Publicado en Diario de Navarra
Beatriz Arnedo
El resultado de los trabajos fue presentado por Lourdes Errazti, arqueóloga de la Sociedad de Ciencias Aranzadi. Junto a Errazti comparecieron miembros de la asociación como la presidenta, Mirentxu Agirre, y Asun Larreta; además de Antxón Bandrés, de Aranzadi, y Koldo Pla, de Txinparta, grupo que participa también en los trabajos.
La asociación consiguió las solicitudes de familiares de 28 de las personas que fueron enterradas en el Fuerte e inició la recuperación de sus restos. La mayoría falleció por tuberculosis.
Se han recuperado los restos de seis. Tres han sido enterrados en sus localidades: Ángel Mena Gómez, de Los Villares (Jaén), fallecido en 1943 a los 47 años; José Alarcón Carrillo, de Casasimarro (Cuenca), que murió a los 49 años, en 1944; y Andrés Gangoiti Cuesta, de Górliz (Vizcaya), fallecido en 1943 a los 26 años. El resto están todavía en el laboratorio. Se trata de Narciso Cadenas Martínez, fallecido a los 23 años, en 1942, de Guimare (León); Vicente Royo Tena, que falleció a los 26 años, en 1944, y era de Tavernes Blanques (Valencia); y Juan Rubio Romero, de Torrecampo (Córdoba), que falleció en 1944, a los 43 años.
Los responsables de las labores de exhumación explicaron lo laborioso de esta tarea. El cementerio estaba situado en la ladera del monte, junto al Fuerte, oculto con el paso del tiempo por una arboleda. Han trabajado con un croquis realizado por un párroco del Fuerte. Los cuerpos están enterrados a más de metro y medio de profundidad.
Lourdes Errazti explicó que encontraron algo insólito que no había visto en ninguna de las más de 500 exhumaciones que han realizado por España. A la altura de las piernas, cada uno de los cadáveres tenía una botella. El paso del tiempo había hecho desaparecer los tapones de corcho y su contenido. Sin embargo, junto uno de los cuerpos, el de Andrés Gangoiti, la botella tenía un tapón de rosca, no perecedero, y su contenido estaba intacto. Era un documento oficial con la identidad y otros datos de la persona enterrada, lo que era el acta de defunción. Así se desveló el misterio de las botellas.
En octubre se retomarán los trabajos de exhumación. Larreta pidió a las instituciones que reconozcan su sufrimiento y se impliquen en la tarea que están realizando con «escasos medios» y la ayuda voluntaria de Aranzadi y Txinparta.
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