Valle Sánchez
La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Toledo ha concedido licencia al Consorcio de la Ciudad de Toledo para «la puesta en valor» de las Cuevas de Hércules, en la calle San Ginés, en donde está prevista una inversión superior al medio millón de euros. En concreto, 508.254,17 euros para preservar y restaurar restos romanos, visigodos, árabes y cristianos que se encuentran en el lugar, uno de los bienes patrimoniales más emblemáticos y con más misterio de la ciudad. Un lugar en el que la realidad y la leyenda se han entrelazado durante siglos y sobre el que se han escrito miles de páginas y se ha fantaseado sobre el origen de la ciudad o el palacio encantado en el que los reyes visigodos guardaban sus tesoros.
El portavoz del equipo de gobierno municipal, Rafael Perezagua, explicó que en este lugar del Casco hay vestigios romanos del siglo I, visigodos del siglo III, una mezquita árabe del siglo XII y la antigua iglesia de San Ginés, derrumbada en 1830. Todo «es símbolo y reflejo de las tres culturas y la ciudad que las ha acogido, pero además, va más allá ya que incluso hay restos de la época romana». De hecho, el director de la intervención arqueológica, Vasilis Tsiolis, ya aseguró en 2004 que al margen de la leyenda, las cuevas son un buen ejemplo del sistema hidráulico de la antigua ciudad romana, tratándose de una gran cisterna conectada con otro vestigios cercanos como son las termas romanas de Amador de los Ríos, o las de los sótanos de la Delegación de Hacienda. En la Edad Media, sobre la mítica cueva, se erigió un templo cristiano dedicado a San Ginés que posteriormente fue abandonado y demolido en 1841. Fue en la primavera del 2003 cuando el Consorcio inició los trabajos; ahora, con esta nueva actuación, se pretende recuperar por completo los restos y puedan ser visitados como un monumento más.
Y es que la tradición dice que este lugar fue labrado por Tubal o Hércules el Egipcio y sería la cátedra secreta desde la que el propio Hércules enseñaba las ciencias ocultas. Se decía que en esas cuevas había figuras o pinturas escondidas antes de la llegada de los árabes, cuyo desvelamiento acarrearía grandes males. En estas cuevas se sitúa también el tesoro que encuentra el joven judío del manuscrito de Roso de Luna, por citar algún ejemplo. Las cuevas se hallan bajo la iglesia de San Ginés y hay otros subterráneos en las cercanías, como los de Navarro Ledesma, 1, y los de Hacienda. Algunos dicen que estos subterráneos pudieran una una ciudad-refugio iberorromana comunicada por pasadizos.
Noticia completa en ABC
Más información en Celtiberia.net
La imagen proviene de Guias de Toledo
No hay comentarios:
Publicar un comentario