Publicado en La Mañana
“Luis Díez-Coronel i Montull fue el precursor de la arqueología en Lleida y representó la transición entre una arqueología como afición a una profesional en la provincia”, asegura Joan Ramon González, responsable del Servei d’Arqueologia del Institut d’Estudis Ilerdencs de Lleida (IEI). Díez-Coronel i Montull falleció el pasado viernes a la edad de 96 años habiendo dejado una vida dedicada a la arqueología leridana y de la Franja.
González, que fue el sucesor de Díez-Coronel al frente del departamento de arqueología del IEI, destacó la labor a la hora de descubrir, estudiar y difundir el arte rupestre de las Terres de Ponent. “Díez-Coronel y su compañero arqueólogo Rodrigo Pita Mercè son los responsables del descubrimiento de la mitad de los yacimientos arqueológicos que se conocen actualmente en la provincia”, añadió. De este modo, González destacó algunos de los descubrimientos de los dos arqueólogos como son la Necrópolis de la Pedrera de Térmens o el del Baptisteri de Bovalar, en Seròs, que actualmente se encuentra expuesto en el Museu de Lleida: diocesà i comarcal.
El actual responsable del Servei d’Arqueologia del IEI también recuerda la etapa en la que el departamento estuvo dirigido por Díez-Coronel. “Durante el 1962 empezó a ocuparse del Museu Arqueològic del IEI, y fue su responsable, junto con Pita Mercè, hasta 1987, fecha en la que se desmanteló el museo”, explica González. Su mayor logro, añade, es que se ocupó de una labor, la de arqueólogo, en unos años en los que hacía mucha falta. Pasada la Guerra Civil, Díez-Coronel ocupó el espacio que posteriormente cogería la Universitat de Lleida.
Por su parte, el historiador Ferran Boneu destacó también la labor de Díez-Coronel. Boneu explica que el arqueólogo y su compañero mantuvieron con vida esta disciplina en Lleida hasta que llegaron los arqueólogos profesionales. “En Lleida, hasta una época muy reciente, la arqueología estaba en manos de ambos arqueólogos. Pese a su trabajo, ninguno de los dos era arqueólogo de profesión. Es por eso que es tan importante su aportación a esta ciencia, ya que realizaban sus trabajos con absoluto respeto y crearon un gran conocimiento alrededor de los restos del pasado en la actualidad”, informa.
En referencia a la faceta de divulgación de Díez-Coronel hay que resaltar que fue muy extensa. La primera de ellas vio la luz en 1967 bajo el título de Arqueología Islámica en la Marca Superior de Al Andalus.
El mismo año inició la campaña de excavaciones en el Castell Formal de Balaguer. Al año siguiente publicó El arte Romano Rústico del Valle de Arán y sus pervivencias Medievales. A partir de estas dos publicaciones, continuó con la realización de estudios e informes sobre otros descubrimientos, como de la Necrópolis de Colomina en Gerp, las pinturas esquemáticas de Baldomar y Alós de Balaguer, el Castell dels Comtes d’Urgell-Alcassaba de Balaguer, la excavación arqueológica del palacio de la faberia de Lleida, o la Villa Romana con mosaicos en Albesa, entre muchos otros. Hasta un total de 30 volúmenes en los que también participaron otros compañeros como el ya mencionado Rodrigo Pita Mercè o Tarragó Pleyán.
Boneu destacó que durante las décadas de los años 50 y 60, Díez-Coronel fue “el arqueólogo de la ciudad y de la provincia. Cuando alguien encontraba un resto arqueológico llamaba al IEI, y en el IEI, estaba Díez-Coronel”. El historiador trabajó conjuntamente con Díez-Coronel porque Boneu, que era el conseller de Belles Arts del IEI, era quien debía darle los permisos para realizar las excavaciones.
El interés de Díez-Coronel por la arqueología deja otro legado, y es que el abogado contaba con una biblioteca con miles de ejemplares, la mayoría de los cuales corresponden a esta ciencia.
Díez-Coronel recibió un homenaje por su labor en 1992, cuando tuvo lugar el primer Congrés Internacional de Gravats Rupestres i Murals, que organizó el Servei de Arqueologia y el Departament de Geografía i Història del IEI.
Un abogado de profesión con la mirada puesta en el pasado
Luis Díez-Coronel i Montull nació en Monzón, aunque de muy pequeño se instaló en Lleida y estudió en los Maristes y en el liceu Escolar. Pese a que inició la carrera de Enginyeria Industrial, no pudo acabar la carrera. La que sí que acabó fue la de Derecho libre, que realizó en la Universidad de Zaragoza y en la de Valladolid.
Díez-Coronel entró a formar parte de Regs i Forces de l’Ebre, antigua Cia Canadiense, que fue la constructora del pantano de Sant Antoni de Tremp, el de Camarassa y el Canal de Seròs.
Aunque Díez-Coronel es más conocido por su faceta como arqueólogo, también dedicó su vida a otras facetas. Fue amante del deporte y de Lleida, y por ello formó parte de la Junta Directiva de Lleida de Futbol i la Unió Esportiva Lleida con los presidentes Juanito Porta, Eduard Estadella y Llorenç Agustí, según explica Enric Castells en el libro 50 lleidatans. Bajo el mandato de Eduard Estadella, y con Díez-Coronel, el equipo subió a Primera División.
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