Entrevista - Ignacio Márquez, codirector del Proyecto Medio Éufrates Sirio
Vía: Informativos Telecinco
Manuel Ansede
¿Qué se han encontrado en Tall Humeida?
Tall Humeida fue toda una sorpresa, un descubrimiento de última hora. En la última campaña pensamos: "Vamos a acercarnos a aquel promontorio, que parece otro yacimiento". Y allí empezamos a descubrir, en la superficie, muchas piezas cerámicas. Una de ellas era muy indicadora de que estábamos encima de una de las primeras ciudades de la historia, perteneciente al horizonte cultural de Uruk, de mediados del cuarto milenio antes de Cristo.
¿Por qué era tan indicadora aquella pieza?
Sacamos unos cien cuencos, que se utilizaban, seguramente, como contenedores de raciones para pagar a los obreros que trabajaban en las obras centralizadas, burocratizadas. Es un indicador de que estamos en una de las primeras ciudades, en la primera explosión urbana de la historia. Cuando hay un poder central, llamémosle palacio o templo, tiene a su servicio trabajadores para llevar a cabo obras públicas. Esos cuencos se hacían en serie cada día para repartir las raciones, los sueldos diarios. Por eso son tan toscos, no se preocupaban por hacer una cerámica bonita, con adornos. En Tall Humeida se encuentran a cientos, y eso que no hemos excavado todavía.
¿Qué había dentro de esos cuencos? ¿Con qué pagaban a los obreros?
En los pictogramas que aparecieron en Uruk a mediados del cuarto milenio antes de Cristo, la primera escritura del mundo, puedes reconocer algunos elementos, porque son como dibujos, similares a los de los egipcios. Uno de los símbolos representa al cuenco. Yo cuestiono la opinión vigente que dice que los cuencos servían para contener grano. Lo dudo porque, después de haber estudiado los primeros textos de la historia, me da la impresión de que realmente se fabricaron para contener pan, los primeros panes.
¿Los primeros panes?
Sí, la dieta mesopotámica consistía en pan y cerveza. Me da la impresión de que esos cuencos servían para esa dieta, que a los obreros no se les pagaba con grano, para que luego hicieran lo que buenamente pudieran, sino que, más bien, ya les entregaban como alimento diario pan y cerveza. En el poema de Gilgamesh hay un pasaje precioso: el acto de civilización del buen salvaje. Los pasos de ese acto son: el sexo, porque el salvaje se acuesta con una mujer que le envía Gilgamesh, y hacerle comer pan y beber cerveza. Gilgamesh fue rey de Uruk, así que parece que el universo cultural está perfectamente definido. Además de esos cuencos, en la superficie de Tall Humeida hemos encontrado dos jarritos preciosos que eran, sin lugar a dudas, contenedores de cerveza. En plan castizo, se podría decir que son una especie de botijos. A los obreros de hace 5.500 años ya les gustaba el pan y la cerveza.
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