Hallazgo ibérico en Olius

Publicado en La Mañana
Mapi Menén

Los silos cumplían en la sociedad íbera un papel similar al que cumplen hoy y servían como almacen de conservación de cereales y otros alimentos. El depósito localizado era subterráneo, lo que permitía una conservación más prolongada de los alimentos que en él se almacenaban. Lo curioso del hallazgo, explican los arqueólogos, es que la estructura ha aparecido vacía y no colmatada de residuos y cascotes como suele ser habitual, ya que, cuando un silo dejaba de usarse para almacenar alimentos, se utilizaban como vertedero.

Por este motivo, el descubrimiento del yacimiento de Sant Esteve d’Olius abre a los arqueólogos del Centre d’Estudis Lacetans, responsable de las excavaciones, la puerta para estudiar más a fondo la manera de vivir de los íberos y su tecnología.

El depósito descubierto tiene una profundidad de dos metros y una capacidad aproximada de tres metros cúbicos. Ramon Cardona, arqueólogo del Centre d’Estudis Lacetans, piensa en la posibilidad de “llenar este silo con cereales, principalmente cebada, cerrarlo herméticamente con una tapa de piedra y sellarlo con excrementos de vaca”, tal y como hacían los antiguos iberos de Sant Esteve d’Olius, y esperar un año para ver si se conserva bien el grano. Cardona pretende reproducir así una práctica con más de 2.000 años de antigüedad para descubrir cómo se trabajaba con el cereal en la época ibérica. Entonces, el grano era un bien casi tan apreciado como el oro y generaba importantes transacciones comerciales en Sant Esteve d’Olius, considerado entonces como el granero de los lacetanos. Cardona quiere estudiar también el reboque interior del silo, que permitía la germinación del grano que estaba en contacto con la pared. Cuando esto sucedía, el oxígeno del silo -responsable de la putrefacción- se consumía y el grano almacenado podía conservarse.

Además de estudiar la estructura aparecida, el Ayuntamiento de Olius está arreglando la muralla perimetral del antiguo poblado que, en algunos puntos, tiene hasta dos metros de altura. La obra permite tener una idea del aspecto que tenía en el siglo III antes de Cristo el poblado. Los arqueólogos también trabajan en la señalización del yacimiento, que se pretende abrir a visitas en un futuro cercano.

Los arqueólogos del Centre d’Estudis Lacetans pretenden también este año acabar la excavación del poblado ibérico situado en la colina de Castellvell, un asentamiento “importante” según Ramon Cardona, responsable de las excavaciones. El poblado, explica, “ocupaba una hectárea” y sus restos incluyen construcciones singulares como “una avenida de seis metros de ancho y un depósito de agua de diez metros de diámetro por tres de profundidad”.

Los arqueólogos, que trabajan a partir de las prospecciones hechas hace un siglo por el párroco Mossèn Serra i Vilaro, han mostrado esta semana al alcalde y a los concejales de Olius el trabajo realizado hasta la fecha. Los ediles, cuenta Cardona, “se ha mostrado interesados en nuestra labor, y han manifestado la predisposición del Ayuntamiento para continuar colaborando, junto con otras instituciones y entidades para investigar y aportar recursos para garantizar la continuidad de las excavaciones”.

Aprovechando el interés, el responsable del Centre d’Estudis Lacetans ha manifestado su interés en impulsar la musealización de los yacimientos con la instalación de plafones informativos y señales adecuadas. Haciéndolo, explica, se consigue al tiempo “preservar los yacimientos y dinamizar la economía de la localidad, ya que una adecuada musealización del poblado íbero atraerá a muchos más turistas de los que actualmente visitan el municipio”.


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