28 noviembre 2007

Nuevas excavaciones en la zona de las murallas romanas

Publicado en El Periódico de Aragón
Roberto Miranda

El Ayuntamiento de Zaragoza ha iniciado una excavación arqueológica y obras de mantenimiento en algunos tramos de la muralla situados en la zona de San Juan de los Panetes, Cesaraugusto y La Zuda, en las proximidades de la Plaza del Pilar. La actuación, que se plantea para tres meses de duración fue adjudicada a la empresa Construcciones Rubio Morte, con un presupuesto de 149.758 euros.

Fuentes del Área municipal de Urbanismo señalaron a este diario que se va a actuar, por una parte, sobre algunos tramos de muralla que se mantienen sin salir a la luz y a la vez se aprovecha para limpiar y restaurar la parte visible del viejo sistema defensivo de la ciudad, construido entre los siglos I y III de nuestra era.

En esta restauración se incluye el rejuntado de sillares, y elementos de protección y de drenaje. Las fuentes consultadas indicaron que el hecho de estar a la intemperie, expuesta a la humedad, otros elementos atmosféricos y, sobre todo, al tráfico, explican esta actuación de mantenimiento, además de la proximidad de la Expo 2008.

VEINTIÚN SIGLOS

La muralla de la fundación romana en Zaragoza encierra y condiciona el trazado urbano durante muchos siglos, pues fue aprovechada por visigodos y musulmanes. Llegó a tener una longitud de unos 3.000 metros y 120 torreones en la época romana. Se han conservado dos tramos: el más largo, de unos 80 metros de longitud, en el extremo noroeste de lo que era la ciudad romana de Caesaraugusta, al lado del Torreón de La Zuda, y otro en el lado nordeste, que actualmente forma parte del Convento del Santo Sepulcro.

Su trazado, según el estudio realizado por Francisco Íñiguez Almech, debió ser regular con una altura de unos diez metros y cuatro de anchura. A intervalos de entre catorce y dieciséis metros se situaban torreones ultrasemicirculares. De la primera fase constructiva, del siglo I, en época inmediatamente posterior a la fundación de la ciudad, se conservan los restos de opus caementicium adosados a la cara posterior y en la cimentación de los muros de sillería. Más tarde, en el siglo III, se construyen tres metros más de grosor en obra de sillería de alabastro levemente almohadillada, con un aparejo muy regular asentado sobre capas de mortero y cal, que ofrecen los dos cubos y el tramo conservado en la actualidad. En 1933 fue declarado monumento nacional.

Las grandes obras públicas, el foro, el puerto fluvial, las termas, el teatro, el anfiteatro, el primer puente de la ciudad, habían sido terminadas entre los siglos I y II. La construcción de una imponente muralla ampliada, en la segunda mitad del siglo III, y el abandono de las grandes obras públicas denotan el importante proceso de crisis en el mundo romano de esa época tardía.

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1 comentario:

Anónimo dijo...

"¡A buenas horas mangas verdes!"los sillares de este tramo de muralla llevan muchos años pidiendo auxilio;paso a diario por ese punto desde hace años y se aprecia a simple vista la fuerte erosión y disgregación de la piedra, especialmente la arenisca.Es lamentable que un acontecimiento de tres meses como la Expo haya condicionado una decisión que se debería haber tomado hace ya tiempo.Ahora, para muchos de sus sillares es demasido tarde, pues están definitivamente perdidos...¡acérquense y vean!