En su presentación, los responsables dijeron el sistema forma parte de un acuerdo entre el Instituto Ibermática de Innovación (i3B) y el Equipo de Investigación de Atapuerca (EIA).
En el acto de presentación de esta aplicación informática, celebrado en el yacimiento de Atapuerca, ubicado a 15 kilómetros al Este de Burgos, intervinieron, entre otros, el arqueólogo Eudald Carbonell, codirector de las excavaciones, y otros responsables del proyecto, como Antoni Canals, quienes insistieron en las bondades de este proyecto, que permitirá incluso a los excavadores "in situ" modificar de forma instantánea e inalámbrica los datos introducidos en un servidor.
Este proyecto supondrá el abandono del actual sistema de "catálogos" de información para dar paso a un servicio integrado y accesible a toda la comunidad científica, según Carbonell, quien defendió "protocolos abiertos" de información, "con más canales", para el logro de "una ciencia universal, con mentes más abiertas, mas inteligentes que aumenten el conocimiento".
Los trabajos para la implementación de este proyecto están muy avanzados, tras haber sido volcados ya al sistema informático alrededor del 75 por ciento de los datos relativos a restos arqueológicos encontrados en el yacimiento, desde el año 2000, según informaron a Efe responsables del proyecto, que lo describieron como "una iniciativa pionera en información integrada con todos los que participan", ya que involucra a toda la cadena de investigadores.
Es previsible que este proyecto, según sus responsables, se extienda a otros yacimientos, e incluso a otros ámbitos científicos; y por el momento, uno de los lugares de interés arqueológico en donde podría utilizarse en el futuro este sistema es el yacimiento del Machu Picchu, en el valle de Cusco en Perú.
La base de datos en Atapuerca contendrá la información estructurada que se consigue directamente en el yacimiento (incluidas fotografías de los objetos, dibujos, esquemas) y la que aportan los investigadores obtenida en el laboratorio, así como toda aquella información desestructurada que esté disponible.
Las personas que trabajan en los yacimientos de Atapuerca utilizan ya el nuevo sistema en el propio terreno, introduciendo todos los datos de los objetos hallados en unas PDAs, desde donde se envía la información, vía WiFi, desde el yacimiento, a una base de datos ubicada en las mismas excavaciones.
Esta herramienta tiene unas ventanas de consulta e introducción de datos para aportar la información obtenida en laboratorio, a la cual se puede tener acceso mediante Internet, para que toda la comunidad científica pueda beneficiarse de la información conseguida en Atapuerca.