Entrevista a Darío Olmo: "Hemos devuelto el nombre a 300 cuerpos"

Publicado en El Periódico

Darío Olmo es uno de los fundadores del Equipo Argentino de Arqueología Forense (EAAF)

Es un arqueólogo (dolorosamente) contemporáneo. Darío Olmo (La Plata, 1957) cambió los yacimientos prehistóricos de Tierra del Fuego por la apertura de fosas de víctimas de la dictadura argentina. Miembro fundador del Equipo Argentino de Arqueología Forense, que dio con el cuerpo del Che, ha venido a Barcelona a tomar muestras de sangre de familiares de desaparecidos.

--¿A cuántos cuerpos han devuelto el nombre?
--A unos 300. Y con los progresos de los laboratorios de ADN, identificaremos a muchos más. La cifra oficial de desaparecidos roza los 10.000.

--¿Por qué importa exhumar?
--Los psicoanalistas hablan de que la neurosis se manifiesta en la repetición, ¿no? Pues, para no repetir, es importante conocer. La exhumación invita a recordar cómo se resolvieron las cosas en otro tiempo. Si esa forma nos espanta, es probable que no la empleemos más.

--También remueve mucho dolor.
--Así es. Por eso hay que ser muy delicado en la aproximación. El efecto más devastador del terrorismo de Estado fue dejar identidades sin cuerpo y cuerpos sin identidad. Reunirlos tiene un efecto reparador.

--Cuando eso ocurre, ¿de qué habla el rostro de los familiares vivos?
--Es el momento de la manifestación del dolor. Es como si la persona se hubiera muerto en ese mismo instante. Se abre un periodo de duelo muy condensado. Termina una incertidumbre que les ha erosionado día a día durante décadas.

--¿Un cuerpo explica mucho?
--El cuerpo es su mejor testigo. Manifiesta su identidad y las causas de la muerte. Nosotros trabajamos con tejidos duros, y en ellos las causas se manifiestan con mucha claridad. La violencia es muy elocuente.

--¿Cruelmente elocuente?
--A escala argentina, es lo peor que pasó en el siglo XX.

--Habrá casos difíciles de olvidar.
--Las primeras veces siempre marcan. Encontrar a un esqueleto con la misma ropa que uno lleva impresiona. Hay más distancia emocional cuando trabajas con restos de la prehistoria... La mayoría de los cuerpos pertenecen a personas de entre 20 y 35 años. El 30% son mujeres.

--Y una vez abierta la fosa...
--En Córdoba han aparecido fosas con más de 70 cuerpos. Solemos retirar todos los sedimentos, manteniendo las relaciones espaciales. Una vez limpia la zona, se levanta cada cuerpo. En la morgue se hace algo parecido a una autopsia. Se averiguan variables como sexo, edad, estatura, enfermedades. Solo en algunos casos se logra la identidad.

--¿Solo en algunos?
--Sí. Si no es así, se toma una muestra, se envía al laboratorio para que determine el ADN y se compara con las muestras de sangre tomadas a los familiares de los desaparecidos.

--¿Cómo saben dónde están ubicadas las fosas?
--En el caso argentino, gran parte de los desaparecidos se inhumaron como cadáveres sin identidad en los cementerios públicos.

Entrevista completa en El Periódico
En Naya.org, puedes leer un artículo completo de Darío Olmo
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