El reciente aluvión de noticias sobre la actividad arqueológica en Gijón, nos brinda hoy esta visión de conjunto, pero también, una entrevista con Cristina Arca, arqueóloga, autora del estudio sobre el reciente hallazgo de la muralla romana en Cimadevilla. También puedes leer las síntesis que ofrecen la web del Ayuntamiento de Gijón y Gijón Romano.
Huellas del pasado romano
Vía: El Comercio Digital
O. Esteban
En 1982, Gijón decidió comenzar a desenterrar su historia. Desde entonces, cada excavación en el Barrio Alto puede añadir una nueva página.
La casualidad ha ayudado, y mucho, a reconstruir la ciudad romana de Gijón. Ayudó en 1903 a encontrar las termas en el Campo Valdés y ayudó, en 1982, a hallar los restos de la muralla en la zona de la plaza de Jovellanos. En ambos casos, las obras hicieron que la historia viera la luz. En ninguna de las dos ocasiones fue fácil continuar el trabajo y convencer a la ciudad de la importancia de proteger aquellas piedras, sobre las que está escrita la historia de la ciudad. En este caso, sobre Cimadevilla, lugar elegido para el asentamiento de la población romana, en torno al siglo I antes de Cristo.
El 10 de marzo de 1903, unas obras de alcantarillado del Campo Valdés dieron con unos «supuestos interesantes descubrimientos», contaba entonces EL COMERCIO. Alejandro Alvargonzález (alcalde de Gijón de 1886 a 1890), Julio Somoza (erudito e historiador) y Calixto Alvargonzález (primer director de este periódico), advertidos por el dibujante Nemesio Martínez Sienra, pusieron en marcha las investigaciones. Viajaron a Roma, Pompeya e incluso Finlandia para conocer otras termas y comparalas. A pesar de sus esfuerzos, el desinterés por la arqueología y las dudas sobre la importancia del hallazgo sometieron al olvido las memorias que sobre aquellos trabajos había redactado Calixto Alvargonzález. No fue hasta 1965 cuando el Ayuntamiento las publicó, aunque desde la década de los 50 las termas podían ser visitadas. [...]
Nace el Proyecto Gijón
Muchos años después de aquel 1903, la casualidad volvió a intervenir. Era 1982 y se habían derribado dos viviendas del siglo XVI en un solar entre la calle Pasaje (que hoy ya no existe) y la Travesía de Jovellanos. La intención era construir allí apartamentos. Pero aparecieron los restos. Cuenta la arqueóloga Carmen Fernández Ochoa que aquel primer hallazgo fue protegido de forma inmediata por el entonces jefe de la Policía Local de Gijón, Isidoro Cortina. Ya en la primera campaña los expertos comprobaron que aquellos primeros restos de muralla eran tan sólo un pedazo de una fortificación mucho mayor y, en aquel lugar exactamente, bastante bien conservada. De aquello nació el Proyecto Gijón de Excavaciones Arqueológicas, dirigido por Fernández Ochoa y que trabajó en la reconstrucción del Gijón romano hasta 1995 en el barrio de Cimadevilla.
Noticia completa en El Comercio Digital
1 comentario:
Un anuncio
http://www.arquitectosdecadiz.com/web%20docomomo6/nm/spa/indexdoc.asp?ap=presentacion
Publicar un comentario