03 diciembre 2007

Toro: El hallazgo de la momia

Publicado en La Opinión de Zamora
Irene Gómez

La restauración del sarcófago gótico de Alonso Fernández "Palomino", ubicado en La Colegiata, ha propiciado el sorprendente hallazgo de los restos del benefactor toresano en un estado de conservación «impecable», si se tiene en cuenta que reposan en la tumba desde su fallecimiento en el año 1403. La Fundación González Allende promueve esta nueva intervención en favor de la recuperación del patrimonio toresano, que como es habitual realiza la Escuela Nacional de Restauración de Madrid, donde ya se encuentran las piezas del sarcófago, integradas por la caja y la estatua yacente del finado, de unos mil kilos de peso cada una. La magnitud del conjunto, que mide unos 2,20 metros de longitud y es de piedra arenisca sacada de las canteras de Peñalba (cerca de Venialbo), ha obligado a hacer unos embalajes sólidos y utilizar dos camiones para su transporte, como ha explicado el presidente de la Fundación González Allende, José Navarro Talegón

La intervención en el sepulcro de Alonso Fernández "Palomino" era un objetivo de la Fundación, sabedora de las malas condiciones en las que se encontraba, como ya advirtiera a principios del siglo XX el propio Gómez Moreno. Fue hace unas cuatro décadas cuando, en el curso de las obras realizadas en La Colegiata, se trasladó el sarcófago de su emplazamiento origina en el ábside meridional del templo (cerca de la Sacristía), donde había permanecido desde la muerte de Fernández Palomino en marzo de 1403 -hace seiscientos años-, para colocarlo en el brazo sur del crucero (transepto), justo debajo del órgano. Con el traslado se abrió el sepulcro y, según mantiene Navarro Talegón, se habrían llevado los papeles de la faltriquera que portaba el cadáver momificado, porque ha aparecido rota junto a los restos del sudario. Papeles que no serían más que los resguardos de las bulas de difuntos para aplicar las correspondientes indulgencias. Y encima de la momia han aparecido también otros restos óseos y ropas que pudieron depositarse en el sarcófago, tapado todo con sacos de cemento.
La momia encontrada en tan buen estado de conservación se ha depositado «respetuosamente», junto a otros los restos, en bolsas hasta que la Escuela de Madrid devuelva el monumento fúnebre ya restaurado. No obstante, la idea de la Fundación González Allende es poner en conocimiento de un centro especializado de León la existencia de estos restos para su posible investigación.

El sarcófago del toresano Alonso Fernández "Palomino" consta de la caja, que lleva una decoración «muy gastada», en la que se representa el cortejo fúnebre con una escultura que pudiera ser la de San Nicolás. Sobre la misma, la estatua yacente del finado, una imagen con ropones y la espada propia de su rango de caballero, con restos de policromía, que con la intervención se van a recuperar.

Una vez restaurado el conjunto, «estudiaremos el lugar más idóneo para su ubicación lo más dignamente posible», puntualiza José Navarro Talegón, en su emplazamiento original de la Iglesia de Santa María Mayor de la ciudad.

Un influyente caballero
Alonso Fernández "Palomino" fue un personaje influyente en la sociedad toresana de la época. Como documenta Navarro Talegón, fundó un hospital al lado de La Colegiata, pegado al oeste de la Capilla de la Majestad, donde actualmente se ubican las viviendas para los párrocos. Casado y sin hijos, Fernández "Palomino" era sobrino del abad de la Colegiata, Asensio Martínez. Su vinculación al magno templo toresano le llevó a fundar cuatro beneficios perpetuos y una capellanía que tiene su sitio determinado en el ábside meridional de la Iglesia, y donde precisamente reposarían originariamente sus restos. El personaje concedió demás «espléndidas» donaciones al abad y los canónigos de la Iglesia de Santa María la Mayor. Tal era su influencia que, estando enfermo, acudió, desde Medina del Campo, a tratarlo como médico el Maestre Alfonso, que se presenta como físico del Infante Fernando de Antequera, el futuro primer rey Trastamara de Aragón y abuelo de Fernando el Católico.

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1 comentario:

Anónimo dijo...

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