Adolfo de Abel Vilela
La fuente de la Porta Miñá se menciona en documentos del siglo XII como un pozo. Con motivo de la transformación en fuente se tapa con un marco de madera de roble, cerrándolo con dos losas para que pasasen los carros por encima con seguridad.
En el consistorio de 19 de enero de 1580, el procurador general hace referencia a esta fuente como «la fuente nueva» y dice que tiene las armas reales, que estaba cerrada, que por esa razón las cabalgaduras no podían ir a beber ni pasar libremente las personas y que a pesar de haber pedido que se dejase exenta, no se había hecho.
A raíz del pedimento realizado por el procurador general a la Real Audiencia sobre el estado de las fuentes, el oidor Andrés de Zárate se personó en la ciudad para comprobarlo en septiembre de 1581.
En la visita vio que en la Puerta Miñá «está un pozo del que sale gran cantidad de agua, y sacado cerca de la puerta, que se dice la Puerta Miñá, con su caño para chafariz, es un gran provecho de los foreros, vecinos y pasajeros, por la falta de agua que hay para beber las cabalgaduras que van y vienen, como se suele ir en todas partes». El oidor ordenó que se sacase del pozo una fuente con su chafariz, y para ello mandó depositar 36 ducados.
La obra
La fuente fue obra de un equipo formado por canteros trasmeranos, que trabajaban en A Coruña, algunos de la misma familia. Lo encabeza el fontanero Gonzalo de la Bárcena y su primo Pedro de la Bárcena, actuando de aparejador Juan de Caxigal.
El 13 de abril del año 1581 se adjudicó la obra a Gonzalo de la Bárcena. En el contrato indica la forma de conducir el agua desde el pozo hasta donde debía de estar asentada la fuente «que es junto la Puerta Miñá».
La imagen procede de El Bosque de Lugh, interesante blog dedicado a difundir y proteger el patrimonio de la ciudad de Lugo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario