posters.

Las Actas consolidarán la nueva línea de trabajo del Congreso. La publicación de las mismas se hará de forma digital, a través de la página web, donde también apa­recerán las Actas de los anteriores congresos. En papel únicamente se publicarán las sesiones temáticas y ex­cepcionalmente, por estar vinculadas muy directamente con los ejes temáticos, algunas comunicaciones.

Bajo este nuevo formato se celebrará el VI Congreso In­ternacional de Musealización de Yacimientos y Patri­monio, que tendrá lugar en 2010 en Toledo con el título: Arqueología, Patrimonio y Paisajes Históricos para el siglo XXI. Los ejes temáticos versarán sobre: Intervención pública y patrimonio privado, Actuación patrimonial y paisaje y La intervención arquitectónica en la musealiza­ción de yacimientos, pasado presente y futuro.

Cumbre sobre el Mesolítico

Publicado en el Diario Montañés
Mariana Cores

El Mesolítico será analizado durante los próximos días por 327 científicos de 24 países de todo el mundo en el octavo Congreso Internacional sobre el Mesolítico en Europa (MESO), que se celebra entre el Palacio de Festivales de Santander y la Escuela de Náutica hasta el próximo viernes.

Cómo el medio ambiente (debido, entre otras cosas, al deshielo) influyó en las comunicaciones entre las sociedades y el fenómeno de la colonización serán algunos de los temas debatidos por estos expertos, que mañana, miércoles, visitarán en los yacimientos de la zona de Llanes (Asturias) los concheros de Cuevas del Mar, El Toralete y El Mazo, además de un conjunto rupestre de Peña Tú.

Según explicó Pablo Arias, director del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria y catedrático de la Universidad de Cantabria (UC), ayer se habló de cómo, en esta época, comprendida entre el Paleolítico y el Neolítico -entre 10.000 y 5.000 a.c.- se conolizaron zonas como Escandinavia, ya que el deshielo dejó una gran extensión de tierra al aire libre.

«También ha sido muy interesante la exposición en la que se ha hablado del fenómeno contrario ocurrido en países como Inglaterra y Países Bajos, que dejaron de estar unidos precisamente por el deshielo», apostilló Arias.

Él informará sobre los últimos avances que su equipo de trabajo, que está formado por 50 investigadores, ha realizado con el proyecto sobre la transición del Mesolítico al Neolítico en la fachada atlántica europea, que les ha llevado a trabajar en Portugal, norte de España, Francia y las islas británicas.

La inauguración
A la inauguración, que tuvo lugar ayer en la sala Pereda del Palacio de Festivales, intervino el vicerrector de Calidad e Innovación Educativa de la UC, José Luis Ramírez Sádaba, quien asistió al acto en representación del rector. El vicerrector estuvo acompañado por el director general de la Sociedad Regional de Cultura y Deporte (Gobierno de Cantabria), Fernando Castro, Pablo Arias como secretario científico del foro, y Stefan Kozlowski, decano del Comité Científico y fundador de los Congresos Internacionales MESO en 1973.

El catedrático también explicó que esta época de la Prehistoria corresponde a las últimas sociedades de cazadores y recolectores, algunas de las cuales desempeñaron un papel fundamental en la innovación y la difusión por el mundo de la agricultura.

El secretario científico del congrego, organizado por el Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria y patrocinado por la Consejería de Cultura y el Ayuntamiento de Santander, apuntó que «también presentaremos el resultado del enterramiento descubierto en la cueva de El Truchiro, de finales del Mesolítico, perteneciente al yacimiento de La Garma». Dicha excavación ha sufrido un parón «debido a problemas administrativos y a nuestra agenda, pero espero que podamos retomarlo en el mes de octubre».

Descubren en la Font d´en Carrós tres yacimientos arqueológicos

Publicado en Las Provincias

El Ayuntamiento de La Font d'en Carròs anunció ayer que los trabajos de prospección arqueológica encargados y financiados por el consistorio, han dado como resultado el descubrimiento de tres nuevos yacimientos arqueológicos de la época romana y del bronce.

Según han informado fuentes municipales, los trabajos llevados a cabo a lo largo de 2009 y 2010 por el arqueólogo Javier Ros y su equipo han sido plasmados en un informe preliminar del Ayuntamiento y la Concejalía de Patrimonio.

En concreto, en uno de los yacimientos descubiertos en la localidad se han podido recopilar e inventariar «importantes fragmentos y objetos de la época de los romanos», lo que «reafirma la presencia de esta civilización en tierras de la Safor» y concretamente, en «la Font d'en Carròs».

Desde el consistorio han resaltado que también se han obtenido «importantes muestras de sílex y nódulos de sílex nativo», así como piezas de «cerámica de casi todas las épocas», tanto íbera, como campaniense y romana», junto con «cerámica de época califal y cerámica de época medieval y moderna».

Todas estas piezas han sido depositadas en la Dirección General de Patrimonio y, posteriormente, «serán entregadas al Ayuntamiento de La Font d'en Carròs por petición propia» para que «todos los objetos encontrados sean expuestos en la sala de exposiciones del municipio», cuyo edificio se encuentra recién terminado y próximo a su inauguración.

09 septiembre 2010

Un mapa de la riqueza intangible


Publicado en Diario de Sevilla
Francisco Camero

La Fiesta de los Locos de Fuente Carreteros (Córdoba), la Semana Santa Viviente de Cuevas del Campo (Granada), la pesca de almadraba en la costa gaditana (en peligro de desaparición), el Domingo de Resurrección que se celebra en Alhama de Almería o la Romería de Cuatrovitas de Bollullos de la Mitación, en Sevilla, son sólo cinco de los 250 casos que un equipo de antropólogos del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) ha documentado este año como "expresiones culturales vivas" que explican rasgos fundamentales de la identidad andaluza. Más de un millar de rituales festivos, oficios, saberes, modos de expresión (de cantes a bailes pasando por leyendas) acabarán integrando en 2012, para cuando está prevista su publicación, el Atlas del Patrimonio Inmaterial de Andalucía.

El proyecto, iniciado el año pasado en colaboración con el Centro de Estudios Andaluces, incluirá documentación escrita, gráfica, sonora, fotográfica y audiovisual sobre una serie de procesos sociales, rituales festivos, oficios, saberes, modos de expresión y actividades culinarias que se transmiten de generación en generación y que explican, según este equipo de científicos, el "pasado multicultural en el que se producen síntesis culturales y formas históricas de existencia que conforman los fuertes cimientos" sobre los que se apoya la idiosincrasia de los andaluces, basada fundamentalmente según esta investigación en "el antropocentrismo, la capacidad de socialización, las tendencias a organizarse colectivamente en redes sociales no institucionalizadas y al igualitarismo y en la capacidad de relativizar".

El IAPH impulsó este Atlas debido a la escasa documentación acerca de esta materia, amenazada por "los procesos de globalización y la aceleración de las transformaciones sociales", como señala la investigadora del IAPH Gema Carrera Díaz, y siguiendo las recomendaciones de la Unesco en su Convención para la salvaguarda del patrimonio cultural inmaterial, ratificada en París en 2003. "Los objetivos -explican desde el IAPH, el organismo científico de la Consejería de Cultura- son difundir una imagen de Andalucía desconocida y poco valorada, sensibilizar a los andaluces de la importancia de este patrimonio y fomentar su continuidad", aparte de facilitar a la Administración claves para "mejorar su gestión".

Los responsables del proyecto han trabajado este año en la campiña, la vega y el valle del Guadalquivir, zonas a las que se está dedicando la segunda y penúltima fase del estudio. La división del territorio de la comunidad se ha basado tanto en las demarcaciones físicas de las distintas comarcas como en criterios histórico-culturales, ya que otro de los atractivos de este trabajo es que "permitirá ver la diversidad de respuestas culturales que se han dado en Andalucía ante unas características geográficas similares", señala Carrera Díaz. Y también cómo refleja este patrimonio intangible a los colectivos sociales que lo protagonizan y cuáles son las fórmulas de transmisión del saber en los 62 distritos en que se divide la investigación de campo.

El IAPH prestará especial importancia al formato televisivo en que se presentará este proyecto, que se acompañará de una publicación editorial en tomos desde enero hasta diciembre de 2012. Con la colaboración del Servicio de Investigación y Difusión de la Dirección General de Bienes Culturales de la Junta, el equipo investigador ha elaborado ya unos documentales en alta definición de todas las zonas estudiadas, de los que puede verse ya un avance en el canal de Youtube del Instituto.

Excavaciones en el valle de los neandertales

Publicado en Madridiario
Susana Pérez; Fotografías: Gustavo San Miguel

En el Valle del Lozoya, en plena sierra madrileña, un grupo de arqueólogos, paleontólogos y geólogos buscan restos de actividad de los primeros homínidos que habitaron en la región. El yacimiento de Pinilla del Valle es el único de la Comunidad de Madrid que muestra evidencias de nuestros ancestros. Las excavaciones mostrarán la forma de vida de hace millones de años.

El sol cae con aplomo sobre el Valle del Lozoya. Ni siquiera la cercanía del embalse refresca la jornada del centenar de arqueológos y paleontropólogos que estos días trabajan sin descanso en Pinilla del Valle. Allí se esconden algunos de los tesoros mejor guardados de la humanidad. Y ellos lo saben; los expertos que rescatan -con paciencia y mucha dedicación- los restos fósiles almacenados y escondidos en la montaña de este paraje natural, en el entorno de Rascafría.

En Pinilla del Valle ya han aparecido restos de hombres de neandertal, y hay numerosos elementos que atestiguan las actividades que los homínidos llevaron a cabo en la sierra madrileña hace miles de años. Parte de la historia que se esconde aquí, se descubrió en 1979. Y fue de pura casualidad, cuando la erosión dejó al descubierto una vereda con restos fósiles de hace 100.000 años. A partir de entonces, los arqueólogos y paleontólogos se dieron cuenta que Pinilla esconde un gran libro que explica el pasado de nuestra especie. "Este sitio es especial, está en una situación de altura privilegiada para los neandentales de montaña que a lo largo de millones de años han ocupado este valle. Se trata de una especie humana concreta, en un ecosistema concreto y en un territorio concreto" cuenta Juan Luis Arsuaga, co-director del yacimiento de Atapuerca y encargado de las excavaciones de Pinilla del Valle, junto a Enrique Baquedano, director del Museo Arqueológico Regional.

Ambos expertos arqueólogos comparten su afición por conocer la tierra en la que vivieron los antepasados de la región. Los neandertates eran recolectores y se alimentaban de los animales que cazaban, por los restos de hienas y rinocerontes encontrados en los espacios excavados. Además, "existe un campamento de los hombres de Neandertal en el Abrigo de Navalmaíllo, fechado entre 70.000 y 77.000 años (A.C.), donde los homínidos dejaron constancia de toda su actividad. Vivían en un abrigo rocoso, de piedra caliza y ahí ubicaron su vivienda en la que tallaban piedras, trabajaban las pieles y las maderas" apunta Enrique Baquedano, quien añade: "Tenemos restos del consumo de bóvidos, équidos y cárnidos y piedras talladas, propias de los neardentales".

Los trabajos de investigación también se centran en la Cueva de la Buena Pinta. Es el yacimiento más reciente de los encontrados en Pinilla del Valle, con una datación de hace 63.000 años, y se trata de "un cubil de hienas en el que se encontraron restos de Homo Neanderthalensis.

Estos animales utilizaron este espacio como refugio y trajeron hasta aquí otros animales que cazaban" asegura Arsuaga. El arqueólogo habla "de la aparición de dos dientes de un mismo individuo que fueron transportados por las hienas. Nos sabemos si se encontraron con un cadáver humano, lo desenterraron en una cueva o en el campo, y trajeron parte de un cuerpo. Estamos buscando el esqueleto del individuo".

Pero todavía queda un yacimiento mucho más antiguo con restos datados entre hace 200.000 y 300.000 años, un período especialmente interesante para conocer la evolución de los homínidos en Europa, ya que es la época en la que los Homo Heidelbergensis dieron lugar a la aparición de los hombres de Neandertal.Se trata de la Cueva Descubierta, según Baquedano, "la cavidad más grande de este valle, que está repleta de artefactos líticos tallados por los primitivos hombres, así como restos de fauna que ellos consumían. Llama la atención la presencia de rinocerontes de estepa, propios del Pleistoceno".

Los restos fósiles encontrados en los tres yacimientos localizados en las excavaciones, que tienen previsto finalizar el 17 de septiembre, se analizan, clasifican y restauran en los laboratorios instalados en Rascafría, aunque su destino final será el Museo Arqueológico Regional, en Alcalá de Henares.

A punto de finalizar la jornada, un grupo de jóvenes arqueólogas, que trabaja en la Cueva Descubierta, no esconden su asombro y emoción. Han conseguido sacar, después de cinco intensos días, un hueso de gran tamaño, algo deteriorado -claro está- por el paso de miles de años que ha permanecido enterrado en este valle, entre pinos, robles y álamos.

Hallan restos de una capilla del siglo XV en Parada do Sil

Publicado en La Región

Desde el 16 de agosto se esta llevando a cabo una intervención arqueológica en el despoblado de San Vítor, en la parroquia de San Lourenzo de Barxacova, Concello de Parada do Sil (Orense), con el objetivo de estudiar, adecentar el entorno y diseñar una medidas de mantenimiento futuras.

Muy cerca de la desembocadura del río Mao con el Sil, hay una capilla en la ladera de San Lourenzo, cuyos restos fueron abatidos a mediados del siglo XIX, así como la presencia de algunas tumbas antropomórficas excavadas en la roca. Allí se hallaron monedas que sitúan este asentamentieno entre los siglos XIV y XV. La intervención está dirigida por el arqueólogo Eduardo Breogán Nieto Muñíz, en colaboración con el medievalista Víctor Rodríguez Muñiz. La impulsa el Concello de Parado de Sil, cuyo alcalde, Francisco Magide, firmó un convenio con Patrimonio.

Las obras en el Castell Vell de Castellón sacan a la luz una muralla islámica y una torre del XIII

Publicado en Levante

El Castell Vell del Cerro de la Magdalena conoce un proceso de excavación y restauración que está ofreciendo referencias históricas de destacado interés, como se puso de manifiesto en la visita que en la mañana de ayer efectuó el alcalde de Castelló, Alberto Fabra, acompañado por los concejales Miguel Ángel Mulet, Joaquín Torres y Beatriz Gascó, además del cronista de la ciudad, Antonio Gascó y los arquitectos y arqueólogos de este proyecto.

En la visita realizada en el día en que se cumple el 759 aniversario del Privilegio del Traslado, se han podido apreciar los importantes trabajos de consolidación de la fortaleza que está realizando la Conselleria de Cultura, singularmente en las murallas del tercer recinto, inferior al lugar de ocupación de la Ermita de la Magdalena, que son una referencia del modelo de construcción de muralla islámica de tapial encostrado con cal viva. Los arqueólogos y el arquitecto director de las obras han encontrado un camino de ronda que accede a una de las torres cuadrangulares de este tercer recinto, que en este momento está reconstruyéndose, siguiendo el modelo de edificación del siglo XIII al que pertenece, con pocos años de diferencia sobre la fecha de la reconquista.

Asimismo, en opinión del arqueólogo Joan Palmer, es muy probable que este tercer recinto albergase una medina, esto es una zona de hábitat urbano, por lo que se evidencia de las piezas encontradas en las excavaciones, algunas de singular importancia como vasijas, agujas de coser, una flauta de hueso o un molde para la fabricación de una pulsera de orfebrería. El arqueólogo ha mostrado a los presentes las piezas halladas que indican el importante grado de ocupación del castillo en época islámica.

El Castell Vell se ha demostrado que es toda una construcción de tapial, lo que facilita la explicación de su pronto deterioro cuando fue abandonado.

Hay que recordar que el Plan Director del Castell Vell determina una serie de intervenciones divididas en tres etapas: (1) excavaciones arqueológicas y consolidación de las murallas, (2) visitabilidad y (3) creación de infraestructuras turísticas. La inversión total de esta actuación es de unos 2,5 millones de euros.

Actualmente, se está llevando a cabo la tercera fase de intervención dentro de la primera etapa del Plan Director, consistente en la consolidación de la torre Norte del tercer recinto y lienzos anexos, con un presupuesto total de 156.219,60 euros.

Con posterioridad, se iniciarán los trámites para comenzar la cuarta fase de restauración: consolidación de lienzos y torres oeste y sur del Castell Vell, con un presupuesto total de 297.521,42 euros.

06 septiembre 2010

Caracalla, la configuración de un tirano

Paloma Aguado García, Doctora en Historia Antigua y especialista en la dinastía de los Severos, nos presenta una esperada monografía centrada en la figura del emperador Marco Aurelio Antonino Basiano, más conocido como Caracalla.

En dicho trabajo hay un interés por estudiar a fondo a uno de los emperadores peor tratados por el conjunto de biografías imperiales y de analizar las causas de esta antipatía. Tras analizar gran parte de la vida escabrosa del personaje, hechos como el supuesto incesto con su madre, la matanza de jóvenes en Alejandría o el asesinato de su hermano, la autora ofrece pistas concretas y veraces de la explicación de los hechos en sí, que en ocasiones han sido manipulados por las fuentes senatoriales contrarias a su política populista. Finalmente el personaje de Caracalla se nos revela como un emperador popular, poco amigo del lujo y la ostentación, amante de la vida castrense, parco y sencillo en sus gustos, en definitiva como un emperador que a lo largo de su reinado favoreció al ejército, especialmente a los pretorianos y perjudicó a las clases aristocráticas y senatoriales de donde proceden la gran parte de fuentes históricas.

En el libro se analizan las realizaciones más importantes llevadas a cabo bajo su reinado; sus famosas termas, la Constitutio Antoniniana, la inmensa política constructiva llevada a cabo, tanto en la capital del Imperio como en las distintas provincias, especialmente en África. En estos nuevos edificios se observa una importante labor propagandística para justificar el ascenso al trono de la nueva dinastía. Finalmente el libro se complementa con varios apéndices documentales, genealogía, cronologías y con una amplia bibliografía. En definitiva un buen trabajo, amplio y ameno, que viene a cubrir un vacío de monografías en castellano sobre la dinastía severa.

CARACALLA, LA CONFIGURACIÓN DE UN TIRANO. Aldebarán Ediciones, Madrid 2009.

Lancia, todavía estamos a tiempo

Publicado en Diario de León
Julián González Prieto, Autor de «Lancia, pesadilla augusta»

Aunque no lo sea de nacimiento, por pacencia y docencia de muchos años, mis sentimientos son también leoneses. Por eso asisto perplejo y preocupado, como otros muchos, al desastre cultural que se está gestando y que, según las últimas nuevas oficiales, ambos bandos políticos gobernantes parecen no querer ponerle remedio. Me estoy refiriendo al fin que pretenden dar a los muy importantes hallazgos arqueológicos relacionados con la ciudad de Lancia. Antes de más deben saber, quienes aún lo desconozcan, que en los altos de Villasabariego que observan según se dirigen, por carretera, desde Puente Villarente a Mansilla de las Mulas, ocultas bajo un fértil manto que las protege, están enterrados dos muy antiguas ciudades.

Una fue la máxima astura urbs (capital de los astures), según Dión Casio, validísima civitas Lancea (muy importante ciudad de Lancia, según Lucio Floro y Lance, Lankian, Lanciati , según Orosio y otros. Además está la que, después de su conquista, de nuevo fuera muy importante ciudad romana durante varios siglos, asentada sobre la astur y que, por expreso deseo del Augusto y de su Legado Carisio, no fue destruida para que sirviera como el mejor monumento de la victoria romana. Salvando la excepcionalidad de Atapuerca, este castro contiene el más importante y extenso yacimiento arqueológico de la Comunidad y uno de los más importantes de España, del que sólo aparecen a nuestra vista algunos restos protegidos. Ha sufrido un gran expolio pero aún contiene una insospechada potencialidad.

Ahora parece que la destrucción puede ser oficial, como ya lo fueran, en aras del progreso, los restos encontrados en la fértil vega desde el castro hasta el Astura, nuestro Esla, y el antiguo Onza (actual río Moros), en su anterior cauce.

Allí estuvieron instaladas, en sus campamentos, las tres Legiones que asediaron Lancia, según el testimonio de los citados autores clásicos, basados en la fidedigna fuente de Tito Livio, cronista de las guerras romanas. También fue destruida entonces la documentada calzada romana que llegaba, pasando por Lancia, hasta el recién nacido León y las muchas domus (propiedades residenciales) concedidas como premio a los legionarios vencedores en Lancia, al tiempo que otros lo recibían en la naciente Emérita Augusta (Mérida), creada con ese fin.

Ahí están los orígenes y raíces de nuestro León pues, una vez conquistada Lancia, tras la gesta por parte de sus defensores, no suficientemente valorada y enaltecida, una de las victoriosas Legiones, la VI Victrix, de camino hacia el sometimiento de astures, vadinienses y cántabros, asentó su campamento entre el Torío y el Bernesga, donde más tarde lo hiciera la VII Gémina, cerca de donde, mucho antes, los astures lancienses fueran pobladores del castro de La Candamia. Podría escribirles ahora sobre el penoso espectáculo, que proporcionan a la vista las abandonadas Cuevas Menudas, que pudieran haber supuesto un hermoso, pero perdido yacimiento arqueológico más, como no pretendo darles una lección de historia, sigo con unas consideraciones.

¿Dónde está eso de la defensa a ultranza de los intereses culturales , que exhiben en sus programas electorales los partidos políticos y luego, a la hora de gobernar. Queda olvidado en el papel impreso?

¿Qué clase de catas arqueológicas se han hecho en esos lugares donde, podían suponer muy fundadamente, que iban a aparecer restos, como los ahora sacados a la luz de forma casual? ¿Qué ocurre en otras Comunidades autónomas, con mayor sensibilidad cultural, cuando encuentran restos tan importantes de sus ancestros?

Más en concreto: ¿Qué hubiese pasado si, en situación similar a la que nos ocupa, los restos hubieran sido celtas y encontrados en Galicia o vacceos y hallados en las proximidades de la capital de nuestra comunidad? Hace tiempo que los lugares de Lancia debieran haber sido declarados como Bienes de muy alto interés cultural. Más bien lo parecen de muy bajo, por lo que estamos presenciando. Aún se está a tiempo y confío que, quienes deben asesorar y decidir en este tema, lo hagan con verdadera sensibilidad cultural. Sólo así se ganarán nuestro respeto, consideración y agradecimiento. Termino felicitando y dando las gracias, de corazón, a cuantos están trabajando, con tanto esfuerzo y entusiasmo, por salvar nuestro valioso patrimonio cultural.

Congreso Internacional Áreas Suburbanas en la ciudad histórica.

Publicado en Arqueocórdoba

19-21 de octubre de 2010
Universidad de Córdoba

Este congreso pone fin al proyecto de investigación “In Amphitheatro. Munera et funus. Análisis arqueológico del anfiteatro romano de Córdoba y su entorno urbano (ss. I-XIII d.C.)”, financiado por la Secretaría de Estado de Política Científica y Tecnológica del Ministerio de Educación y Ciencia en su convocatoria de 2006, con apoyo de la Unión Europea (Ref. HUM2007-60850/HIST).

También se inscribe en el Convenio de Colaboración que el Grupo de Investigación Sísifo (P.A.I., HUM 236) mantiene con la Gerencia Municipal de Urbanismo del Ayuntamiento de Córdoba para el estudio de esta ciudad entendida como yacimiento único.

Director
Prof. Dr. Desiderio Vaquerizo Gil

Secretarios
Dr. José Antonio Garriguet Mata
Dr. Alberto León Muñoz

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Lugar de celebración:
Salón de Actos. Rectorado.
Universidad de Córdoba.
Avda. de Medina Azahara, s/n.

04 septiembre 2010

Lo que distingue a Siega Verde

Publicado en Norte de Castilla
Germán Delibes de Castro

En las últimas semanas, desde primeros de agosto de este año, el conjunto de arte rupestre prehistórico de Siega Verde, casi un desconocido para el gran público, ha saltado a los titulares de todos los medios de comunicación tras haber sido declarado Patrimonio Mundial por parte de un comité de la UNESCO reunido en Brasilia. Es un reconocimiento de indudable importancia, que comparte por ejemplo con Altamira o Atapuerca y que quizás haya sorprendido a quienes alguna vez han visitado el yacimiento, ya que los grabados que se distribuyen por la orilla izquierda del río Águeda, en la localidad de Villar de Argañán (Salamanca), no se caracterizan precisamente por una gran espectacularidad. De hecho, sin la ayuda de un guía o de un experto y a falta de luz apropiada, cuesta trabajo ver las siluetas incisas y piqueteadas de los centenares de caballos, toros salvajes, cabras y ciervos que desde hace más o menos veinte mil años pueblan discretamente las pulidas losas de pizarra silícea del fondo del valle, de forma muy especial en las inmediaciones del puente de Siega Verde.

Los grabados fueron descubiertos hace poco más de veinte años por el director del Museo de Salamanca, Manuel Santonja, y la UNESCO, al incluirlos en su prestigiosa lista, ha querido precisar que se trata de una «extensión» de otro conjunto de «sitios de arte rupestre prehistórico del Valle del Côa (Portugal)», muy próximo, el cual ya había obtenido la designación de patrimonio mundial en 1998.

En contra de algunas voces escépticas que en los años 90 dudaban de la antigüedad de estas grafías, hoy puede afirmarse con rotundidad, apelando a ciertas particularidades técnicas (el empleo de grabado fino múltiple y de piqueteado), a determinadas convenciones estilísticas (los vientres pronunciados, las cabezas pequeñas y las crines en escalera de los caballos) o a la representación de animales típicos de época glaciar (renos, rinocerontes lanudos, bisontes), que se trata de manifestaciones artísticas del Paleolítico Superior. Un arte, pues, de la época de las pinturas de Altamira, como han confirmado recientemente unas dataciones de termoluminiscencia que sitúan la realización de los grabados de uno de los paneles del Côa, aquel de Fariseu, entre 18.500 y 11.000 años antes del presente.

Tales argumentos, que avalan la antigüedad y la importancia del yacimiento de Siega Verde, no lo han sido todo sin embargo para su inclusión en la lista del Comité del Patrimonio Mundial. Saber grabados aquellos animales por la mano experta de un Homo sapiens primitivo que, hace muchos miles de años, se estrenaba en el terreno de la representación artística y en el desarrollo de los símbolos constituye un mérito insoslayable pero un mérito que, es preciso recordar, Siega Verde comparte con centenares de yacimientos del suroeste de Europa encabezados naturalmente por Altamira, Tito Bustillo, Lascaux o Niaux. ¿Cuál es el valor añadido, entonces, de Siega Verde y Foz Côa? ¿Por qué esta distinción que no han merecido la totalidad de los conjuntos de parecida época? Por algo tan sencillo como la originalidad del emplazamiento y del soporte del objeto artístico.

El Arte Paleolítico o de la Edad del Hielo es también conocido como Arte de las Cavernas. Algo comprensible porque se descubrió por vez primera en la de Altamira, porque obtuvo respaldo para su autenticidad en las grutas francesas de La Mouthe, Combarelles y Fonte de Gaume, y porque es difícil pasar por alto que la práctica totalidad de los descubrimientos posteriores ha tenido como escenario el interior de cuevas. Se trata de un hecho tan sistemático -la localización de las representaciones en las zonas más oscuras de éstas, que obligaba a pintar y grabar a la luz de lámparas alimentadas con tuétano- que el Abate Breuil, «el Papa de la Prehistoria», lo consideró decisivo para asignar a aquel primer arte una dimensión religiosa: frente a los vestíbulos de las cavernas, utilizados con fines domésticos, los cazadores paleolíticos habían reservado los más rincones más oscuros, más misteriosos y más proclives al recogimiento como áreas sacras en las que se escenificaba el culto al servicio de una religión que tenía en los animales sus principales iconos. Aquello sería determinante para que a partir de entonces se aplicara casi universalmente el término «santuario» a cualquier yacimiento con arte de esta época o para que a Altamira y a Lascaux se les agasajara con el título de 'Capilla Sixtina del arte paleolítico'.

La singularidad de los yacimientos de Siega Verde y de Foz Côa, extensiva a Domingo García, en Segovia, estriba en que revisten la insólita condición de «santuarios al aire libre». En ausencia de cuevas que pudieran haberse utilizado con fines religiosos (=artísticos), de las que no faltan ejemplos en la propia Meseta caso de Ojo Guareña (Burgos) o de La Griega (Segovia), las bandas de cazadores de fines del Paleolítico que frecuentaban estas tierras optaron por la única solución posible: grabar las figuras en roquedos exteriores y dotar a su entorno del aura de respeto y misterio que hasta ahora se había atribuido en exclusiva a los espacios subterráneos.

La declaración como Patrimonio Mundial de Siega Verde es una agradable noticia, pero no una casualidad porque hay mucho trabajo detrás de ello. Con el apoyo de la Consejería de Cultura de la Junta, los profesores Balbín y Alcolea han llevado a cabo investigaciones en el yacimiento a lo largo de una década, las cuales han tenido como fruto una preciosa monografía y las actas de un muy jaleado congreso internacional. Y también a la administración regional se debe la creación junto al puente de Siega Verde de un aula de interpretación que acoge al visitante, le instruye en la época de los grabados y le facilita un servicio de guía. Todo está muy bien, pero la nueva designación exige renovar esfuerzos y la administración deberá ir pensando en extender la investigación al entorno del yacimiento (algo ya hecho con enorme éxito en Foz Côa) y en mejorar las condiciones de visita de un excepcional santuario paleolítico al aire libre al que también este mismo año el Consejo de Europa ha tenido a bien distinguir, como Itinerario Cultural, entre sus «Caminos de Arte Rupestre Prehistórico».

La imagen procede del blog Patrimonio de Castilla y León

Coria: Recuerdan que la Ley contempla que se faciliten las visitas al castillo

Publicado en Hoy
Esmeralda R. Baquero

Las Leyes de Patrimonio Español y de Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura, a las que el castillo está sujeto por su condición de Bien de Interés Cultural otorgado en 1983, especifican que «los propietarios, poseedores y demás titulares sobre estos Bienes facilitarán la visita pública a los mismos en las condiciones que reglamentariamente se determinen». Así se recuerda en un documento en el que se hace constar la Ley, y que algunos vecinos están haciendo circular por Internet.

Y es que como ya se publicó en este diario el pasado mes de mayo, a través de la red social 'Facebook' se creó un grupo, denominado 'El castillo de Coria debería ser para el pueblo', a través del cual se reclama que este monumento se abra al público tras años de clausura al exterior.

La normativa añade que «los propietarios y, en su caso, los titulares de los derechos reales sobre tales bienes están obligados a permitir y facilitar su inspección por parte de los organismos competentes, su estudio a los investigadores, previa solicitud razonada de estos, y su visita pública, en las condiciones de gratuidad que se determinen reglamentariamente, al menos cuatro días al mes, en días y horas previamente señalados».

El problema fundamental es que este emblema de Coria cuenta con más de cien propietarios, que se van incrementando conforme van transcurriendo los años, a través de herencias. El alcalde, Juan Valle, explicaban que estaba manteniendo conversaciones con uno de los dueños para tratar la venta. Pero esta transacción no puede realizarse si no se llega a un pacto con este colectivo. En cualquier caso, algunos de estos propietarios ya le dejaron claro que no venderían los patios, por lo que una de las soluciones que se contempla podría ser la instalación de un acceso desde la muralla al castillo.

En cualquier caso, el primer paso es llegar a un acuerdo. El monumento es una de las referencias de Coria y son cada vez más los vecinos que quieren visitar su interior. Aunque según todos los indicios, se encuentra en unas condiciones lamentables y también precisaría de una restauración.