Publicado en La Voz de Avilés
Ana Moriyón
El hombre neandertal y el sapiens compartieron hace 29.000 años la cuenca del Sella. Tras concluirse la campaña de investigación llevada a cabo desde el pasado 10 de setiembre en la caverna canguesa de La Güelga, los arqueólogos de la Universidad Nacional Española a Distancia (UNED) ya están en condiciones de ratificar su teoría sobre la desaparición del neandertal y extrapolarla a todo del valle del Sella.
Lo hacen tras comprobar que en las excavaciones realizadas en la gruta canguesa ha aparecido «un tipo de herramienta elaborada con técnicas avanzadas por el hombre moderno, en el mismo nivel en el que también se han hallado otras piezas más básicas», presumiblemente confeccionadas en la misma época pero por el hombre neandertal. De esto, se extrae «que ambas especies compartieron el espacio y el tiempo» aunque, aclaró Mario Menéndez, «no quiere decir que convivieran porque eso implicaría mucho más».
El director de la UNED en Asturias y coordinador de las excavaciones en La Güelga iniciadas en el año 1990 se mostraba satisfecho con la campaña realizada a lo largo de estos últimos quince días en la ya denominada 'zona B', un espacio de unos doce metros cuadrados donde el equipo centra sus investigaciones desde el año 2000 y donde el año pasado se había hallado una muela de mamut que ya confirmaba la presencia tardía de neandertales en la zona.
Lo que se buscaba en esta ocasión eran hallazgos suficientes como para poder establecer una teoría sólida sobre la desaparición del neandertal y la aparición del homo sapiens, aunque aún existen muchas incógnitas por desvelar que tratarán de aclararse en próximas campañas. Por ejemplo, queda por explicar cómo y por qué el hombre neandertal tuvo presencia en la cuenca del Sella hace 29.000 años pese a que la especie había desaparecido en otras partes de Europa 11.000 años antes, hace 40.000.
Cultura musteriense
Es precisamente esta presencia tardía en la cuenca del Sella del hombre neandertal la que ha provocado que esta especie coincidiera en el tiempo con el hombre moderno. «La cuenca del Sella fue refugio del último neandertal, el de la cultura musteriense, y allí estuvo en contacto con el hombre moderno», ratificó el experto.
Para avalar esta teoría, el equipo de arqueólogos de la UNED ha extraído numerosas piezas y «especialmente muchas correspondientes a la industria lítica y restos de fauna» que deberán inventariarse y analizarse a lo largo de los próximos meses. El coordinador de las investigadores reconoció que en principio no se encontraron piezas de especial relevancia, aunque sí suficientes como para confirmar la hipótesis que venía defendiéndose por este equipo y que implica que ambas especies coincidieron en la ribera del río Sella en un mismo tiempo.
Entre otras, Menéndez comentó que se han hallado puntas hechas sobre hojas que indican estrategias de elaboración «más avanzadas» que corresponden al homo sapiens, frente a otras más primitivas en las que se utilizan lascas como soporte y que podrían haber sido obra del hombre neandertal.
Este mismo equipo de expertos lleva realizando excavaciones en el yacimiento de Narciandi (Cangas de Onís) desde 1990, aunque en la primera década se concentraron en un lugar algo más bajo, la 'zona A', a unos pocos metros de distancia de donde se estuvo trabajando en los últimos quince días, y que correspondía al Paleolítico Superior (hace 14.000 años).
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