Un poblado de la Edad del Bronce en La Carisa

Publicado en La Nueva España
José A. Ordóñez

Las investigaciones arqueológicas en La Carisa no dejan de deparar sorpresas que consolidan este enclave como un yacimiento excepcional para el conocimiento de la historia de Asturias. El equipo integrado por Jorge Camino, Yolanda Viniegra y Rogelio Estrada ha localizado en el mayéu de Busián -en las inmediaciones del campamento romano del monte Curriechos y de los sistemas defensivos astures del Homón de Faro- los vestigios de un poblado de la Edad del Bronce. Una datación de carbono 14 procesada en la Universidad de Upsala (Suecia) remonta el yacimiento al primer tercio del segundo milenio antes de Cristo.

Jorge Camino asegura que la datación resulta «perfectamente coherente» con la naturaleza de los vestigios encontrados. Se trata, además, de un intervalo cronológico correspondiente a la Edad del Bronce Antiguo, una etapa de la que, según el arqueólogo, «apenas se conocen poblados en la región, aunque sí algunas construcciones funerarias en forma de túmulos monumentales, así como las primeras producciones metalúrgicas vinculadas a la extracción del cobre». En concreto, el mayéu de Busián se localiza en la parte posterior de las defensas astures del Homón, a una altitud de 1.500 metros sobre el nivel del mar. Los restos prehistóricos fueron localizados cuando los investigadores buscaban en la zona espacios en los que se pudieran haber alojado los constructores y defensores de las murallas indígenas, toda vez que se trata de un territorio protegido de las inclemencias meteorológicas y que cuenta con un manantial.

A casi un metro de profundidad, y sobre una base geológica formada por una capa de derrubios de ladera sellados por una etapa cálida y de gran pluviosidad, Camino, Viniegra y Estrada encontraron los restos de una antigua ocupación humana, que, según los arqueólogos, constaba de hoyos, maderas quemadas e industria lítica, así como de fragmentos de cerámica protohistórica o de un molino manual de vaivén, el utilizado anteriormente a la aparición del giratorio para la molienda del cereal.

A la hora de valorar el hallazgo, Camino apunta que este campamento o poblado de la Edad del Bronce «señala las primeras ocupaciones humanas en las sierras culminantes de la cordillera Cantábrica, donde se estaban aprovechando los pastizales de montaña en combinación con pequeños cultivos, la caza y la recolección». El arqueólogo añade que «dada su altitud, estas ocupaciones serían estacionales y vinculadas al trasiego del ganado doméstico». Ahora bien, tampoco descarta que pudieran coincidir con un período de bonanza climática. Este extremo será confirmado por los análisis del polen de la zona de La Carisa, que están llevando a cabo las científicas Blanca Zapata y María José Gil, de la Universidad de Alcalá de Henares, dentro de los estudios geológicos y ambientales sobre el territorio que coordina Montserrat Jiménez, de la Universidad de Oviedo. Las series polínicas que se están obteniendo presentan series muy viejas, algunas de las cuales se remontan, incluso, a hace once mil, seis mil y cuatro mil años.

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