Un estudio publicado en el Journal of Archaeological Science demuestra que en el nivel IV de la Cova del Bolomor, ubicada en Tavernes de Valldigna en la Safor, enmarcado en el Pleistoceno Medio final existen claras evidencias de utilización de las tortugas para consumo humano por parte de los neandertales hace más de 120.000 años.
La investigación y el artículo es obra de Ruth Blasco, colaboradora del Area de Prehistoria de la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona y del Instituto Catalán de Paleoecologia Humana y Evolución Social.
La obtención y el consumo de presas pequeñas en cronologías anteriores al Pleistoceno superior final -hace 30.000 años- es uno de los temas más debatidos actualmente. La mayoría de la comunidad científica afirma que el aprovechamiento sistemático de los recursos que ofrecen los animales de tallas muy pequeñas queda restringido al paleolítico superior y por lo tanto, a las estrategias de subsistencias vinculadas al Homo sapiens.
Algunos autores consideran que la captura sistemática de pequeñas presas está más relacionada con la recolección que con la caza y, por esto, la tecnología para su aprovisionamiento (como trampas) debe ser más compleja y sofisticada. Antes de este hallazgo de Bolomor, se sabía de la existencia de algunos yacimientos de cronologías Plio-Pleistoceno, como el Bed I de Olduvai, en África, en el cual se ha sugerido el aprovechamiento ocasional de erizos
Centro rupestre en Alcoy
Un centro de información de los conjuntos rupestres del arco mediterráneo recogerá los datos del yacimiento de la Sarga en Alcoy, una de las muestras prehistóricas más representativas de la Comunitat Valenciana, y establecerá los parámetros que intervienen en su conservación e interpretación.
Este centro será uno de los primeros de este tipo en España y, tras recabar los datos de la Sarga, trabajará en el resto de conjuntos rupestres de la Comunitat.
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