Publicado en El Diario Montañés
José Luis Pérez
El pasado domingo un informe publicado en este mismo periódico alertaba de la falta de transparencia sobre los trabajos realizados en el último quinquenio en Altamira. La reacción del Ministerio de Cultura no se hizo esperar y el miércoles día 13 hacían pública la firma de un «convenio para estudiar el estado de conservación de la cueva de Altamira» del que ya se había informado en el reportaje del día 11.
La falta de información sobre los trabajos que se están o han ejecutando en la cueva de Altamira para conocer el grado de conservación de la misma y las condiciones medioambientales que pueden afectar a las pinturas paleolíticas permite deducir que éstos no se han desarrollado en todos este tiempo de modo satisfactorio.
A ello se suma ahora el hecho de que dentro de la cueva original responsables del Centro de Investigación y Museo de Altamira que dirige José Antonio Lasheras han realizados actuaciones arqueológicas sin la preceptiva autorización de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte del Gobierno de Cantabria.
Según se ha publicado en el Homenaje a Jesús Altuna, en el número 57/3 de la revista científica Munibe, que edita la Sociedad Aranzadi de San Sebastián, en el año 2004 se realizó una «rápida y muy limitada actuación» en la cueva de Altamira aprovechando «una parada técnica de los equipos de medición y control medioambiental». La misma, que duró «dos días», consistió «en la limpieza del corte resultante de las excavaciones de 1981» que desarrollaron en la cavidad los arqueólogos Joaquín González Echegaray y Leslie Freeman.
Según publican el propio Lasheras, junto a un grupo de colaboradores (E. Muñoz, C. de las Heras, R. Montes, P. Rasines y P. Fatás) en un artículo titulado «El proyecto científico 'Los tiempos de Altamira': primeros resultados», el objeto de esta intervención arqueológica era «muestrear el mismo [corte] para el análisis sedimentológico y paleobotánico». Igualmente, reconocen que «se obtuvieron pequeñas muestras de hueso para su datación radiocarbónica».
Patrimonio de Cantabria
Desde el descubrimiento de las pinturas paleolíticas en 1879 por Marcelino Sanz de Sautuola, Altamira ha sido un icono del arte universal y la principal referencia del patrimonio arqueológico de Cantabria.
La Ley de Patrimonio Cultural de Cantabria de 1998 que plasmó en un texto legal las transferencias asumidas por la comunidad autónoma a comienzos de los años ochenta en materia de patrimonio y sustituyó a la Ley de Patrimonio Histórico Español de 1985, contempla que yacimientos arqueológicos como Altamira forman parte del mismo, independientemente de quien gestione la cueva original y el museo. Asimismo, estipula que cualquier tipo de actuación arqueológica o paleontológica que tenga como finalidad descubrir, documentar o investigar restos arqueológicos o paleontológicos será otorgada por la Consejería de Cultura, oído el Ayuntamiento interesado.
Noticia completa en El Diario Montañés
No hay comentarios:
Publicar un comentario