Publicado en La Voz de Galicia
Cristina Viu
La visión que los visitantes tienen del castro A Cidá de Borneiro cambiará cuando terminen las excavaciones que encargó la Consellería de Cultura y que se realizan desde hace unos días. Los trabajos se centran en la recuperación de la zona conocida como barrio de extramuros, que empieza a surgir entre la tierra amontonada.
El arqueólogo Fidel Méndez destacó la enorme complejidad del conjunto frente a la sencillez de la croa, que es el área más conocida y en la que se ha trabajado más a lo largo de los años.
Uno de los principales descubrimientos de la actual campaña es la identificación de una construcción abovedada que hasta el momento era considerada un horno, pero que el director de la actual excavación, Luis Francisco López González, identificó como un conforno, una especie de sauna protohistórica. El edificio es circular y tenía una bóveda de aproximación de hilados, un sistema constructivo bastante rústico que hace recaer el empuje sobre las paredes y que hasta hace poco se utilizaba habitualmente.
Según explicó Fidel Méndez, López González trabajó recientemente en el castro Pendra, en Asturias, junto con el restaurador que también está en A Cidá de Borneiro, y recuperaron una construcción exactamente igual a la que hay en Cabana.
El equipo que realiza los trabajos en Borneiro da por hecho que se trata un conforno que los habitantes del castro utilizaban para lavarse y purificarse. Algunos estudiosos consideran que la obra era para imitar los baños romanos, lo que es una teoría minoritaria. La mayoría cree que se usaban como saunas vinculadas a los banquetes rituales, lo que es muy frecuente en las culturas celtas e indoeuropeas, o al regresar de una batalla, aunque Fidel Méndez considera que el conforno fue construido para varios propósitos, probablemente todos ellos de tipo ritual.
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