Mide cuatro metros de ancho por tres de largo y tiene grabadas figuras, una de ellas una especie de chamán. Investigadores creen que sería un templo de quillacinga. Vecinos le pusieron guardianes.
"Tenemos que pedirles permiso a la tierra y a los espíritus de nuestros antepasados para saber si podemos seguir", dice Romualdo Criollo, un campesino criado en lo alto del volcán Galeras.
Se quita los zapatos y levanta los brazos. Lo mismo hacen una decena de campesinos que lo siguen en esta expedición para ver una piedra grabada de arte rupestre, la más grande descubierta en Nariño. Dicen que les sirve para sentir su energía.
El hallazgo, calificado como un petroglifo, es decir representaciones gráficas en rocas o piedras, se dio en una investigación que realiza desde hace 11 años el grupo Inti-Rumi, del Centro de Estudios Superiores (Cesmag) de Pasto.
Inti-Rumi -piedra del sol, en lengua nativa- cree que esa clase de piedras podría indicar la existencia de un centro de adoración a los pies del Galeras, quizá de los quillacinga, primeros pobladores del valle de Atriz, donde hoy se levanta Pasto.
El tema es analizado por expertos en arqueología y antropología. Por ahora lo que está claro es su origen volcánico y como aporte para el estudio del arte rupestre indígena.
Diego Gómez, director de Ingeominas en Pasto, dice que no hay fechas exactas de la formación de esas rocas ni de cuándo fueron expulsadas por alguna erupción.
En el camino al volcán
Para llegar allí se viaja 15 minutos en carro desde Pasto a la vereda Aguapamba, en el corregimiento Genoy. Luego son 20 minutos a pie hasta Tomates, donde ya se asoman los picachos del Galeras.
El grupo Inti-Rumi, encabezado por la antropóloga Esperanza Agreda y el ingeniero Armando Quintero, venía estudiando allí una roca con algunos grabados de espirales.
Pero al limpiar en sus alrededores supieron que estaban parados en una roca de grandes dimensiones. Fue necesario levantar una capa vegetal de unos 30 centímetros. Participaron los estudiantes Mónica Riascos, Cristina Aza, Karol Herrera y Hugo Rojas.
La piedra, completamente plana, apunta su ángulo más agudo al norte, mide 4 metros de largo por 3 de ancho. "Es el primer gran hallazgo de arte rupestre en Nariño, hay otros pero no con estas dimensiones, ni características", dice Agreda.
Por ahora se cumple la primera fase, la del descubrimiento. La descripción de petroglifos, la correlación con algún hecho de la época precolombina y la explicación son los pasos que deben seguir los estudiosos.
Quintero dice que el descubrimiento no se habría logrado sin la ayuda de los 'Mayores o sabedores de la región'.
Al corregidor de Genoy, Carlos Criollo, lo sorprendieron los espirales, animales y figuras geométricas alrededor de quien sería un cacique, en el centro de la piedra.
Inti-Rumi ha ofrecido talleres a las autoridades y habitantes del volcán. Se trata de rescatar la tradición oral en el Urcunina (Galeras). A comienzos del mes se hizo una minga para delimitar el sitio y nombrar hasta guardianes permanentes.
Romualdo Criollo, que encabeza las adoraciones, tiene los rasgos de los quillacingas, cuya historia se remonta más de 500 años atrás. El hombre bautizó como 'sábana de piedra' el hallazgo.
"Ahora con mayor razón no vamos a dejar el Galeras, porque debemos cuidar lo que dejaron nuestros ancestros", remata Criollo.
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